Una ruta de senderismo para descubrir los riscos del 'águila' y del 'camello' que parte desde el pueblo más azul de Málaga
Las estructuras que encuentras alrededor de esta ruta, moldeadas durante siglos, son una experiencia única en Málaga
Esta es la mejor ruta de senderismo de Málaga que puedes hacer en abril: "Es muy bonita y fácil de seguir"

En el corazón de la Serranía de Ronda, entre la plata caliza de la sierra y el cobre otoñal de los castaños, se alzan Los Riscos, un imponente paraje de relieve kárstico que emerge entre los términos municipales de Júzcar y Cartajima. Este gran torcal joven, modelado por la erosión durante cientos de miles de años, despliega un paisaje tan singular como evocador, donde la naturaleza ha esculpido en piedra figuras que despiertan la imaginación del caminante.
Los Riscos se sitúan en la Sierra del Oreganal, a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar, limitando al norte con la Meseta de Ronda, al este con la Sierra de las Nieves, al sur con Sierra Bermeja y al oeste con el valle del Guadiaro. Su ubicación privilegiada, en el interior de la provincia de Málaga, convierte a este enclave en un verdadero museo geológico al aire libre.
Esculturas naturales en un laberinto de piedra
El sendero que se adentra en Los Riscos comienza en Júzcar, el pueblo más azul de Málaga, y se articula en torno a tres callejones principales que conectan con infinidad de desfiladeros, simas y grietas. El protagonista indiscutible del recorrido es el Águila, una gran roca cuya silueta recuerda a una rapaz oteando el horizonte. No es la única figura reconocible: el Camello, la Dama, el Niño o la Ventana son algunas de las formaciones nombradas por los habitantes y propietarios de la zona.
El conjunto kárstico, compuesto mayoritariamente por rocas calizas con alto contenido en carbonato cálcico, presenta un aspecto ruiniforme, producto de la acción disolvente del agua de lluvia sobre la piedra. Este proceso ha originado un terreno abrupto, de orografía compleja y grandes contrastes visuales, donde cada paso revela nuevas formas modeladas por el tiempo.
Entre eras y antiguas construcciones de piedra seca
El sendero tiene una marcada identidad geológica y etnográfica. A lo largo del recorrido pueden observarse antiguos vestigios humanos, como eras de trilla y construcciones rústicas de piedra seca, integradas en el paisaje. El ascenso comienza por una pista hormigonada que atraviesa parajes de olivos y almendros, como el de la China, y bordea la Fuente de la Castilla y una cantera abandonada que ofrece amplias vistas del torcal.
Tras una fuerte subida, se alcanza el Puerto de las Eras, punto desde el que se accede al núcleo del paraje. Aquí comienza el tramo más exigente del itinerario, que lleva hasta el Águila. Superada esta sección, el sendero se suaviza, permitiendo avanzar con mayor comodidad por la suerte de Macoría, donde aún se conserva una era desde la que se contemplan amplias panorámicas.
Fauna diversa en un entorno singular
La riqueza natural de Los Riscos se refleja también en su avifauna. Durante el recorrido es posible avistar especies como jilgueros, estorninos, abubillas, collalbas negras o roqueros. No es raro divisar alguna rapaz, como el águila perdicera, o incluso carroñeros como el buitre leonado, planeando entre las cumbres.
Este ecosistema, resultado de la interacción entre la litología caliza y el clima, forma parte del amplio patrimonio geológico de la Serranía de Ronda, una de las regiones más complejas de Europa desde el punto de vista geológico. En apenas 1.260 kilómetros cuadrados confluyen materiales sedimentarios, metamórficos y afloramientos ígneos que dan lugar a parajes únicos como la Cueva del Gato, el Cañón de las Buitreras o la Cueva de la Pileta.
El itinerario circular que parte de Júzcar se completa descendiendo de nuevo hacia el Puerto de las Eras y desde allí, por el mismo camino de ida, se retorna al punto de inicio en la calle de los Riscos. Es un recorrido de especial valor geológico y paisajístico, que permite descubrir no solo las caprichosas formas del relieve kárstico, sino también un trozo de la historia rural de esta sierra.
También te puede interesar