Qué ver en Frigiliana: el legado de tres culturas

Redescubriendo Málaga tras el coronavirus

El municipio axárquico no olvida su pasado compartido árabe, judío y cristiano

Y mantiene su autenticidad a pesar de su gran éxito turístico

Frigiliana es un pueblo de la Axarquía que se abre a la concordia.
Francisco M. Romero

23 de septiembre 2020 - 07:30

Frigiliana es uno de los pueblos blancos más hermosos y auténticos que engalanan el territorio de la provincia de Málaga. Es un hecho reconocido a lo largo de las décadas. Una realidad que surge de la mezcla de tres culturas, lo que dice mucho, y todo bueno, del mestizaje, de los beneficios del intercambio, la convivencia pacífica, la empatía y el cariño entre gentes de diferente origen.

Las calles y rincones de Frigiliana son testigos de que es posible el día a día entre culturas diversas. Lo fue hace siglos, y el municipio lo revive cada verano en cada uno de sus recovecos con el Festival 3 Culturas, siempre y cuando la pandemia lo permita.

La realidad aguanosa habla de cristianos, de árabes y de judíos viviendo en paz y armonía. Puede que tanta bonanza en la convivencia sea leyenda, pero hay mitos que merecen la pena emular.

Cada paso dado en el término frigilianense contagia a sus visitantes de este deseo de unión y de lo enriquecedor que resulta conocer cada una de estas culturas que han configurado el mundo. El arte, la magia, la gastronomía, las costumbres populares, el patrimonio... son elementos de las Tres Culturas que se pueden descubrir en todas las cosas que ver en Frigiliana.

Un municipio cuyo mayor mérito es, a día de hoy, conservar su autenticidad a pesar de ser un reclamo turístico tan evidente. Quizá, de hecho, ese es su gran atractivo; algo de lo que bien podrían aprender otras localidades malagueñas que se han transformado en poco más que en escenarios de cartón piedra traicionando su legado.

Plaza de las Tres Culturas

Arranca el paseo por el municipio axárquico en la plaza de las Tres Culturas que rinde homenaje al amplio legado histórico local.

La aguanosa plaza de las Tres Culturas. / malaga.es

Es una de las principales plazas del municipio, con una gran vida cultural y de espectáculos, epicentro del Festival 3 Culturas.

Además, hace de mirador para la parte más baja de Frigiliana.

Museo Arqueológico de Frigiliana - Casa del Apero

El Museo Arqueológico - Casa del Apero de Frigiliana tiene como objetivo la difusión del patrimonio cultural e histórico de la localidad.

El Museo Arqueológico de Frigiliana. / malaga.es

Y es que Frigiliana, de trazado andalusí, ilustra la historia de una alquería que vivió su máximo desarrollo demográfico y agrícola en época nazarí, siendo una etapa clave en la huida de los moriscos del Reino de Granada hacia el norte de África.

Las colecciones expuestas en las instalaciones de este museo permiten un recorrido por la historia del municipio y albergan materiales de yacimientos como Poyos del Molinillo y Cerrillo de las Sombras.

El museo de Frigiliana expone su rico legado histórico. / Museo Arqueológico Frigiliana

El primero es un poblamiento de cabañas dispuestas en la ladera de un cerro, que es habitual a partir de la Edad del Bronce y cuyas poblaciones indígenas son las que establecen contacto entre los siglos VII y VI a. C., con las colonias fenicias del litoral.

En el Cerrillo de las Sombras se han localizado tumbas de incineración en contenedores de inspiración fenicia.

El Ingenio

El Ingenio de Frigiliana tiene muchos nombres. También se le conoce como el Palacio de los Condes y la Fábrica de Nuestra Señora del Carmen. Este inmueble es un palacio renacentista del siglo XVI que en la actualidad alberga la única fábrica de miel de caña que existe en Europa.

Situado en el centro de la población, en la plaza del Ingenio, desde allí tiene una buena perspectiva de las maquinillas de Arriba, Enmedio y Abajo, es decir, de parte del patrimonio hidráulico local.

La fábrica de miel de caña El Ingenio. / malaga.es

Ascendiendo a la parte alta del pueblo se puede acometer la acequia de Lízar desde el pozo de Lízar, que nos llevará hasta el río Higuerón, donde se puede disfrutar de una hermosa ruta de cahorros, pozas naturales y cascadas.

También, desde la parte baja del pueblo se puede acceder al río Higuerón y alcanzar, ascendiendo el río por su cauce, el pozo de Batán y su acequia hasta la captación de agua.

El Molino Alto y la acequia del Higuerón, parte del patrimonio hidráulico de Frigiliana. / malaga.es

Uno de los aspectos más interesantes de estos elementos relacionados con la industria y el agua de Frigiliana es la disposición de los ingenios hidráulicos en diferentes alturas, de forma que la misma acequia ponía en funcionamiento las ruedas hidráulicas de hasta cinco maquinarias.

Se trata sin duda de uno de los ejemplos más antiguos conservados en uso de aprovechamiento de un sistema de riego de tradición morisca que ha pervivido en el tiempo, reutilizándose una y otra vez.

Ruta del río Higuerón

Aprovechando el espacio natural de Frigiliana y sus patrimonio hidrológico, podemos realizar en la localidad, como hemos comentado, una ruta por el río Higuerón. Esta es una senda de dificultad moderada pero extensa que es preferible hacer en verano.

El río Higuerón es afluente del río Chíllar, por lo que su cauce recuerda en muchos de sus tramos a este río, y nace en Frigiliana, en la sierra de la Almijara, la Axarquía.

