Dos de los pueblos de Málaga que lo ofrecen todo: mar y montaña
Manilva y Casares cumple con el binomio perfecto para una escapada
Tienen todo lo que puede ofrecerte la montaña y todo lo que tiene para darte el mar.
Tres motivos gastronómicos para visitar estos pueblos de Málaga
Cuando habitualmente os recordamos que Málaga es un mucho más que un destino veraniego, de playa, sol y arena, es precisamente porque entre el importante número de pueblos y municipios de la provincia, se encuentran algunos pueblos que lo ofrecen todo, como bien pueden ser Manilva y Casares, pueblos que encontramos al oeste de la provincia y que tienen todo lo que puede ofrecerte la montaña y todo lo que tiene para darte el mar.
Manilva
Un encantador pueblo costero con una tradición ligada al mar y a la viticultura. Una visita obligada es el Centro de Interpretación de Las Viñas de Manilva, un lugar que ofrece una perspectiva diferente del municipio. El vino de Manilva, motor de su economía, se elabora principalmente con la uva moscatel de Alejandría, la variedad local predominante. Gracias a esta uva y al clima soleado, el azúcar se concentra tras la vendimia, produciendo vinos dulces y semidulces excepcionales.
Manilva es un destino turístico ideal para quienes buscan disfrutar de la tranquilidad en una zona menos concurrida de la Costa del Sol. Los visitantes encontrarán alojamientos de calidad y más de ocho kilómetros de playas excepcionales. En la playa de Sabinillas, situada dentro del término municipal de Manilva, descubrirás que los productos del mar son la esencia de su gastronomía. Aquí puedes degustar espetos de todo tipo, desde los tradicionales y famosos espetos de sardinas hasta otras variedades de pescado y marisco.
Y de aquí nos trasladamos al extremo más occidental de la provincia de Málaga: Punta Chullera, también conocida como Punta Cala Sardina, que sirve como frontera natural con la provincia de Cádiz. Esta acogedora cala es ideal tanto para tomar el sol de manera relajante como para una jornada de buceo entre las rocas. Otro sitio imperdible es el Castillo de la Duquesa, edificado a mediados del siglo XVIII sobre los restos de una villa romana. Está ubicado en la playa del Castillo, cerca del Puerto Deportivo de La Duquesa, un lugar con gran actividad turística y considerado uno de los mejores puertos deportivos de Europa.
Si estás buscando una experiencia diferente en un entorno natural, Manilva te ofrece la oportunidad de explorar su reserva ecológica a través del senderismo. La Reserva Ecológica Playa de Manilva, así llamada desde 2011, alberga más de 150 especies de plantas marítimas protegidas que no se encuentran en ningún otro lugar de la provincia de Málaga. Además, a lo largo de los más de seis kilómetros de senderos, puedes participar en una variedad de actividades y disfrutar de experiencias únicas, como paseos a caballo al atardecer por sus playas.
Casares
Reconocido como Conjunto Histórico-Artístico en 1978 y catalogado como uno de los pueblos más pintorescos de España, Casares se ubica en Sierra BermejaSierraBermeja, a una altitud que supera los 400 metros. Forma parte de un importante enclave medioambiental en Andalucía, el Paraje Natural Los Reales de Sierra Bermeja. Aunque sus raíces se remontan a la Edad del Bronce, su trazado urbano actual, con sus encantadoras callejuelas, tiene influencias árabes.
En lo alto de un escarpado macizo de piedra caliza se erige el Castillo de Casares, desde donde se contempla el dominio de los valles, colinas y llanuras costeras, desde la serranía de Ronda hasta la bahía de Algeciras. Junto al castillo se halla la antigua Iglesia Mayor de la Encarnación, erigida por los Reyes Católicos y hoy reconvertida en el Centro Cultural Blas Infante. Blas Infante, uno de los casareños más distinguidos, vio su casa natal transformada en la oficina de turismo, donde además de información sobre turismo, se puede disfrutar de una exposición permanente sobre su vida y legado.
Un poco más allá de Casares, se halla uno de los sitios turísticos más destacados que no puedes dejar de visitar: Los Baños de la Hedionda, donde se dice que Julio César se curó tras sumergirse en sus aguas y, según la leyenda, como agradecimiento, ordenó la construcción de lo que hoy conocemos como Casares. A pocos pasos de los baños, sobre el arroyo Albarrán, se alza el puente acueducto de los baños, un ejemplo de la arquitectura hidráulica del siglo XVI que se mantiene en excelente estado de conservación.
Desde los Baños de la Hedionda se inicia una de las rutas de senderismo más fascinantes de la región, un recorrido a través del Canuto de la Utrera que revela el conjunto kárstico más austral de Europa, una belleza espectacular y una riqueza natural impresionante. En el camino, tendrás la oportunidad de avistar numerosos buitres leonados. La Sierra Crestellina es un entorno natural lleno de contrastes, donde la vida se manifiesta con una belleza extraordinaria. Desde una de sus cumbres, se puede contemplar el paisaje de un municipio profundamente ligado a la montaña pero que mantiene un estrecho vínculo con el mar. A solo cuatro kilómetros del corazón de Casares, dominado por una torre de estilo musulmán llamada Salto de la Mora, se encuentra la playa de la Sal, una de esas playas caninas en las que puedes pasar tiempo con tu leal amigo canino.
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