El paraíso debe ser algo parecido a esto y está en Málaga
Los acantilados de Maro-Cerro Gordo son una obra magistral de la naturaleza
Disfrutar de su magia, calas, playas y tranquilidad está al alcance de cualquier malagueño
A estas playas de Málaga las llaman "el Hawái andaluz"
La provincia de Málaga alberga una gran cantidad de lugares impresionantes que merece la pena descubrir. Durante el verano, su vasta costa brinda innumerables alternativas para disfrutar de un día a orillas del mar, con playas singulares y variadas donde se puede gozar del sol, la arena y el agua salada. Sin embargo, entre todos estos destinos, destacan los acantilados de Maro-Cerro Gordo como uno de los parajes más espectaculares. Este santuario natural, apartado del ruido y del ajetreo, es un verdadero remanso de paz que refleja la naturaleza en su estado más puro.
La imagen típica del verano, con playas abarrotadas y chiringuitos llenos hasta su máxima capacidad, queda atrás en este impresionante conjunto de acantilados que la Axarquía ofrece, a poca distancia de la capital. Maro, una encantadora localidad que forma parte de Nerja, presenta un entorno privilegiado, ideal para disfrutar de una jornada especial y revitalizante en plena naturaleza. Muchos consideran este lugar un verdadero paraíso en la costa oriental de Málaga, donde el paisaje escarpado da paso a pequeñas calas, salvajes y llenas de vida, algunas de ellas accesibles solo con cierta dificultad, lo que añade un toque exclusivo y singular a la experiencia.
Estos acantilados y calas, bañados por aguas cristalinas que resplandecen bajo el sol, crean un entorno difícil de superar. Además, este enclave se destaca como uno de los puntos más valiosos de la provincia de Málaga debido a su extraordinaria riqueza en fauna marina. Las características únicas de este lugar lo convierten en un destino privilegiado para los amantes del submarinismo, ofreciendo una experiencia incomparable. Sumergirse en estas aguas y descubrir una variedad de especies de peces es una vivencia casi garantizada para los buceadores.
Los acantilados también destacan por ser miradores naturales excepcionales, ofreciendo una plataforma ideal para apreciar majestuosos paisajes. En días despejados, estos puntos de observación permiten divisar la costa africana y disfrutar de vistas sobrecogedoras. Un buen lugar para comenzar esta experiencia es el Balcón de Maro, situado en la plaza de la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas. Desde allí, se puede admirar la fértil vega mareña y la histórica Torre vigía de Maro, una de las cuatro torres construidas para proteger la costa de incursiones piratas. Para llegar a esta torre, se debe tomar la carretera N-340 en dirección a Almuñécar, dirigirse hacia la Torre de la Marquesa o Torre de Maro, aparcar y continuar el trayecto a pie para disfrutar de este impresionante espectáculo visual.
Siguiendo por la misma carretera, se empieza a apreciar cómo la Sierra Almijara se adentra majestuosamente en el mar, esculpiendo con precisión los impresionantes acantilados y las encantadoras calas que conforman el paraje de Maro-Cerro Gordo. A lo largo del recorrido, encontrarás varios miradores donde es posible detenerse para admirar el paisaje desde diferentes ángulos o buscar el acceso a alguna de las pequeñas calas, muchas de las cuales son inaccesibles en coche. Son numerosas las calas que se pueden explorar en esta zona, muchas de ellas ocultas y remotas, como ya se ha mencionado al destacar algunas de las playas más recónditas de Málaga, siendo esta zona una de las más emblemáticas.
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