Tres pueblos divertidos y brillantes por su gastronomía que debes visitar en Málaga
Nos adentramos en Carratraca, Cómpeta e Istán y su gastronomía
Sus bares y restaurantes son un buen motivo para recorrer sus calles
Pueblos con mucho encanto en Málaga para una primera escapada en 2024
Tres pueblos, tres historia, tres pequeños municipios de la provincia de Málaga que merece una visita en cualquier momento de este placentero verano que se nos avecina. Carratraca, Cómpeta e Istán son las tres pequeñas parada que realizamos en este pequeño viaje por sus calles pero también por sus bares y restaurantes, aquellos que son reflejo de su gastronomía, de su historia y de su cultura.
Carratraca
Las propiedades terapéuticas de las aguas de Carratraca han atraído a visitantes durante siglos a este pequeño municipio cercano a la ciudad de Málaga. Pero el municipio ha tenido siempre mucho más que ofrecer: sus pintorescas calles y edificios como el Palacio de Doña Trinidad Grund, que actualmente alberga el ayuntamiento y lleva el nombre de quien convirtió al pueblo en destino de recreo para la burguesía madrileña a finales del siglo XIX.
¿Y qué ofrece Carratraca en términos gastronómicos? La autenticidad del lugar se manifiesta seguramente en la mítica fonda Casa Pepa (Baños, 18), un restaurante que se mantiene prácticamente igual desde hace décadas pese a que tristemente nos dejó el pasado verano Pepa Baeza, su fundadora. En el salón de esta casa familiar, adornado con fotografías de eventos como comuniones y bodas, y una variedad de utensilios, se sirven generosas raciones de platos tradicionales como el gazpachuelo. Como plato principal, se ofrecen especialidades como el magro con tomate, acompañados de vino y pan casero. Este menú inalterable, a precios asequibles, garantiza que el restaurante esté lleno cada fin de semana.
Cómpeta
A los pies del Parque Natural Sierras de Tejeda, Alhama y Almijara, Cómpeta se destaca como un pueblo excepcionalmente diverso: aproximadamente la mitad de sus casi 4.000 habitantes son extranjeros. Aunque predomina la comunidad británica, también hay residentes procedentes de prácticamente todos los rincones del mundo. ¿Qué los atrae allí? El paisaje, la paz y un clima excelente con inviernos suaves. Y cuando el calor aprieta, solo necesitan tomar la carretera en dirección a Torrox para encontrarse algunas de las mejores playas de la zona.
Cómpeta es uno de esos pueblos que, a primera vista, podrían ubicarse al otro lado del Mediterráneo: su trazado urbano de casas blancas aún refleja su herencia árabe. Hoy en día, vale la pena explorar sus estrechas calles para llegar a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, así como visitar el Museo de Artes y Costumbres o recorrer el Paseo de las Tradiciones, adornado con murales de cerámica que narran la historia local y culminan con una estatua de una pareja bailando verdiales. No se puede dejar de probar el vino moscatel de la comarca, que se sirve en todos los bares del pueblo. También se puede degustar en el restaurante El Pilón (Laberinto, 1), donde se puede disfrutar de una comida de categoría en un entorno castizo.
Istán
Si hay un pueblo caracterizado por el agua en la provincia de Málaga, ese es Istán. Prácticamente en cada esquina de sus calles se puede escuchar el murmullo de una fuente, una acequia o un arroyo. Incluso cuenta con un museo dedicado al agua. Además, tiene un lavadero, como el que se encuentra en la calle Chorro, que también sirve como parada habitual para los ciclistas que disfrutan de las curvas de la carretera que conecta el pueblo con Marbella.
La torre de Escalante, que data del siglo XV, es uno de los puntos más notables. También son impresionantes las panorámicas desde los diferentes miradores del casco urbano, como el de El Peñón o, un poco más alejado, el de la Herriza, que siempre ofrece vistas al río Verde, al que se puede acceder a través del sendero por la Cañada de los Laureles. Junto a la calle Río se alza la iglesia de San Miguel Arcángel y, en su cercanía, hay dos lugares para hacer una parada agradable: el Bar Troyano (Río, 23) y el restaurante El Barón (Marbella, 8), conocidos por sus platos de la zona como potajes y carnes. Cerca de la piscina municipal, en la parte alta, el restaurante Raíces (Camino del Nacimiento, s/n) ofrece platos más contemporáneos, acompañados de unas vistas excelentes del pueblo.
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