Qué ver en Málaga: la ciudad re reconquistada

Redescubriendo Málaga tras el coronavirus

La ciudad, sin su habitual equipaje de turistas y visitantes, andorrea tranquila y acogedora como desde hace décadas

Una oportunidad de oro para reconciliarse con la capital y todo lo que tiene para aquel que quiera aprovechar este momento único

Porque esto también pasará

La esperanza en el mañana revolotea sobre un ramo de biznagas / MARILÚ BÁEZ
Francisco M. Romero

06 de agosto 2020 - 08:30

Una verdad muy incómoda para el restaurador, el hostelero y el hotelero es que Málaga es ahora una ciudad muy cómoda. Para el vecino, el viandante, el visitante.

Y si bien es cierto que, si nos dieran a escoger entre que Málaga continuara siendo un puerto en el que recalan millones de turistas cada año, o la más absoluta de las ruinas económicas, la elección es bien clara, también es cierto que es el momento de disfrutar como nunca de una ciudad que ha sido re reconquistada. El destino, después de todo, no está carente de ironía.

Es el momento de salir a la calle para tomar el pulso de una situación que representa la peor pesadilla de muchos de esos agoreros que afirmaban que si se quitaba una sola silla de una terraza de cualquier bar, los visitantes dejarían de venir a la capital.

Un rumor apocalíptico que se parece bastante a lo que tenemos entre manos: el turismo o el caos: ahora comprobaremos qué hay de verdad en esa profecía arrojada a la cara de los vecinos del casco histórico, una y otra vez.

Mientras, hoy por hoy, vive Dios que pasear por las calles de la capital malacitana es una pura gozada. Casi nos cortaría la respiración si no fuera que llevar la cara tapada ya hace eso mismo.

Vivimos una segunda reconquista. Un poco menos violenta que la de los Reyes Católicos y, esperamos y deseamos, con algún que otro habitual cambio de ropa interior (amén de algún ocasional enjuague de mascarilla).

Una re reconquista con la que re redescubrir una ciudad repleta de espacios y monumentos que hasta antes de la pandemia quedaban ocultos por una horda de turistas.

Y mientras la colina de visitantes vuelve (así lo quiera la Fortuna) alcancemos esos lugares que también configuran el pasado, el presente y el futuro de una ciudad que ahora se nos antoja demasiado tranquila.

Muelle Uno

El Muelle Uno nos ofrece un espacio para lo que queramos. / javier albiñana

El Muelle Uno no deja a nadie indiferente. Ya sea desde el Palmeral de las Sorpresas a la Farola, pasando por el Cubo del Pompidou, el Muelle Uno se ha convertido en un hito indispensable en Málaga.

Mención especial merecen las columnas en forma de arco del espaldón del dique de Levante junto al Terminal de Cruceros: un lugar tan fotogénico como sucio que se debería cuidar un poco más, ya que está de capa caída y ahora, además, también supone un grave problema.

Málaga: ciudad de los museos

No mencionar lo que ha hecho que Málaga se coloque en el mapa de todo aquella persona que guste de viajar sería, sencillamente, una locura.

Los numerosos museos que jalonan la capital se han convertido ya casi en un lugar común, pero no podemos dejar de reseñarlos.

Visitantes en el Museo Carmen Thyssen Málaga, tras la reapertura. / Javier Albiñana

Vamos a coger carrerilla y recitarlos como la lista de los reyes godos: el Museo de Málaga, el Museo Picasso Málaga, el Museo Carmen Thyssen, el Centre Pompidou, la colección del Museo Ruso, el CAC Málaga, el Museo del Vidrio, el Museo Automovilístico y de la Moda... ¡será por museos en Málaga!

Calle Larios

¡Hombre, ¿cómo no?! La calle más famosa de toda Málaga tenía que estar en este listado. Ya sea por las numerosas exposiciones que se reparten a lo largo de todo el año o porque en Navidad es el epicentro del flash y el selfi gracias a su velada, la calle Marques de Larios es la niña bonita de los smartphones y del postureo.

Ver calle Larios vacía era algo impensable.

Ver colas para ocupar su espacio central como si la calle fuera de uno, es típico y normal. O al menos lo era.

Si usted ha paseado alguna vez por su recorrido, sea la hora que sea, habrá sido captado como extra viandante más veces de las que se pueden contar.

Taller Gravura

La galería taller de grabado Gravura es toda una institución en Málaga desde el mismo momento en que abrió sus puertas en 1979, en pleno casco histórico de la ciudad.

Desde su inicio, el artista Paco Aguilar ha desarrollado una importante labor difusora del grabado calcográfico con la realización de numerosos talleres y clases continuas de iniciación a esta forma artística, edición de obra gráfica y organización de exposiciones de artistas contemporáneos...

El Taller de Gravura de Paco Aguilar es todo un referente en Málaga.

Por Gravura han pasado multitud de artistas y personas interesadas en el arte que han encontrado en el taller un espacio donde aprender, experimentar y apreciar el lenguaje del metal.

