Tres pueblos de Málaga para dejarse seducir en plena sierra

La serranía rondeña tiene muchas localidades con encanto enclavadas en puntos espectaculares que garantizan una excursión placentera

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Vistas de Alpandeire.
Vistas de Alpandeire.
Redacción La Farola

17 de septiembre 2022 - 09:30

La provincia de Málaga cuenta con varias regiones en las que las características de los municipios que se asientan en ellas tienen puntos en común pero también particularidades únicas que los hacen diferentes. Al Este de la provincia, La Axarquía tiene pueblos con encanto que visitarLa Axarquía y una gran extensión que provee paisajes tan diferentes como los de la línea costera, la zona de la sierra Tejeda y Almijara que conecta con Granada o la extensión entre la capital malacitana y estos dos puntos. En el entorno de la Sierra de las Nieves hay pueblosSierra de las Nieves que merecen al menos una visita, como en la costa occidental de la provincia que tiene unas cualidades únicas que diferencian sus pueblos y playas y ofrecen lugares tan peculiares como la Punta ChulleraPunta Chullera o los baños de La HediondaLa Hedionda.

Pero en el noroeste de la provincia se encuentra la serranía de Ronda, un sitio especial por su situación, historia y geografía, que con la bonita localidad rondeña como municipio principal, también cuenta con multitud de pueblos blancos enclavados en lugares preciosos del entorno natural y que no son tan conocidos como otras localidades en torno al Caminito del Rey o más cercanas a la capital malagueña. Son sitios que visitar con calma, descubrir con tranquilidad y en los que pasar una jornada agradable entre sus calles de trazado andalusí, su gran patrimonio histórico y sus bonitos rincones naturales. Además, los municipios de esta mínima selección sirve como referencia para encontrar otras localidades cercanas que pueden ser igual de seductoras, por lo que dedicar pocos minutos a planear la visita puede repercutir en una experiencia más completa.

Alpandeire

Quizá de los nombres más conocidos de esta zona. Gran parte de la culpa puede tenerla Fray Leopoldo que nació en la localidad que tiene un centro de interpretación de la vida de este personaje que tiene gran acerbo popular en la provincia. Pero, además, Alpandeire tiene una sorprendente iglesia, dos momias, leyendas apasionantes y una situación geográfica privilegiada. Está cerca de otras localidades preciosas como Atajate, Júzcar o Faraján y tiene a su alrededor bastantes opciones para pasear entre la naturaleza, visitar los despoblados que un día fueron prósperos núcleos de población entorno a Alpandeire y, sobre todo disfrutar de una iglesia con una historia y un tamaño que parece desproporcionado para la localidad y que alberga un par de momias de curiosa procedencia.

Benadalid

No está lejos de Alpandeire y el resto de localidades citadas, se trata de un pequeño pueblo con mucho encanto. Sus calles, su mero trazado de ascendencia musulmana es parte de su encanto y su tesoro más llamativo es el cementerio de la localidad. Y es que está enclavado en una fortaleza de origen y planta romana que se ha utilizado, reformado y ampliado en las diferentes etapas históricas ha llegado hasta estos días como uno de los pocos edificios con una planta singular y que permite no sólo unas vistas preciosas, también recorrer la amplia historia de un lugar que tuvo gran importancia en el siglo X y los posteriores y que era un terreno de paso que conectaba importantes zonas del Sur e la península ibérica. Una gran opción para descubrir y disfrutar un entorno tranquilo y de gran belleza. Está cerca de otros municipios muy agradables de visitar y con mucho patrimonio como Benalauría, Algatocín o Jubrique.

Atajate

Un punto algo diferente a las dos opciones anteriores, pero igualmente bonito y muy peculiar. Es un pueblo que durante siglos fue conocido por la calidad del fruto de sus vides. La filoxera arrasó las producciones vinícolas de toda la provincia de Málaga y aunque se recuperó, Atajate no recuperó su esplendor con el mosto, los alambiques de los licores y el vino como protagonistas. Hoy en día esa temática adorna sus calles y explica parte de su historia. Además, está situado en un lugar privilegiado que convierte al municipio y sus alrededores en un mirador sobre el fecundo y bonito valle del río Genal. Un lugar apacible en plena sierra que provee de tranquilidad, un aire diferente y grandes dosis de patrimonio histórico y natural a sus visitantes. Una buena opción cercana a Ronda y las otras localidades propuestas.

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