Ruta de las lagunas de Fuente de Piedra a Campillos: estrenando las botas que nos han traído los Reyes Magos
Redescubriendo la provincia
Vamos a aprovechar las botas de montaña que Sus Majestades nos han dejado bajo el árbol
Podrían haberse estirado un poco y regalarnos un GPS, ya puestos
Una senda para quemar los millones de calorías que nos hemos metido en el cuerpo durante la Navidad
A pesar de que todos creíamos que iba a ser mucho peor, la verdad es que las nuevas restricciones publicadas por la Junta de Andalucía para parar la tercera ola de la pandemia han resultado relativamente suaves. Eso, o es que ya estamos acostumbrados y cualquier resquicio de libertad nos parece un túnel.
En cualquier caso, nos está permitido seguir andurreando por esos caminos de Dios y es por ello que hoy os traemos la ruta que conecta a las lagunas de Fuente de Piedra con Campillos y sus propias balsas hídricas.
Esta es la etapa 18 de la Gran Senda de Málaga y con ella estrenaremos las botas que nos han traído este año Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, quizás con un optimismo demasiado elevado por su parte. O tal vez como un deseo inconsciente, aunque muy consciente, de que no vuelvan a confinarnos de nuevo.
Un par de botas de montaña para hacer rutas y corretear por el campo, nuestra penúltima gran afición. Un nuevo hobby que con suerte nos puede alcanzar para hacer esta senda que transita a través de campos de cultivos y olivares, en paralelo a la vertiente suroriental de la laguna de Fuente de Piedra.
Flanqueada por tramos con tarajes y algunos cortijos, y con observatorios desde los que contemplar la numerosa colonia de flamencos que allí anida y que nos nos ofrecerá, ni mucho menos, zapateado alguno.
De hecho, la senda no es muy exigente, de modo que podremos dedicar algo de tiempo al entorno del centro de visitantes de la laguna para disfrutar de especies típicamente acuáticas desde los observatorios habilitados.
Así que ponte las botas (literalmente), botas que habrás domado un poco andando en pijama por casa durante estos días, y lánzate a este sendero que en plena campiña malagueña une estas dos localidades, dejando la gran laguna a la derecha y recurriendo a los caminos que tradicionalmente se han venido usando para el tránsito entre estas poblaciones.
Es una etapa de longitud media, de cerca de 16 kilómetros de longitud, la mayor parte en ascenso aunque de no demasiada magnitud, y que nos llevará recorrer poco más de tres o cuatro horas. En Wikiloc, como siempre, tienen una ruta muy apañada con puntos GPS y todas esas cosas modernas sin las que no podemos vivir.
Esta ruta es, como decimos, muy recomendable para conocer no sólo las grandes lagunas de Fuente de Piedra y la Dulce, sino para conocerlas desde perspectivas poco reconocibles, y además acercarnos a una de las menos conocidas: la fuente de Lobón.
Esta hermana pequeña, aislada en medio del secarral, permite una cercanía difícil de sentir en otros espacios similares de la zona, sin olvidar que cualquier molestia a la fauna no sólo es ilegal, sino que no comulga con el espíritu del buen senderista.
Porque si alguien realiza una ruta para molestar y ensuciar, mejor se queda en su casa pegándole a las paredes con la cabeza, que eso seguro se le da fetén y es algo que el resto agradeceríamos.
Las lagunas que vamos a contemplar durante la ruta tienen el máximo nivel de protección ambiental dados sus valores naturales y la fragilidad de los ecosistemas que sustentan.
Protegidas mediante la figura de Reserva Natural, de hecho son dos: la de la laguna de Fuente de Piedra, que acoge en su zona de influencia la de Lobón, y la Reserva Natural Lagunas de Campillos. Esta última engloba, entre otras muchas, a la laguna Dulce.
La génesis de este sistema de balsas de agua se debe a la existencia de depresiones cerradas en el terreno, sin salida al exterior. La cantidad de agua que mantengan y su mayor o menor estacionalidad viene acondicionada por los aportes de arroyos, su conexión con el acuífero subyacente y las dimensiones de la cuenca. De hecho, su desecación puede ser total en el verano, quedando cubierta de una refulgente capa de sal la de Fuente de Piedra, que es la mayor.
La ruta se puede iniciar desde desde el centro de visitantes de La Laguna de Fuente de Piedra tomando un sendero hacia el sur. El paisaje se va abriendo y se descubre el que rodea a la laguna, olivares, almendrales y cultivos.
Andando se llega al final de la pista de tierra cerca del paso a nivel de la línea de ferrocarril.
El sendero toma entonces hacia la zona de las Albinas y cruza el arroyo del Charcón en las inmediaciones de una torre transformadora. El paisaje está muy abierto por la confluencia de tres instalaciones ferroviarias.
Siempre entre olivares pasamos cerca de un caserón conocido como el cortijo Ruiz y, más adelante, junto al cortijo de la Torca.
Coronamos un pequeño cerro desde el que se ve de nuevo la laguna de Fuente de Piedra, a cuyo extremo sur occidental hay que dirigirse y que está bien marcado por las ruinas del cortijo de la Plata, pasando por el cortijo de la Rábita y bajando hasta el arroyo de la Tinaja.
Este es el único arroyo importante de la etapa: viene desde el noroeste como arroyo del Boyero y va hacia el embalse del Guadalhorce.
Comienza ahora una subida rodeada de encinas con el valle del arroyo del Boyero a nuestra derecha. Seremos testigos de otra cortijada en ruinas en un pequeño puerto, el cortijo de las Monjas.
Ascendemos y llegamos a las lomas del Lobón, la máxima cota del recorrido, a 475 metros de altitud, obteniendo una hermosa panorámica de Campillos justo antes de llegar a la laguna homónima.
La laguna del Lobón es muy pequeña, de apenas 150 metros de diámetro, y es la más alta de la reserva, a unos 460 metros. No es raro ver flamencos aquí, junto a garzas, patos y limícolas.
Descendiendo un poco, un kilómetro aproximadamente, nos topamos con el siguiente gran hito: la laguna Dulce. Es la segunda en tamaño del conjunto, pues tiene hasta 800 metros de diámetro cuando está llena, a 450 metros de altitud.
El sendero llega a la zona con una vegetación más abundante y conecta con otro camino en mejores condiciones que se encamina en dirección hacia Campillos, enlazando poco a poco con la calle Álamo, fin de nuestra etapa de hoy y desde donde buscaremos el restaurante más cercano donde tomar un cocacolo fresquito.
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