Una ruta de senderismo refrescante por uno de los ríos más singulares de toda Andalucía
Independientemente de cuánto duren estas temperaturas antes de que entremos definitivamente en los meses veraniegos, no precisamente por su estación sino por el clima que reinará en la provincia, es conveniente que vayamos tomando nota de aquellas rutas de senderismo agradable y refrescantes que están marcadas por el agua, en este caso por el curso de unos de los ríos de la Serranía de Ronda, el río Gaduares. Y es que con la senda del río Gaduares de Montejaque nos encontramos ante uno de los cauces más singulares de Andalucía.
El punto de inicio de este camino se ubica cerca de la fuente Marchal, donde podremos abastecer nuestras cantimploras. Desde allí nos dirigimos al observatorio del embalse de Montejaque y contemplamos la imponente montaña de Tavizna, rodeada por el caudal del Gaduares antes de adentrarse en el desfiladero de los Castillejos, donde se erige la represa. Es importante mencionar que los primeros tramos del trayecto transcurren por el arcén de la carretera. El siguiente punto de interés es el mirador de la Fuensanta, un lugar perfecto para observar los vestigios de un puente de origen romano conocido como La Puente.
De acuerdo con los relatos históricos, en 1810, en ese sitio se libró una feroz batalla entre las fuerzas de Napoleón y un contingente de patriotas liderado por el guerrillero José de Aguilar. A pesar de encontrarse en inferioridad numérica, los habitantes de la sierra lograron derrotar a las tropas francesas, posiblemente gracias al papel destacado que desempeñaron las mujeres de Montejaque en la contienda.
Proseguimos nuestro recorrido y pasamos junto a la manantial Himbro, el cortijo de los Calabazales y entramos en el área de los Cucaderos. Aquí, los campos dan paso a un bosque de robles y alcornoques. Luego, llegamos al puente de la Dehesa, que podría parecer antiguo, pero en realidad fue construido en el primer cuarto del siglo XX después de la creación del embalse, aunque luce como si fuera antiquísimo.
La ruta finaliza aproximadamente medio kilómetro más adelante, en el llano de los Cucaderos, donde suele pastar el ganado bovino junto a un abrevadero. ¡Por favor, no molesten a los animales!, que ya tienen suficiente con lo suyo. Una particularidad de este sendero, que es bastante suave y tiene un perfil plano, es que ha sido especialmente adaptado para el tránsito de personas con discapacidad visual. De hecho, los letreros colocados en varios miradores contienen texto en braille.
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