La primavera le sienta bien al Caminito del Rey
La infraestructura, los paisajes y el entorno que la rodean lucen de manera especial en este momento del año
Es una de los atractivos turísticos que más llama la atención de la provincia de MálagaMálaga y proporciona una experiencia diferente a la mayoría de opciones para disfrutar del ocio en plena naturaleza. El Caminito del Rey es una pasarela peatonal adosada a las paredes de roca que permite pasear por el interior de un cañón natural, cruzarlo y disfrutar de un paisaje y una sensación únicas. En su trazado hay partes de la pasarela con muy poca anchura y desde las últimas remodelaciones, la seguridad y la experiencia de usuario son dos puntos clave que se han reforzado. Ahora, en el último tramo de la primavera tanto el Caminito del Rey como su entorno más cercano y las posibilidades de completar la visita con otras opciones de ocio en torno a la naturaleza lucen un aspecto único en el año. El colorido que le aportan a la zona las últimas lluvias de abril y mayo hacen que el paisaje sea especialmente llamativo antes de que el calor veraniego le dé un punto más amarillo a todo.
Para visitar el Caminito del Rey es necesario reservar la entrada en su web, el coste del pasaje general es de 10 euros. En el pasado hubo grandes periodos en los que las reservas estaban completas, pero en este 2022 es posible comprar entradas casi sobre la marcha. Este es un punto importante que suele fluctuar con la llegada de la temporada alta turística en las que la pasarela por la garganta natural es uno de los principales reclamos para los visitantes.
Origen, construcción y visita real
La pasarela adosada a las paredes del desfiladero de Los Gaitanes se construyó en los inicios del siglo XX. La zona tiene varias infraestructuras hidráulicas construidas para aprovechar potentes saltos de agua que brinda el escarpado terreno. Esta pasarela se planificó y construyó con el objetivo de que los operarios pudieran acceder e manera rápida y fácil a las dos orillas de la garganta. La obra se concluyó en 1905, aunque la visita del rey Alfonso XIII que acabó dándole el nombre que aún conserva se produjo en 1921. El monarca visitó la presa del Guadalhorce y para hacerlo utilizó esta impresionante construcción.
Pero el siglo XX acabó olvidando la pasarela y el Caminito del Rey entró en el siglo XXI en un muy mal estado y cerca de quedar definitivamente destruido. En 2015 se terminaron las obras de puesta en valor y remodelación de la pasarela y su entorno para hacerlo visitable con todas las medidas de seguridad necesarias para un escenario que está a decenas de metros sobre el suelo. Espectacular, renovado y en un punto de la provincia en el que se pueden elegir muchas opciones para el ocio. El Caminito del Rey se extiende entre los términos municipales de Álora, Antequera y Ardales, aunque el desfiladero de Los Gaitanes que el río ha excavado con el tiempo transcurre más en el de Álora. En realidad, más allá de términos municipales exactos, cada una de las tres localidades y el entorno en sí del lugar tiene posibilidades para todos los gustos con las que completar la visita.
Visitas y planes cercanos al Caminito del Rey
El embalse del Guadalhorce es uno de los grandes protagonistas en torno al Caminito del Rey. Una infraestructura hidráulica de gran envergadura con muchas posibilidades y que en realidad son tres embalses (Guadalhorce, Guadalteba y Conde de Guadalhorce) alrededor de un mismo entorno y con poca distancia entre ellos. No sólo se pueden encontrar multitud de rutas bien señalizadas y para todo tipo de caminantes que provechan el paisaje y miradores como el de los tres embalses, uno de los más bonitos y prácticos a la hora de hacerse una composición del lugar. Pero, si después de las varias horas en el Caminito y sus alrededores se quiere descansar, también está a golpe de paseo la playa de Ardales. Se trata de una playa en el embalse del Conde de Guadalhorce que está a menos de un kilómetro del Caminito del Rey y que en las últimas temporadas ha conseguido obtener la bandera azul por la calidad de sus instalaciones.
Además, en Ardales también se encuentra la Cueva de Trinidad Grund. Se trata de uno de los tesoros prehistóricos de la provincia de Málaga en la que no cesan los descubrimientos antropológicos a medida que avanzan las investigaciones en su interior. Puesta en valor en el primer cuarto del siglo XIX y recientemente se han estudiado y datado pinturas de neandertales (más de 60.000 años de antigüedad) que confirman que los antecesores del homo sapiens pensaban en el futuro y tenían más recorrido intelectual del que habitualmente les otorgaba la ciencia. Es un lugar muy importante en los estudios de los habitantes de la península ibérica en el pasado y no sólo hay resto del paleolítico, también del periodo neolítico. Además, los trabajos en ella han ido datando la presencia continua de humanos en el paraje excepto en un lapso de 7.000 años en los que se cree que el entorno cambió y los humanos emigraron un poco más al norte. Luego volvieron. Uno de esos sitios que parece increíble cuando se repasan los aportes arqueológicos que ha dado. El propio pueblo de Ardales tiene patrimonio histórico y buenas opciones de restauración para completar una jornada en el Caminito del Rey y además está cerca del mismo. Rutas como la que lleva desde el pueblo al Castillo de Turón proporcionan unos paisajes reseñables.
Algo más alejado, pero con un gran valor histórico , están las ruinas de Bobastro. Todo un sitio de referencia para conocer la vida en el lugar hace casi 12 siglos, cuando el rebelde Omar ibn Hafsún puso en jaqueOmar ibn Hafsún y se independizó del mismísimo Abderramán III. Un escenario clave para meterse de lleno en la Edad Media andaluza que aún conserva los restos de edificios en medio de un paraje natural precioso. Otra de esas visitas no tan conocidas en la provincia malagueña pero que merece la pena. Además, en las cercanías de Bobastro hay otro embalse: el Tajo de La Encantada que tiene la pequeña localidad de El Chorro, otro punto que visitar con el agua y la naturaleza como protagonistas que, como el propio Caminito del Rey, en primavera multiplica su belleza.
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