Tres pueblos y tres castillos de Málaga para un plan perfecto sin fisuras
Las fortalezas son una característica común en la mayoría de las localidades de la provincia de Málaga. Estos enclaves desempeñaron un papel fundamental en la defensa y el refugio de los habitantes malagueños en épocas pasadas, y aún perduran en gran medida. Es frecuente que cada municipio tenga su propio castillo, muchas de las cuales están rodeadas por murallas que abarcan una gran parte de la población. Sin embargo, el paso del tiempo ha provocado que la mayoría de estas construcciones se hayan perdido por completo, quedando únicamente vestigios testimoniales de su existencia.
No obstante, existen casos en los que los castillos han resistido el paso del tiempo y se mantienen en un estado que permite visitarlos y explorar una parte de la historia pasada. Algunas fortalezas han experimentado cambios y reconstrucciones a lo largo de diferentes épocas, lo que ha contribuido a su preservación, asegurando que estos edificios, con siglos de historia en sus cimientos, perduren hasta nuestros días. Optar por incluir una visita a uno de estos castillos como parte de un plan para disfrutar de un día de ocio es también una excelente manera de conocer y apreciar la localidad en la que se encuentran.
Castillo de la Estrella en Teba
Una de las historias más célebres que involucran al castillo está relacionada con el rey Ricardo I de Escocia, quien reinó de 1306 a 1329. Su corazón embalsamado aún se conserva en la abadía del pueblo escocés de Melrose. Durante su reinado, Ricardo y un grupo de cruzados hicieron una parada en Teba en su camino hacia Jerusalén, donde ofrecieron su ayuda en la defensa de la fortaleza frente a las fuerzas musulmanas. Aunque esta es una narración notable, no es la única que merece la pena conocer sobre el castillo de la Estrella en Teba. Esta localidad no solo alberga esta fascinante historia, sino que también ofrece una amplia variedad de actividades de ocio en sus alrededores. Además, cuenta con numerosos lugares donde los amantes del queso artesanal pueden encontrar productos de alta calidad.
Castillo de las Cuatro Torres de Benadalid
Benadalid, un pintoresco pueblo de la serranía rondeña, alberga una fascinante fortaleza con cuatro torres que oculta un pequeño tesoro: su castillo. Aunque se encuentra en un enclave privilegiado, lo que lo distingue es que su estructura y origen datan de la época romana, habiendo sido utilizado a lo largo de las distintas eras, tanto en la época andalusí como en la cristiana, además de servir como cementerio para la localidad. A pesar de esta historia diversa, sus murallas, los impresionantes paisajes circundantes y el propio edificio en sí constituyen un hermoso regalo en este rincón encantador de la geografía malagueña. Esta zona desempeña un papel fundamental en la conexión entre la sierra y la costa, y atesora un valioso legado histórico. El pueblo en sí requiere de una visita única.
La fortaleza de Vélez-Málaga
Aunque no se encuentra en tan buen estado de conservación como otros, su ubicación justifica una visita. Esta fortaleza, con vistas panorámicas hacia la costa de la Axarquía y Vélez-Málaga, guarda una de las torres de vigilancia que alumbró la zona en otra época. Sus registros se remontan al siglo X y mantuvo su importancia a lo largo de toda la existencia del Reino de Granada. Cuando los cristianos la conquistaron, otorgaron un alto grado de relevancia al albergar en ella importantes instituciones de la época. Sin embargo, durante la invasión francesa, varias partes de la construcción fueron destruidas. A pesar de ser un castillo estratégicamente ubicado y utilizable por cualquier ejército, comenzó a decaer y se intentó detener su decadencia mediante la reconstrucción de las partes menos deterioradas en la década de los 70 del siglo XX.
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