La piscina natural perfecta para un chapuzón refrescante en Málaga antes de que acabe el verano
El charco de La Escribana es una de las mejores piscinas naturales de Málaga, de las más frecuentadas
Recientemente fue reacondicionada por el Ayuntamiento de Benarrabá
La guía completa de las 30 piscinas naturales de Málaga para disfrutar del verano más refrescante
La Serranía de Ronda, en la provincia de Málaga, es conocida por sus paisajes de gran valor natural, ofreciendo múltiples refugios perfectos para los calurosos días de verano, pero también para esos últimos donde la temperatura da una tregua. Uno de esos lugares es el Charco de La Escribana, que, a pesar de su nombre, es mucho más que un simple charco, más bien una piscina natural como pocas en Málaga. Se trata de un apacible remanso de agua rodeado de frondosa arboleda, ideal para refrescarse en un entorno natural incomparable. Este paraje se encuentra en el ríoGenal, cuyo nacimiento en Igualeja marca el comienzo de un curso que atraviesa numerosos pueblos de la zona. Ubicado entre las pintorescas localidades de Genalguacil y Benarrabá, este pequeño oasis de la serranía rondeña es una joya que invita al descanso y la exploración.
El Charco de La Escribana ha sido tradicionalmente un punto de encuentro y reposo en las rutas agropecuarias que cruzaban la comarca. Hoy en día, cuenta con áreas de juego infantil y mesas para picnic, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar en familia. Durante la festividad de San Juan, este espacio es el epicentro de las celebraciones para los vecinos de Benarrabá y Genalguacil. El acceso al lugar es sencillo y cuenta con una zona de aparcamiento, aunque se debe extremar la precaución debido a su condición de paraje natural, especialmente en cuanto al riesgo de incendios.
El entorno del Charco de La Escribana ofrece varias rutas de senderismo que permiten disfrutar de una jornada inmersa en la naturaleza, siguiendo el cauce del río Genal. Este río, que desemboca en el Guadiaro, es inusualmente largo para los ríos de la cuenca mediterránea y regala otros parajes de gran belleza como las charcas de La Llana y La Zúa o el manantial de Benaoján, todos ellos ideales para disfrutar de un día al aire libre.
Con una clara herencia musulmana, Genalguacil y Benarrabá son dos pequeños pueblos de menos de mil habitantes, que destacan por su encanto particular y son paradas obligadas en cualquier recorrido por la Serranía de Ronda. Benarrabá, situado en pleno valle, ofrece parajes bañados por el ríoGenal, siendo LaEscribana uno de los puntos clave de sus rutas. Su casco urbano, de belleza singular, está marcado tanto por su trazado como por su ubicación privilegiada. El pueblo tiene una rica historia que se remonta a la época andalusí, en la que se desarrollaba la actividad de los tintoreros. Según la leyenda local, el origen del nombre Benarrabá se debe a un tintorero que descubrió un novedoso tono para las telas: el color carmesí, asociado a la región desde entonces. Además, Benarrabá cuenta con una zona de servicios para autocaravanas y campers, lo que facilita su visita a viajeros de todo tipo.
Genalguacil, por su parte, comparte con Benarrabá la belleza de su emplazamiento y su arquitectura de casas encaladas, pero destaca especialmente por su vínculo con el arte. Desde hace años, sus calles se han convertido en un museo al aire libre, con esculturas y obras de arte integradas en su entorno. Cada dos años, los Encuentros de Arte de Genalguacil renuevan esta colección, sumando nuevas piezas a su oferta cultural. Además, el pueblo impulsa el asentamiento de artesanos y artistas, promoviendo un desarrollo creativo en una localidad donde la población es escasa, pero el ambiente artístico es vibrante. Genalguacil es un verdadero tesoro de la Axarquía, cercano tanto a LaEscribana y Benarrabá como a otros lugares de interés, como Benadalid, conocido por su bien conservada fortaleza romana, cargada de historia y peculiaridades.
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