Atardecer en el Balcón de Europa, uno de los enclaves más visitados en la localidad costera de Nerja.
Atardecer en el Balcón de Europa, uno de los enclaves más visitados en la localidad costera de Nerja. / M. G.

Nerja es el balcón de Europa y es por eso uno de los municipios de Málaga de mayor afluencia durante los meses de verano. Sus playas son interminables y sus calas, rincones donde desconectar con el ruido de la brisa y sus aguas cristalinas. Pero en otoño e invierno Nerja es también un lugar que aporta los mismos parámetros de tranquilidad y desconexión a aquellos que deciden visitarla, donde la gastronomía también arroja algo diferente para el paladar.

Para comenzar bien el día en Nerja y coger fuerzas para echar un día en el municipio no hay nada como un gran desayuno. En tierras nerjeñas se conjuga un buen desayuno con una buena plaza y vistas. En ese sentido, hay varias cafeterías que te pueden conquistar. Por ejemplo, Anahi, en calle Puerta del Mar, 6, con vistas al mar desde su terraza. También Kronos Café, en plena plaza Balcón de Europa, 5, un acierto siempre, sobre todo cuando el sol asoma e invita al disfrute.

Tras cargar las pilas, si el tiempo está de nuestro lado, recorrer algunas de sus playas como puede ser La Torrecilla, en la parte oeste del municipio, supone una forma de disfrutar del alma de Nerja en un pequeño paseo antes de acometer algunas de las muchas actividades que proponen. Hacer una ruta en kayak es siempre una gran opción sea cúal sea la época del año que visites Nerja. En concreto hay una ruta que te permite ver los fascinantes acantilados de Maro. Son varias las empresas en la zona dedicadas a esta actividad.

Vistas del Balcón de Europa en Nerja.
Vistas del Balcón de Europa en Nerja. / Mayte Cortés

Tras esto, es una gran idea parar antes de almorzar en el Balcón de EuropaBalcóndeEuropa, punto de visita obligatorio de Nerja, no sin antes llegar a él por las muchas callejuelas que tiene el municipio y tantos y tantos negocios artesanales dedicados al cuero, bisutería y joyería. Pasar por la Plaza de Cavana y ver la iglesia de El Salvador supone una buena opción antes de llegar a la emblemática plaza que pone a los pies de Málaga el Mar Mediterráneo y toda su amplitud.

Para la parada para almorzar nos vamos hasta la playa de Burriana, donde convergen varios chiringuitos con los que transportarte a lo mejor de Nerja, su pescado y marisco. A muy pocos metros de distancia se encuentra Ayo (Paseo Burriana, 15), Paco El Churretero (Camino de Burriana, 9) y La Barca (Camino de Burriana, s/n). En este último ofrecen una infinidad de platos del mar pero también son muy recomendables sus arroces. No fallarás con ninguno.

Una de las salas de la Cueva de Nerja.
Una de las salas de la Cueva de Nerja. / Jorge Zapata/ EFE

Por la tarde, tras reposar la comida, turno para explorar las cuevas de la zona. La Cueva del Lobo Marino no queda lejos de los tres restaurantes recomendados, no sin antes echar un vistazo al Mirador de Burriana con el que echar un vistazo a la panorámica del municipio desde el sector este. Tras este, la siguiente parada obligatoria debe ser la Cueva de Nerja, un reducto de la humanidad con más de 43.000 años de historia en su interior. Cinco kilómetros de galerías con las que alucinar: entradas, desde 13 euros.

Para acabar el día en Nerja no hay nada como una buena cena. El municipio cuenta con opciones de alta cocina como es Sollun, en calle Pintada, 9, con el chef Juan Quintanilla a los fogones. Si quieres algo más clásico, apúntate La Puntilla (calle Bolivia, 1) o El Pulguilla (calle Almirante Ferrandiz, 26), cocina mediterránea y marisco a buen precio para cerrar la noche en Nerja.

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