Qué ver en Fuengirola (aparte de cordobeses por doquier): una pequeña localidad con mucha esencia

Fuengirola, grande, grande, no es. Bromeando podríamos decir que su último PGOU data del año 1485, cuando fue incorporada a la Corona de Castilla. Con poco más de 10 kilómetros cuadrados y una altitud media de cinco metros, Fuengirola es un plato llano del que, sorprendentemente, los fuengiroleños han sabido sacar oro.

Y es que la ciudad, con una franja costera de cerca de ocho kilómetros de longitud, es la quinta localidad más poblada de la provincia de Málaga: el aprovechamiento del espacio es, sin duda, una de las mayores virtudes de los choros. Sólo les falta dar el paso de una vez y comenzar a edificar grandes rascacielos.

Fuengirola es un municipio de pescadores que hunde sus raíces en un origen fenicio, con un legado cultural y patrimonial enorme y, lo que es mejor, se puede llegar andando a cualquier parte. Si nos lo proponemos, disfrutaremos de esta ciudad sin tener que montarnos en ningún cacharro, únicamente disfrutando de un largo y agradable paseo.

Hay quien recorre todas las mañanas su paseo marítimo como si tal cosa. Esto, nos da igual lo que piensen los demás, es algo maravilloso.

Y dentro de este pequeño frasco de ciudad, una pujante y rica vida cultural, gastronómica, social y de ocio. Algo que bien saben los cordobeses, quienes cada verano conquistan Fuengirola para su uso y disfrute.

Y si vuelven cada año, como las oscuras golondrinas, por algo será, algo tiene que tener esta ciudad caída de bruces ante el Mediterráneo.

Castillo de Sohail

El Castillo de Sohail está en plena desembocadura del río de Fuengirola, donde además encontramos el cuidado parque fluvial. Sobre una pequeña colina aislada, se convierte en un mirador privilegiado de una amplia franja costera dominada por la Sierra de Mijas.

Las condiciones geográficas de este lugar permitieron el poblamiento de sus laderas por púnicos y romanos. Sobre las ruinas de sus asentamientos se edifica, ya en época califal, un primer enclave.

En 1485 el Castillo de Sohail es ocupado por el ejército cristiano en plena ofensiva contra el reino nazarí de Granada. A partir de ese momento entrará en un proceso de readaptación de su arquitectura que lo irá acercando a su fisonomía actual.

Actualmente, el Castillo Sohail se emplea para usos culturales, como conciertos, festivales y otros divertimentos varios.

Torre almenara Torreblanca

La torre vigía de Torreblanca se encuenta hoy por hoy sobre un cerro cercano al yacimiento arqueológico romano Finca El Secretario. Una ubicación que no es la original.

Y es que hasta los años 50 -desde 1765, cuando se cree que fue edificada- esta torre vigía se encontraba sobre un promontorio en otra parte de la localidad, junto a la actual N-340.

Sin embargo, en los años 60 la torre desapareció con la ampliación de dicha vía, para ser reconstruida en el lugar donde se encuentra ahora, junto al famoso Toro de Osborne.

Yacimiento romano de la Finca del Secretario

El yacimiento arqueológico romano Finca El Secretario se han encontrado piezas de gran valor histórico, como la Venus de Fuengirola, utensilios agrícolas de la sociedad o sus termas.

Es parte de una importante villa romana que integra una parte urbana y otra industrial. Arranca desde mediados del siglo I d.C. y pudo perdurar hasta el siglo V.

Desde 2019 disponde de un centro de interpretación en el que los visitantes pueden apreciar una recreación de unas antiguas termas romanas.

El litoral de Fuengirola

No es ningún secreto: las playas de Fuengirola son las playas de Córdoba. La costa fuengiroleña destaca por su innovación de servicios tales como juegos infantiles, zonas deportivas, duchas, megafonía y plataformas adaptadas para personas con movilidad reducida y personas mayores, quienes son atendidas de este modo por socorristas que cuentan con equipamiento para facilitarles el baño (grúas, sillas anfibias o muletas especiales, etc).

De hecho, la playa de Los Boliches fue donde se creó la primera playa adaptada a personas con movilidad reducida en el año 2000.

Los accesos a las playas de Fuengirola son fáciles y cómodos ya que paseando por su continuo y cuidado paseo marítimo podemos llegar a todo su litoral, que está dividido en cuatro playas principales: Castillo, Fuengirola, Los Boliches y Carvajal. Esta división, a su vez, distingue otras zonas en su interior.

Este año además son numerosas las playas fuengiroleñas que han logrado la Bandera Azul, como por ejemplo la playa de Los Boliches – Gaviotas.

La playa de Los Boliches - Gaviotas es, sin duda, una de las que cuentan con más ambiente del municipio. Se trata de una zona de arena oscura tremendamente amplia y que recibe gran cantidad de visitantes, especialmente durante los meses de verano, por lo que aparcar en la zona es la decimotercera tarea de Hércules.

La playa de Los Boliches tiene una anchura media de 60 metros y una longitud aproximada de tres kilómetros si englobamos en su interior la propia playa de Los Boliches, las Gaviotas y Torreblanca.

