Pueblos de Málaga que debes conocer y visitar si eres malagueño
Algatocín, Benadalid y Genalguacil, tres pueblos de la Serranía de Ronda que descubrir
Su gastronomía y naturaleza, con múltiples rutas de senderismo, son un lujo
Tres pueblos divertidos y brillantes por su gastronomía que debes visitar en Málaga
La Serranía de Ronda es sin duda una de las comarcas que más pueblos encantadores, por su tamaño y ubicación, posee. De escasos habitantes pero de enormes tradiciones, su gastronomía es tan poderosa como la naturaleza que los rodeos, puntos privilegiados donde empezar una ruta de senderismo, perderse por sus bosques y montañas. Repasamos tres pueblos de Málaga, en plena Serranía de Ronda, que deberías conocer y visitar si eres malagueño: Algatocín, Benadalid y Genalguacil.
Algatocín
La tradición cuenta que la iglesia de Nuestra Señora del Rosario se construyó en el siglo XVI sobre un antiguo palacio nazarí que fue residencia de la princesa Algatoisa. Esta historia popularmente justifica el nombre de Algatocín para este municipio del Valle del Genal, aunque los expertos sostienen que se debe más bien a la denominación de la tribu bereber que habitaba estas tierras hace siglos. En el núcleo urbano se encuentra la Panadería Piña (Plazoleta, 12), donde el panadero Juanma Moreno elabora un pan de oro que, según cuenta, es el más caro del mundo. Cerca de allí, un horno municipal permite a cualquier vecino cocinar sus carnes y disfrutarlas en familia en las mesas dispuestas para ello.
En las afueras de la localidad se halla la ermita del Calvario, un agradable paseo que ofrece magníficas vistas de la Serranía de Ronda. Igualmente impresionantes son las panorámicas desde el conocido como Mirador del Genal, en el camino hacia Gaucín. Es una oportunidad que no se debe dejar pasar, así que es recomendable tomar la carretera A-373 y disfrutar de una comida en el restaurante Valdivia, una de esas ventas con mucha historia donde la carne a la brasa cautiva.
Benadalid
Con apenas 200 habitantes, con escasa oferta de bares y restaurantes y rodeado de municipios más turísticos, Benadalid es un destino que suele pasar desapercibido para muchos visitantes que exploran el Valle del Genal. Sin embargo, basta con recorrer sus calles para descubrir un lugar sorprendente: su castillo. Con forma de trapecio y tres torres circulares, fue erigido alrededor del siglo XIII, y entrar por sus puertas reserva otra sorpresa, ya que en su interior ahora se encuentra el cementerio municipal. Un poco más al sur, la iglesia de San Isidoro (del siglo XVI) destaca como uno de los edificios más imponentes del pueblo.
Junto a la antigua fuente romana y el tradicional lavadero, comienza una ruta de senderismo que se interna en el Bosque de Cobre en dirección a Benalauría, otro diminuto pueblo oculto entre los castaños. Ambos están integrados en la Gran Vuelta del Valle del Genal, una competición con un trazado solo adecuado para expertos: cubre una distancia de 129 kilómetros y acumula un desnivel positivo de 6.300 metros. Todo un desafío.
Genalguacil
Más que un simple pueblo, Genalguacil se presenta como un extenso museo al aire libre. Este municipio, que forma parte de la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España, inició hace casi treinta años sus encuentros artísticos, atrayendo a artistas para trabajar en su localidad. Ahora convertido en una bienal, que se celebra cada dos veranos, un grupo de creadores pasa un mes aquí para crear obras que se exhiben en espacios públicos del pueblo o se incorporan a la colección del centro de arte contemporáneo.
El arte emerge como una herramienta crucial en la lucha contra la despoblación en este municipio, rodeado de una naturaleza magnífica. El senderismo, por otro lado, se erige como otro punto fuerte de la zona. Hay rutas que conectan con pueblos cercanos como Benarrabá, así como senderos que serpentean junto al río Genal gracias a unas pasarelas metálicas. Una de las rutas más destacadas es, sin duda, la que atraviesa el pinsapar de Los Reales, aunque una parte de él fue afectada por el devastador incendio forestal del pasado mes de septiembre. La venta Las Cruces (Paraje Las Cruces, 6-8), a las afueras del pueblo, constituye una excelente parada gastronómica donde se pueden degustar platos locales, especialmente muchos guisos y cuchareo.
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