Una de las calles de Canillas de Aceituno.
Una de las calles de Canillas de Aceituno.

A los pies de la majestuosa cima de La Maroma, que se eleva a 2068 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Canillas de Aceituno, una encantadora localidad en el extremo oriental de la provincia de Málaga, en la Sierra Tejeda, que ostenta un alto valor natural y que es el pueblo ideal para hacer una pequeña escapada en este mes de agosto por todo lo que te vamos a descubrir. Con una rica historia que se remonta a épocas inmemoriales, el pueblo se asienta en un punto estratégico del territorio, ofreciendo impresionantes vistas panorámicas de la región malagueña conocida como La Axarquía, y proporcionando un sinfín de lugares de interés natural.

Las calles de Canillas de Aceituno conservan un peculiar trazado que refleja su pasado musulmán, y su casco urbano alberga varios edificios de notable valor histórico. Rodeado por varios cursos de agua, como el Almánchares, el Rubite y el Bermuza, sus alrededores ofrecen entornos arbolados y naturales perfectos para disfrutar. Además, se pueden explorar diversas rutas senderistas fascinantes, como la que conduce al impresionante puente colgante del Saltillo, uno de los notables puentes colgantes de la provincia de Málaga.

A solo seis kilómetros del pueblo, en las cercanías de Canillas de Aceituno, se encuentra un reconfortante paseo que lleva hasta el nacimiento del río Bermuza, uno de los cauces de agua históricamente aprovechados por esta localidad para tener molinos de agua en sus proximidades. El nacimiento se manifiesta en una cascada donde el agua brota directamente de la sierra, creando un entorno de gran riqueza de flora y fauna en sus alrededores. Cerca del nacimiento se encuentra la cueva de la Fájara, accesible a través de una ruta que permite visitar tanto el manantial (cabe mencionar que la cascada está protegida y no es apta para bañarse) como la propia cueva, que resulta un lugar ideal para descansar tras el paseo y deleitarse con los paisajes únicos que ofrece este entorno.

La posición del pueblo en su entorno brinda panorámicas altamente fotogénicas de la Sierra Tejeda y La Axarquía, permitiendo a los visitantes disfrutar de paisajes de ensueño mientras exploran la belleza natural de la zona. La proximidad de Canillas de Aceituno a esta joya natural convierte a este lugar en un destino inigualable para aquellos que buscan conectar con la naturaleza y sumergirse en la tranquilidad de la serranía malagueña.

Sin duda, este rincón acuático no es lo único digno de visita en los alrededores de Canillas de Aceituno. Desde el casco urbano, parte una interesante ruta que lleva hasta el puente colgante del Saltillo, una peculiar obra que ofrece una perspectiva original y diferente de los hermosos entornos naturales en uno de los puntos más orientales de la provincia malagueña. Con sus impresionantes 70 metros de altura sobre el suelo y más de 50 metros de longitud, este puente colgante brinda la oportunidad de capturar imágenes inolvidables y se ha convertido en uno de los lugares más frecuentados por los amantes del senderismo en esta geografía.

La localidad de Canillas de Aceituno ofrece varios miradores en su casco urbano, desde donde se pueden divisar paisajes espectaculares en entornos agradables. Ejemplos notables son el mirador de Blas Infante y el de la Virgen. Además, el aljibe medieval que se conserva en el pueblo también es un buen lugar para disfrutar de las vistas panorámicas. El casco urbano de Canillas de Aceituno cuenta con casas y construcciones históricas, como la emblemática Casa de Los Diezmos. Pasear por los rincones más antiguos de este pintoresco pueblo es sumergirse en su rica historia que se remonta a épocas fenicias y romanas.

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