Un tobogán natural en el río Higuerón.

Es una ruta de unos ocho kilómetros de largo y debemos remontar un trecho el río para llegar hasta sus angosturas calizas o cahorros. Por ello, su primer tramo puede ser algo monótono, pero la recompensa al esfuerzo está garantiza.

En el recorrido pasamos por zonas de cascadas, pequeños rápidos y aluviones donde hay que tener cuidado por lo resbaladizo de las rocas.

La senda regala rincones naturales preciosos. / malaga.es

Para finalizar esta senda fluvial es necesario salvar dos saltos de agua, por lo que tendremos que hacer acopio de destreza para no darnos un costalazo. Para ello recomendamos precaución y un calzado adecuado. Nada de chanclas de goma, por favor.

Y si vamos con alguien más experimentando y ágil, mejor que mejor.

Iglesia de San Antonio de Padua

La iglesia de San Antonio de Padua en Frigiliana. / malaga.es

La iglesia de San Antonio de Padua se levantó en Frigiliana en el año 1676 reutilizando una antigua ermita.

Construida por los Manrique de Lara, a la sazón dueños de la villa desde mayo de 1640, en su interior distinguimos tres naves separadas por arcos de medio punto.

La portada es de ladrillo y en ella se aprecia un escudo del obispo fray Alonso de Santo Tomás.

El interior se divide en tres naves, como es habitual. / malaga.es

Fuente Vieja

Otro elemento de patrimonio acuático presente en Frigiliana es la Fuente Vieja.

Construida por (bueno, más bien mandada construir por) Íñigo Manrique de Lara, primer Conde de la Villa, en el año 1640, colocó por lo mismo su escudo de armas en ella.

La Fuente Vieja data del siglo XVII. / malaga.es

Se encuentra en la parte posterior de una vivienda y se concibió para abastecer a la población y como abrevadero de animales, todo en uno.

La Ermita del Ecce Homo

La ermita del Ecce Homo, o ermita del Santo Cristo de la Caña como la conocen los vecinos, es un pequeño edificio cuya primera construcción se data en el siglo XVIII.

La ermita del Ecce Homo o capilla del Santo Cristo de la Caña. / malaga.es

Cada Miércoles Santo se procesiona desde esta ermita hasta la mencionada iglesia de San Antonio de Padua la talla del Ecce Homo, una pieza en madera policromada de estilo neobarroco realizada en la segunda mitad del siglo XX.

Los Reales Pósitos

Los Reales Pósitos de Frigiliana son un antiguo silo construido en el año 1767 donde se almacenaba el excedente de grano en los años de buena cosecha.

Los Reales Pósitos de Frigiliana arrropan en la actualidad viviendas y comercios. / malaga.es

Aunque la institución del pósito se menciona a partir del año 1749, es muy probable que se instituyera en 1640, año en el que la localidad se constituyó como villa independiente.

Hoy por hoy, este edificio es un espacio ocupado por viviendas, conservándose de su antigua estructura tan sólo las arcadas de ladrillo de su alzado principal y sus sótanos.

Castillo de Lízar

No se sabe con certeza cuando se construyó el castillo de Lízar de Frigiliana, si en el siglo IX -coincidiendo con la revuelta de Omar Ben Hafsun contra el emir de Córdoba- o durante el siglo XI -coincidiendo con la construcción de otros recintos similares por parte de los almorávides-.

El castillo de Lízar disponía de agua procedente de una acequia, que le llegaba a través de un pequeño acueducto y ocupó una superficie de unos 4.000 metros cuadrados. Ubicado en lo alto del pueblo, se conserva en muy mal estado: en la actualidad únicamente quedan de él restos de su cimentación y parte de la rampa de acceso.

Nadie sabe con seguridad cuándo se construyó el castillo de Lízar.

Según las crónicas que nos han llegado de la época, esta importante defensa fue destruida por los ejércitos cristianos en el año 1569 por orden de Luis de Requesens, comendador mayor de Castilla, con el beneplácito de Felipe II, que deseaba acabar con todo lo que le recordara la rebelión de los moriscos y tampoco quería que volviera a ser refugio de sus enemigos.

No se conoce la estructura de su trama interior, pero sí la del trazado exterior, gracias a la conservación de algunos lienzos de muralla de poca altura y restos de muros. Así, la fortaleza cubriría la totalidad de la corona del cerro de Lízar.

Rutas naturales por Sierra Almijara, Tejeda y Alhama

Son numerosos las sendas que rodean a Frigiliana para conocer los espacios naturales que la rodean y en los que destacan la sierra de Almijara, Tejeda y Alhama.

Por ejemplo, podemos recorrer la ruta que conecta a Frigiliana con Nerja y que ya hemos reseñado en algún que otro reportaje previo.

Las vistas desde la sierra de Enmedio. / malaga.es

Un camino que conecta a Nerja y Frigiliana por la Gran Senda de Málaga, que corresponde a la etapa número 5 de este enorme entramado de trazados, y que es un espacio fantástico para descubrir la senda que conecta la costa con el interior.

Otra ruta la pone en relevancia la senda que aúna Frigiliana con Cómpeta.

Los pinares serán una constante. / malaga.es

Este camino, que corresponde a la etapa 6 de la Gran Senda de Málaga, recorre cerca de 25 kilómetros de montes y discurre entre fuertes repechos.

De hecho, poca broma: supone una dura ascensión de más de 1.200 metros de altitud en una sierra con picos que superan los 1.700 metros.

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