Estos son dos de los parajes naturales más increíbles de Málaga: piscinas infinitas para este verano

El río Guadiaro, junto con el Guadalhorce, es uno de los ríos más importantes de la provincia de Málaga. Naciendo en la Serranía de Ronda y fluyendo hasta desembocar en Sotogrande, Cádiz, su recorrido es verdaderamente fascinante. A lo largo de su trayecto, se encuentran algunos de los parajes más espectaculares de la provincia, como el Cañón de las Buitreras. Este monumento natural es el resultado de la acción erosiva del río durante milenios, dando lugar a un cañón con majestuosas paredes que superan los 100 metros de altura. Recorrer las maravillas naturales a lo largo del curso del Guadiaro brinda una experiencia inolvidable.

El río Guadiaro no solo destaca por su belleza a lo largo de su curso, sino que también ofrece dos joyas de piscinas naturales: las charcas de La Llana y La Zúa. Situadas en los municipios de Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera, respectivamente, estas charcas son ideales para refrescarse y disfrutar del entorno natural junto a las aguas del Guadiaro. Además de su atractivo escénico, su proximidad a estas localidades proporciona diversas opciones de ocio al aire libre. El río Guadiaro nos regala estos espléndidos lugares en esta encantadora zona de Málaga.

Charca de la Llana (Jimera de Líbar)

La charca de La Llana, situada en Jimera de Líbar, es una de las numerosas piscinas naturales que embellecen este encantador pueblo. Aunque la piscina natural cercana a la estación de tren es bastante atractiva, la charca de La Llana no se queda atrás y se encuentra igualmente cerca del núcleo urbano. Desde este lugar, se pueden admirar espectaculares vistas de los imponentes macizos rocosos que caracterizan la zona.

La charca, de dimensiones considerables, tiene como función principal la retención de agua para su uso posterior en el riego. Aunque no es excesivamente profunda, es importante tener precaución, ya que algunas zonas pueden ser peligrosas, especialmente para niños o personas con habilidades limitadas para nadar. Este lugar es un remanso de paz, equipado con bancos donde se puede descansar y disfrutar del entorno.

Jimera de Líbar, junto con su pintoresco núcleo en la estación de tren, ofrece un entorno encantador ideal para pasear, disfrutar de una excelente gastronomía y hospedarse en acogedores alojamientos de la zona. Además, cuenta con vías ferratas perfectas para la práctica de la escalada y está situada a menos de 30 kilómetros de la histórica ciudad de Ronda. En resumen, es un lugar maravilloso para descubrir o revisitar durante los calurosos meses de verano en la provinicia.

Charca de La Zúa (Cortes de la Frontera)

La charca de La Zúa, situada en el municipio de Cortes de la Frontera, es un magnífico ejemplo de la belleza natural que rodea a esta singular localidad malagueña. Ubicada en un enclave privilegiado, parte de su territorio se encuentra dentro del Parque Natural de Los Alcornocales y del Parque Natural de Grazalema, lo que la convierte en un verdadero tesoro de la serranía malagueña. El río Guadiaro desempeña un papel destacado en los paisajes de Cortes de la Frontera, y la charca de La Zúa es una clara manifestación de ello.

Esta poza, situada en un entorno inspirador rodeado de exuberante vegetación, se encuentra en el núcleo poblacional conocido como Cañada Real del Tesoro, perteneciente a Cortes de la Frontera. La charca de La Zúa se ubica entre el río Guadiaro y las vías del tren, que tienen una parada en esta localidad. Es un lugar de gran belleza, donde el agua ha jugado un papel protagonista durante siglos. En sus alrededores, se pueden encontrar varios alojamientos rurales, ideales para quienes desean disfrutar de la naturaleza y explorar los diversos puntos de interés que ofrece esta zona de la provincia. Cabe destacar que la charca de La Zúa también tiene una función hidráulica, recolectando agua que se utiliza posteriormente para el riego de las huertas cercanas.