Una ruta de senderismo a dos de los rincones más singulares de Málaga

En la localidad de Cañete la Real se encuentra uno de los rincones más singulares de la provincia de Málaga: la torre alquería y el puente de Ortegícar, que bien merecen ser descubiertos en esta ruta de senderismo. Este enclave es un espacio donde la naturaleza se entrelaza con el patrimonio histórico, cuyas raíces se hunden en tiempos remotos. Durante siglos, el valle del río Guadalteba fue una frontera en conflicto, separando a cristianos y nazaríes, lo que propició la creación de numerosos elementos defensivos, ejemplos de los cuales abundan en toda la provincia malagueña.

Esta arquitectura militar, propia de tiempos de guerra y frontera, dio lugar primero a las torres defensivas o del homenaje, y más tarde a las torres alquerías. Estas últimas tenían la función de proteger a las pequeñas aldeas rurales cercanas. Un ejemplo destacado es la torre de Ortegícar en Cañete la Real, aunque en la provincia existen otras como la torre nazarí de Hurique en Alhaurín el Grande, la torre del Capellán en Ardales y la torrealquería de Alhaurín de la Torre.

La torre de Ortegícar, protagonista en esta ocasión, se sitúa en una propiedad privada, por lo que sólo puede contemplarse a cierta distancia. Sin embargo, su altura de casi 19 metros permite una vista clara desde el exterior. El enclave en el que se encuentra, elevado sobre el margen izquierdo del río Guadalteba, ya justifica la visita por su impresionante ubicación. Para aquellos que deseen explorar la zona, en Wikiloc hay disponible una ruta sencilla que puede seguirse con GPS.

Esta torre, de origen árabe, tiene una base casi cuadrada y forma parte de un complejo defensivo amurallado que data de entre los siglos XII y XIV, siendo un excelente ejemplo de las alquerías musulmanas. Durante las guerras entre castellanos y granadinos, jugó un papel relevante, cambiando de manos en diversas ocasiones.

Fuera del recinto amurallado se encuentra la antigua alquería de Ortegícar, que también es un reflejo de la arquitectura militar medieval malagueña. El acceso a esta alquería se realiza a través del puente nazarí de Ortegícar, que presenta la característica forma de lomo de asno, propia de este tipo de construcciones. Este puente, que se eleva más de seis metros sobre el río Guadalteba, combina mampostería irregular y ladrillo, aunque diversas restauraciones modernas han dejado su impronta en la forma de hormigón de cemento que cubre parte de la estructura original. El pasado sigue presente en cada rincón de Málaga, brindando oportunidades perfectas para explorar al aire libre.