Este pueblo blanco de Málaga tiene herencia morisca y es un viaje al pasado

Este pueblo blanco de Málaga brilla con luz propia, pequeño y acogedor, es ideal para visitar en cualquier momento del año

Los encantos de estos tres pueblos blancos de la Axarquía de Málaga

Una de las calles de Salares.
Una de las bonitas calles blancas de Salares. / malaga.es

En el corazón de la Axarquía, a los pies del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, se encuentra Salares, un pequeño pero acogedor y pintoresco pueblo blanco que destaca por su herencia morisca y su entorno natural único. Salares no solo es uno de los pueblos más pequeños de la provincia de Málaga, sino también uno de los que mejor conserva su legado andalusí, ofreciendo al visitante un verdadero viaje al pasado.

El trazado urbanístico de Salares, con calles empinadas y escalones que parecen esculpidos en el tiempo, evoca su origen morisco. Este pequeño enclave formó parte de la Andalucía musulmana, y su esencia aún se refleja en cada rincón. La Parroquia de Santa Ana, erigida en el siglo XVI, es el principal monumento del pueblo. Construida sobre los restos de una antigua mezquita, esta iglesia de estilo mudéjar conserva como campanario el alminar original, uno de los mejores ejemplos del arte almohade en España, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.

Otro vestigio de su pasado es la Casa del Torreón, los restos de una antigua fortaleza y parte de la muralla de la mezquita. Pasear por las calles de Salares es descubrir la historia viva de un pueblo que ha sabido preservar su esencia, mientras se adapta a los tiempos modernos.

Una vista panorámica de Salares.
Una vista panorámica de Salares. / malaga.es

Naturaleza y senderismo

Salares está enclavado en un entorno privilegiado, donde las montañas y los ríos dibujan paisajes de singular belleza. Desde las cumbres del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama hasta las orillas del río Salares, el municipio ofrece innumerables posibilidades para los amantes del senderismo y sus rutas. Lugares como el Cerro del Puerto o la fuente de Albarrá son ideales para disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza de la Axarquía.

El puente romano sobre el río Salares es otro de los tesoros del pueblo. Este antiguo viaducto, perfectamente conservado, conecta el pasado romano de la zona con el presente, recordando la importancia estratégica que tuvo Salares en otras épocas.

Fiestas y tradiciones

La herencia cultural de Salares se celebra con fervor en sus numerosas festividades. Una de las más destacadas es la Fiesta de San Antón, que tiene lugar cada 17 de enero. Durante esta celebración, los caballos engalanados y los jinetes toman las calles en un espectáculo único, acompañado de procesiones y verbenas que reúnen a la comunidad.

En septiembre, el Festival Árabe Andalusí transporta al pueblo a sus raíces moriscas. Este evento, declarado Fiesta de Singularidad Turística Provincial, incluye actividades como degustaciones gastronómicas, exhibiciones de cetrería y actuaciones musicales. Cuando cae la noche, Salares se ilumina con cientos de velas, creando una atmósfera mágica que enamora a los visitantes.

Ruta Mudéjar y gastronomía local

Salares forma parte de la Ruta Mudéjar de la Axarquía, un itinerario cultural que conecta siete pueblos con raíces andalusíes. Este recorrido no solo resalta la riqueza histórica de la comarca, sino también su espectacular entorno natural. En cuanto a la gastronomía, el guiso con hinojo es el plato estrella de Salares, mientras que los roscos de vino y naranja endulzan cualquier visita. Además, el vino artesanal elaborado con uvas de la variedad Rome es una muestra de la tradición vitivinícola del pueblo.

Cómo llegar

A solo 58 kilómetros de Málaga, Salares es fácilmente accesible. Desde la autovía del Mediterráneo (A-7), hay que tomar el desvío en Vélez-Málaga hacia la A-356 y continuar por la MA-126/MA-4105. El trayecto serpentea entre paisajes de montaña, anticipando la belleza que aguarda en este rincón mágico de la Axarquía.

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