Qué ver en los pueblos blancos de Málaga: guía de viaje con las mejores paradas
Una semana para recorrer la provincia de Málaga a través de algunos de los mejores pueblos blancos de la provincia
Los diez pueblos blancos más bonitos de toda Málaga
La provincia de Málaga, conocida por su Costa del Sol, también guarda un tesoro menos conocido pero igual de cautivador: sus pueblos blancos. Estas localidades, con sus casas encaladas, su rica historia y su entorno natural, ofrecen una experiencia única que combina cultura, gastronomía y paisajes inolvidables. Desde La Farola hemos elaborado una ruta que recorre algunos de los pueblos blancos más encantadores de la provincia en siete día, un viaje de una semana diseñado para disfrutar al máximo de toda la esencia de Málaga.
Día 1: Málaga, una ciudad que lo tiene todo
La ruta comienza en la capital malagueña, alojándote por ejemplo en uno de los hoteles más emblemático y con mejores vistas, el Parador de Málaga Gibralfaro, que ofrece unas vistas inigualables de la ciudad y la bahía. Por la mañana, visita el Teatro Romano, la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, un conjunto monumental que combina la herencia romana y árabe. Un paseo por la Alameda Principal y la calle Larios te llevará al Mercado de Atarazanas, ideal para comer algunas tapas y productos locales.
Por la tarde, explora la Catedral de Málaga, también conocida como La Manquita, y recorre el animado Muelle Uno, un espacio moderno junto al puerto. Si eres amante del arte, no puedes perderte museos como el Museo Picasso o el Centro Pompidou. Para cerrar el día, cena en alguno de los restaurantes del centro histórico, donde la oferta gastronómica combina tradición y modernidad.
Día 2: Pizarra y Cuevas del Becerro, la puerta al interior
Tras un desayuno en Málaga, pon rumbo a Pizarra, a unos 30 kilómetros. Situado en el fértil Valle del Guadalhorce, este pueblo destaca por su Palacio de los Condes de Puerto Hermoso y la iglesia de San Pedro, que alberga obras de los siglos XVII y XVIII. Continúa hacia Cuevas del Becerro, una joya mozárabe enclavada en la Serranía de Ronda. Aquí, visita la iglesia de San Antonio Abad, la Fuente del Nacimiento y el yacimiento arqueológico de las Casas de las Viñas. Ambos pueblos son ideales para degustar la gastronomía local, con productos frescos y recetas tradicionales.
Día 3 y 4: Ronda, la joya de la Serranía
Tu próximo destino es Ronda, una de las ciudades más icónicas de Andalucía. Este lugar, famoso por su imponente Puente Nuevo sobre el Tajo, combina historia, cultura y naturaleza. Alojándote en el hotel Catalonia Reina Victoria, disfrutarás de vistas espectaculares mientras exploras la ciudad. Entre los imprescindibles destacan la Plaza de Toros de Ronda, el Palacio de Mondragón y los Baños Árabes. También puedes perderte en sus calles adoquinadas y descubrir rincones llenos de encanto. Ronda es conocida por su gastronomía también, así que aprovecha para saborear platos como el rabo de toro o las migas rondeñas.
Día 5: Cortes de la Frontera, naturaleza en estado puro
Desde Ronda, la ruta continúa hacia Cortes de la Frontera, en pleno Parque Natural de los Alcornocales. Este espacio natural ofrece un entorno perfecto para desconectar, rodeado de bosques de alcornoques y paisajes verdes. Es ideal para los amantes del senderismo y la observación de fauna.
Día 6: Istán, el pueblo del agua
Por la tarde, llega a Istán, conocido como el manantial de la Costa del Sol, por su proximidad al río Verde. Entre los puntos de interés destacan la Iglesia de San Miguel y la Torre de Escalante, vestigios de su pasado árabe. Para una experiencia auténtica, alójate en el hotel rural Los Jarales y disfruta de la tranquilidad de este enclave.
Día 7: Coín y Mijas, el broche de oro
Deja Istán y dirígete a Coín, otro pueblo blanco lleno de historia y encanto. Sus iglesias, como la de la Encarnación y la de San Juan, son paradas obligatorias. Después, pon rumbo a Mijas, donde sus calles empedradas, balcones floridos y miradores te enamorarán. Mijas ofrece lugares como la Muralla, el Mirador y los Jardines, desde donde se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la costa. Además, el Centro de Arte Contemporáneo añade un toque cultural a la visita.
El regreso a Málaga
Tras pasar la noche en Mijas pueblo, vuelve a Málaga para cerrar esta inolvidable ruta por los pueblos blancos. Esta experiencia no solo te permitirá conocer el patrimonio y la belleza de la provincia, sino que también te conectará con su esencia más auténtica. La ruta combina historia, naturaleza y gastronomía, haciendo de cada parada una experiencia única.
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