Qué ver en Álora: sin importar cuando leas esto
Redescubriendo Málaga tras el coronavirus
Un listado del patrimonio del municipio perote
No importa cuando leas esto: Álora seguirá siendo un pueblo repleto de belleza, patrimonio, historia y rincones por descubrir. Cualquier oportunidad es buena para disfrutar de lo que este municipio malagueño encierra en sus calles.
Hermosa arquitectura enclavada en un espacio natural sin parangón: el Valle del Guadalhorce.
Con una historia que se remonta a antes de que existiera la historia, la localidad aloreña nos espera con los brazos abiertos para ofrecernos todo lo mejor que tiene.
Museo municipal de Álora
Encontramos el Museo municipal de Álora en un edificio mudéjar del siglo XVI cuyo primer uso fue la capilla del desaparecido Hospital de San Sebastián.
Por tanto, de pequeñas dimensiones, en su única sala conviven dos exposiciones: la arqueológica e histórica, con la de monedas y billetes.
Un impresionante conjunto de ánforas íberas de los siglos III al II a.C., una talla del Dios Mercurio y una urna cineraria de vidrio, ambas de la etapa romana, son consideradas las piezas estrella de este espacio.
Iglesia de la Encarnación
Ubicada en la plaza Baja de la Despedía, la iglesia de la Encarnación de Álora es la tercera mayor de toda la provincia. Su construcción duró casi un siglo, entre 1600 y 1699.
Junto con el castillo árabe es un símbolo de la localidad y, de hecho, estaba situada en un primer momento sobre lo que fue la mezquita del castillo.
A medida que el pueblo iba variando su disposición y el vecindario se incrementaba, se impuso la necesidad de construir otra iglesia parroquial mejor situada.
Castillo árabe
El castillo de Álora, en estado de lo que llaman ruina consolidada, se alza sobre un cerro vigilando la localidad desde hace siglos.
Del castillo de Álora se conservan dos torres en buen estado, ya que han sido reconstruidas, y numerosos lienzos de muralla, con nichos adosados en su interior porque durante más de doscientos años ha sido empleado como cementerio.
Adosados a esta fortaleza se encuentran los restos de la antigua parroquia del pueblo, destruida por un terremoto y que hoy en día es la Capilla de Jesús Nazareno de las Torres.
La torre del homenaje del castillo de Álora está habilitada para su visita, y desde ella hay unas magníficas vistas de los alrededores.
El Caminito del Rey
Poco hay que decir de El Caminito del Rey que no se haya dicho ya. Para el que no lo sepa, es una senda aérea construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes entre El Chorro de Álora, Ardales y Antequera.
Adosado al desfiladero, tiene una longitud de tres kilómetros y cuelga a una distancia media de cien metros sobre el río.
Hace pocos años fue remodelado de arriba a abajo y se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más importantes de Málaga y Andalucía.
Estación de ferrocarril de El Chorro
Ligado a El Caminito del Rey está la estación de tren de El Chorro. La llegada del ferrocarril a esta zona, a mediados del siglo XIX, es uno de los principales hitos de la historia contemporánea de la provincia.
Infraestructuras como la estación, los túneles, puentes y viaductos, constituyen buenos ejemplos del patrimonio industrial arquitectónico de la época.
Se construyeron dos estaciones a ambos lados del Desfiladero de los Gaitanes. En la parte sur se hizo la estación de El Chorro, zona en la que el tren discurre por la margen izquierda del río Guadalhorce.
Hoy en día, sigue en funcionamiento y desde 2016 se denomina oficialmente estación de El Chorro - Caminito del Rey.
Conserva elementos originales como los túneles de acceso a las vías, los depósitos metálicos que se usaban para el relleno de agua de las calderas de las locomotoras de vapor y el edificio para viajeros y control del jefe de estación y sus ayudantes.
La escalera árabe de la sierra de Huma
En realidad, la escalera árabe de sierra de Huma no es tal, pero se la conoce desde principios del pasado siglo con este nombre. Esta infraestructura es una obra singular que permite franquear la zona montañosa de Castillones por su parte central, en lugar de rodear una larga pared caliza, y nos lleva al Cortijo de Can Pedrero.
La obra aprovecha una falla en la pared y mediante más de 256 escalones de distintas formas y dimensiones, labrados o montados preparados con piedras y rocas del lugar, salva un desnivel acusado en el Desfiladero de los Gaitanes.
Posada de Subires o Molino Bachiller
El Molino Bachiller es también conocido por los más mayores de Álora como Posada de Subires, apellido del último propietario que regentaba una posada en la primera mitad del siglo XX.
Sin embargo, el nombre del molino proviene del primer propietario, el Bachiller Gonzalo Pérez, persona muy influyente en la localidad en el siglo XVI, siglo al que pertenece este molino de aceite que también contiene un aljibe, siendo uno de los elementos más curiosos que integran este edificio.
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