Las exposiciones que se llevan cabo en Gravura son de carácter mensual y giran, principalmente, en torno a la obra gráfica original, la obra sobre papel y la escultura.

La Catedral

La 'Manquita' también ocupa un espacio privilegiado como no podría ser de otro modo en este listado de cosas que ver en la capital malagueña.

Panorámica del centro de Málaga, con la Catedral al fondo. / Javier Albiñana

Visita obligada, la Catedral de Málaga y la plaza del Obispo se convierten en protagonistas en no pocas fotos de los visitantes.

Jardín Botánico de La Concepción

El escenario preferido para hacer las fotos de postboda de los novios malagueños: el Jardín Botánico Histórico de La Concepción.

El Jardín Botánico de La Concepción.

Un jardín que, más allá de que busquemos una foto con la que llenar nuestro vacío existencial, se tiene la obligación de visitar alguna vez en la vida.

Hermoso, tranquilo, sabemos que es un cliché pero su presencia realmente es un remanso de paz en mitad de Málaga.

Teatro Romano de Málaga

El Teatro Romano de Málaga es un ejemplo perfecto de cómo se pueden recuperar restos históricos para actualizarlos y volver a dotarlos de vida.

El principal vestigio conservado de la presencia romana en la ciudad de Málaga fue construido en los primeros años del siglo I d.C., a comienzos del Imperio. Con anterioridad, en este emplazamiento se localizaban unas termas de las que se conserva parte de un suelo de opus spicatum.

El Teatro Romano de Málaga y uno de sus curiosos visitantes. / Javier Albiñana

Es una obra construcción mixta porque aprovecha parte de la ladera del cerro para asentar un sector importante de las gradas, mientras que el resto se alza sobre cimentaciones artificiales. De dimensiones medianas, es un teatro que conserva gran parte de dicha cavea o graderío, la orchestra ricamente decorada con grandes losas de mármol, y la scaena.

Mirador de Gibralfaro

En Málaga capital encontramos un mirador que es ya una atalaya urbana: el Mirador de Gibralfaro. La vista panorámica que ofrece este punto situado a 130 metros de altura sobre el monte Gibralfaro y junto a la Alcazaba quita el hipo.

El Mirador de Gibralfaro ofrece un paisaje menos natural, pero también muy hermoso. / M.H.

Descubrir Málaga desde el mirador de Gibralfaro es una experiencia inolvidable: desde esta atalaya se contempla una de las imágenes más tradicionales de la capital, con la plaza de toros de la Malagueta y el Paseo del Parque en primer plano.

El litoral de Málaga

Nunca nadie dijo "nevermore" en la playa del Peñón del Cuervo. / Javier Albiñana

El éxito turístico de Málaga capital se basa también en que tiene unas playas estupendas que disfrutar repartidas a lo largo de un extenso litoral donde encontramos todo tipo de servicios.

Desde la playade San Julián a la playa de la Araña, pasando por Guadalmar, Huelín, La Malagueta, El Palo...

Una costa donde encontramos grandes espacios submarinos donde practicar el buceo. De hecho, la playa de los Baños del Carmen cuentan con 550 metros de longitud y tiene un roqueo artificial, en el que se alcanzan poco más de cinco metros, que ha generado un ecosistema digno de proteger.

En los Baños del Carmen se puede contemplar un paisaje submarino sobrecogedor. / José Piñatel

Esta zona del litoral de Málaga tiene una población de gorgonias y cardúmenes o bancos de peces pequeños como castañuelas y bogas, bastantes espirógrafos y también la presencia de nudibranquios que no se suelen ver por otras zonas de la costa urbana más perjudicadas por las acciones del ser humano.

Hamburguesería Durán Durán

Para finalizar, recordar que no sólo de ver monumentos vive el ser humano: también hay que parar para comer.

Y ¿qué mejor que un camperito rico? Para ello hay muchos lugares, pero uno con solera es la Hamburguesería Durán Durán, en el número 84 de la avenida de Sor Teresa Prat, cerca del Parque del Oeste.

Capitaneado por Pepi Durán, este local es uno de los grandes clásicos que hay que visitar sí o sí en cualquier ruta campera que se precie. Durán Durán abrió sus puertas hace 25 años y desde entonces ha compuesto una carta variadísima con más de 40 tipos de bocadillos, casi todos ellos camperos. Un local clásico con un menú divertido y original: todas sus especialidades tienen nombres de conjuntos musicales o cantantes.

El Durán Durán es un clásico entre los clásicos.

Encontramos de este modo el campero Mecano, el OBK, el Queen, Malú, Alborán, Bon Jovi, Shakira, Camarón... y el más demandado: el campero Bisbal, que lleva pan de campero (of course), pollo, jamón york, queso, huevo, panceta, tomate, cebollita frita, lechuga y su buena mayonesa.

Entre todos los camperos de la carta del Durán Durán, destacando por su originalidad y por el gran atrevimiento del que lo comande, el campero de anchoas. Todo un reto para los que buscan emociones fuertes y sabores peculiares.

¡Larga vida a Durán Durán! ¡Y larga vida a Málaga!

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