Una ruta de senderismo muy próxima a este pueblo de Málaga que acaba con una "preciosa cascada tras un bello paseo"
El Nacimiento de las Artezuelas ofrece una bonita ruta, sencilla y gratificante, para los senderistas más disfrutones
Así es Jimera de Líbar y lo que puedes encontrar en este pueblo de Málaga

En el corazón de la Serranía de Ronda, entre montañas cubiertas de vegetación y el murmullo del agua corriendo entre los barrancos, se encuentra Jimera de Líbar, un pequeño pueblo que guarda entre sus paisajes una de las rutas de senderismo más sorprendentes de la zona. Un sendero corto, accesible y con un final espectacular: el Nacimiento de las Artezuelas, un paraje donde el agua brota con fuerza tras las lluvias, formando un rincón de gran belleza natural.
Esta ruta, de poco más de dos kilómetros de longitud, parte desde la barriada de la Estación de Jimera de Líbar, situada a orillas del río Guadiaro. Su recorrido, sencillo y sin grandes desniveles, permite disfrutar de la tranquilidad del entorno mientras se sigue el cauce de un arroyo que, en los días de mayor caudal, se convierte en el gran protagonista del camino. Tras cruzar el río Guadiaro, el sendero avanza entre algunas casas de campo antes de adentrarse en una zona donde la vegetación se intensifica, creando un paisaje húmedo y fresco. A medida que se avanza, el sonido del agua se hace más presente, hasta que finalmente se llega al Nacimiento de las Artezuelas, un manantial que en época de lluvias muestra su versión más espectacular.
El Nacimiento de las Artezuelas: un rincón escondido en la Serranía
El Nacimiento de las Artezuelas es un paraje que sorprende por su belleza natural. Aquí, el agua brota con fuerza de la roca, creando pequeñas cascadas y pozas cristalinas que reflejan el verdor del entorno. Sin embargo, este rincón no siempre luce con la misma intensidad. En épocas de sequía, el caudal disminuye, haciendo que su encanto sea mucho más discreto. Por ello, los lugareños afirman que cuando el agua fluye con abundancia, este manantial se convierte en uno de los enclaves más bellos de la provincia. Tanto es así que suelen decir: "Si esto estuviese en otro lugar, cobrarían hasta entrada", resaltando la singularidad del paraje.
Más allá de la ruta al Nacimiento de las Artezuelas, Jimera de Líbar ofrece un entorno rural con numerosos puntos de interés. En sus alrededores se encuentran lugares históricos como el yacimiento fenicio de la Finca del Tesoro, con restos que datan de los siglos VII y VI a.C., así como vestigios medievales, como los restos del puente junto al Molino La Flor.
En el casco urbano del pueblo, destacan la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, construida en la década de 1970, y la ermita de la Virgen de la Salud, aunque en un estado de conservación mejorable. Para quienes deseen prolongar su estancia y disfrutar del entorno con más calma, existen casas rurales en las inmediaciones, como la Casa Rural Las Artezuelas, situada a tan solo diez minutos del manantial. Con más de 100 años de historia, esta casa ha sido recientemente reformada, ofreciendo una opción de alojamiento en plena naturaleza.
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