El punto de Málaga entre la competencia turística europea

El Ayuntamiento de Málaga acaba de presentar su nueva imagen de marca dirigida al sector turístico. La ciudad abandona el anterior lema "Málaga, ciudad genial" que tenía una imagen diferente por el "Málaga, ciudad redonda" y paulatinamente la imagen de la urbe de cara a sus visitantes irá mudando. El cambio ha sido sustancial en la idea y también en la manera de expresarla y las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar. En cualquier caso, la capital de la Costa del Sol ha mudado su imagen como suelen hacer el resto de grandes capitales europeas que tienen el turismo como una de sus principales fuentes de ingreso. La mayoría evolucionan un concepto y lo reflejan en su imagen utilizando las tendencias en diseño y los estudios de aceptación de la marca por parte de las personas a las que va dirigido.

Además, casi todas las ciudades distinguen entre su imagen de cara al exterior y la que se refiere propiamente a la ciudad. Esto se ve claramente en Paris o Berlín (un barco y un oso respectivamente son sus signos de identidad y su evolución a lo largo del tiempo es lo que se puede ver en los elementos oficiales online y offline), pero también en Copenhague, Ámsterdam o Barcelona. Roma, por ejemplo, tiene distintivos similares para ambas cosas, pero no es lo habitual.

La imagen turística de Sevilla y Córdoba también ha sufrido modificaciones en las últimas fechas. La de la capital andaluza sufrió un gran cambio hace justo un año, cuando se presentó con un elemento que llamaba un poco la atención como es el punto final tras el nombre de la ciudad, más el color amarillo y las sombras bajo el nombre. En Córdoba también hubo cambio hace pocos años y su distintivo refleja el patrimonio de las cuatro culturas que hacen de la ciudad una de las más ricas en restos históricos del país. El legado cristiano, musulmán, judío y romano es fácilmente reconocible en su imagen, aunque éste último tuvo algo de polémica por no ser tan fácilmente identificable.

Sencillos de entender y comprender también son los guiños que la imagen de París, Berlín y Copenhague tienen. La A parisina recuerda inevitablemente a la torre Eiffel, la composición de la capital alemana también se identifica con la puerta de Brandeburgo, y la evolución de la figura de La Sirenita junto al Visit Copenhague aprovecha un icono de la ciudad reconocible por todo el mundo con un mensaje claro que cada vez está más unido a este tipo de imágenes: Visit London, por ejemplo, con una tipología simple es lo que puede verse en las páginas oficiales de turismo de la capital británica, un destino con opciones para los visitantes ampliamente conocidas. Es una frase fácilmente identificable por cualquiera aunque no hable inglés y hace años que se ha convertido en una especie de mantra en la promoción de muchas ciudades por todo el mundo.

Ámsterdam, Roma y Barcelona

El caso de Ámsterdam también es peculiar. El I Amsterdan en letras gigantes se ha convertido en una foto obligada para todos los visitantes de la ciudad neerlandesa que cambió la construcción de lugar hace pocos meses, pero que sigue manteniéndola como un signo distintivo y la principal imagen de cara al turismo junto con la de la propia ciudad: las tres cruces, signo histórico de la urbe que simbolizan las inundaciones, los incendios y la peste, elementos que marcaron la historia de la ciudad. Esa fórmula de letras en las que fotografiarse se ha extendido por todo el mundo y ha perdido el punto de originalidad de antaño, por lo que aunque sigue teniendo protagonismo en la ciudad del Rijksmuseum, ya no es tan predominante en el paisaje.

Barcelona ha escogido, también recientemente, una opción más simple sin nada que identifique a la ciudad, como sí ha hecho Roma que cuenta con una imagen colorida y el S.P.Q.R. (Senatus populusque romanus, que significa Senado y pueblo de Roma), algo que identifica a la ciudad durante los últimos 2000 años, como la imagen fundacional de la ciudad de la loba amamantando a Rómulo y Remo que no es ya la principal imagen de la capital italiana. Málaga ha cambiado y simplificado su mensaje y su imagen, ahora habrá que ver cómo el público puede relacionarla con la ciudad andaluza, que se extiende alargada entre la montaña y el mar, y si es capaz de transmitir lo que pretenden las autoridades.