A pesar de ser una playa con una ocupación media alta, los bañistas que acuden a ella prefieren el sosiego y no son muy de alborotar, por lo que es una playa mucho más tranquila que las playas céntricas.

Aun así cuenta con todas las comodidades que puedas necesitar: baños públicos, duchas, torres de salvamento, hamacas, masajes, chiringuitos cercanos donde ponernos morados de tinto de verano...

Además, Los Boliches - Gaviotas está adaptada para personas con movilidad reducida con sillas anfibias, módulo de aseos, dos socorristas que atienden al baño, muletas, diez aparcamientos reservados, etc.

Por su parte, otra de las playas de Fuengirola con Bandera Azul este año es la playa de San Francisco – Fuengirola. Entre el puerto de Fuengirola y la playa de Los Boliches, la playa de San Francisco – Fuengirola tiene unos 350 metros de longitud y unos 20 metros de anchura media y es también accesible desde el paseo marítimo. Es una playa de arena fina y dorada, con un nivel alto de ocupación, aguas tranquilas y con los servicios propios de las playas urbanas, es decir, todos.

Es, sin duda, una playa familiar, recomendada dentro del completo abanico de opciones que nos ofrece Fuengirola: entre la playa de San Francisco y la playa de Santa Amalia se suman nueve chiringuitos. En cuanto a los bares que existen a lo largo del paseo marítimo digamos que aún no ha nacido el hooligan que se los conozca todos.

Una cala más con Bandera Azul es la playa del Castillo que es la primera playa que nos encontramos en Fuengirola, en sentido este a oeste. También conocida como playa de El Ejido, linda con la mijeña playa del Peñón del Cura y como decimos está dominada por el castillo Sohail que se sitúa, como hemos dicho, en la desembocadura del río de Fuengirola.

Este gran arenal es idóneo para realizar moragas en sus típicas barcas fuengiroleñas. La playa del Castillo tiene una longitud de 800 metros y una buena anchura media de 50 metros. De aguas tranquilas y arena fina y oscura, tiene un grado de ocupación medio y el nivel de urbanización que la rodea es relativamente bajo.

Un par de chiringuitos, un acceso cómodo y fácil tanto en coche como a pie, la cercanía del centro comercial Miramar y del parque fluvial de Fuengirola, hacen de esta playa la elección idónea para pasar un día de playa estándar o para bajarnos un rato a producir en nuestros cuerpos vitamina D.

Por último, la playa de Carvajal también ha logrado este 2020 una Bandera Azul, lo que dice mucho, y todo bueno, de esta playa de sombrillas de colores y accesos fáciles a pie, en coche o incluso en el tren de Cercanías, ya que hay una parada cerca.

Se encuentra en el levante fuengiroleño y es una playa con un ambiente muy juvenil y una extensión de 450 metros de longitud y unos 40 metros de anchura media.

Su ocupación es alta, especialmente en su zona más occidental, pero aun así, y a pesar de sus seis chiringuitos, no está tan saturada como otras playas de la localidad.

La playa de Carvajal se caracteriza por ser de arena oscura, grava y bolos, y por sus aguas tranquilas.

Feria de los Pueblos

No sólo de monumentos y espacios costeros tiene Fuengirola para ofrecer. Como decíamos, la localidad cuenta con una amplia vida cultural y de ocio entre la que destaca su ya tradicional Feria de los Pueblos.

Esta feria se convierte en una cita perfecta para renovar nuestro amor por la diversidad y la humanidad, así, en general.

Una feria que cada año (menos este del coronavirus) se convierte así en un gran reclamo para turistas provinciales, nacionales e internacionales.

Karting Experience Miramar

Como elemento de ocio, en Fuengirola, en la terraza del centro comercial Miramar, encontramos Karting Experience. Este circuito cuenta con dos circuitos: el de adultos, de casi 500 metros de largo y seis metros de ancho; y el infantil, de 200 metros.

Así, Karting Experience ha sido diseñado especialmente pensando en toda la familia. Además, cuenta con una amplia terraza al aire libre con cafetería.

Eso sí, tal y como siempre recordamos, hay que tener en cuenta, antes de ir, si la covid ha variado la apertura de éste u otros lugares listados aquí.

Easter egg: El Cónclave de Piedra

Encontramos El Cónclave de Piedra en Fuengirola, en calle la Unión, 44. Es una tienda y ludoteca de juegos de mesa con una colección de más de 70 juegos (son tienda oficial de Wizards of the Coast) y amablemente enseñan a jugar y prestan en su local sus juegos a sus visitantes de forma gratuita y sin compromiso.

Así, cualquiera que lo desee puede ir a El Cónclave de Piedra a echar una tarde en familia o entre amigos en un lugar agradable y lleno de entretenimientos para todos.

De igual forma, si lo que buscas es un regalo, sus simpáticos dependientes -que rompen con el mito de dependiente estirado a lo tienda de cómics de Los Simpson- guían y aconsejan a sus clientes según las características de lo que busquen. También permiten que, antes de comprarlo, puedan probar el juego y ver si de verdad les gusta.

El Cónclave de Piedra también es una comunidad cada vez mayor, perfecta para todo aquel que quiera hacer un nuevo grupo de amigos jugones.