Una ruta de senderismo sencilla por los molinos el Tajo de Ronda
En las proximidades del tajo de Ronda, es posible realizar un recorrido a pie cómodo y atractivo, con interesantes aspectos geológicos y ornitológicos, ya que los cortados del tajo albergan importantes colonias de aves. Además, desde una perspectiva agrícola, esta tierra fue el almacén alimenticio de Ronda, destacando una variedad única de manzana que le otorgó fama: el peral de Ronda.
El recorrido también puede llevarse a cabo en bicicleta, accediendo desde el barrio de San Francisco. La ruta comienza en la plaza de María Auxiliadora, conocida en Ronda como plaza del Campillo. Esta plaza se encuentra en un lugar emblemático del casco histórico de la ciudad y está rodeada de hermosos edificios, como el antiguo colegio de Santa Teresa, hoy reutilizado como conservatorio de música, o la casa de los Martos.
En la misma plaza, se encuentra una fuente y áreas ajardinadas donde resaltan dos pinsapos, un abeto endémico de la Serranía de Ronda. Desde los miradores, se puede disfrutar de vistas al Tajo de Ronda y a las montañas del macizo de Libar, alineadas junto al río Guadiaro, del cual el río Guadalevín es el principal afluente, responsable del cañón que divide a Ronda en dos partes.
El recorrido comienza descendiendo por el camino de los molinos, a lo largo de un amplio sendero empedrado, para luego continuar la bajada por la cuesta del Cachondeo, llamada así por su trazado sinuoso. A la derecha, se encuentra la casa de Manolillo, un cortijo habitado desde donde parte un camino que lleva a la base del Puente Nuevo.
Un poco más abajo, se llega a una bifurcación: el camino de la izquierda pasa por debajo de la Puerta del Viento y se extiende hasta el barrio de San Francisco, pasando junto a la Picha del Moro, un monolito pétreo que cuenta con abundantes fósiles marinos. A la derecha, hay un camino que conduce a las murallas medievales y al Arco del Cristo.
Desde este mirador natural, se puede disfrutar de la vista del Puente Nuevo y el desfiladero por donde fluye el Guadalevín. El camino continúa por debajo del Arco del Cristo hacia los molinos de harina en ruinas. Desde un hueco en la muralla, parte un sendero de pronunciada bajada que lleva al carril empedrado que se dirige a la central eléctrica.
Una vez aquí, continúa el descenso por el camino de la derecha hasta llegar a unos enormes nogales. Tras ellos, aparecen dos molinos restaurados con fines turísticos. Al descender unos metros más, toma el carril hormigonado a la izquierda y cruza el río por un puente para dirigirte a la Hoya del Tajo, una zona donde abundan las casas de labor.
Este mosaico de árboles frutales, acequias y huertas es resultado de la influencia musulmana. El siguiente punto de interés es la Huerta de la Torre, construida en el siglo XVII. En la edificación adyacente a la torre, se guarda en una hornacina la imagen de la Virgen de la Inmaculada. Después de unos metros, comienza una leve subida entre huertos, olivares, naranjos y algunos peros.
En este tramo, las panorámicas se despejan y permiten contemplar a lo lejos, a la izquierda, el lugar donde se encuentra la ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza. En el otro extremo, bajo los cortados del Tajo, se adivina el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, que ahora alberga las instalaciones de la bodega Descalzos Viejos junto con sus propios viñedos.
El siguiente tramo conecta con el Puerto de las Muelas, desde donde se aprecia en toda su magnitud el Tajo de Ronda, la Hoya del Tajo y el barrio de San Francisco. Buscamos el sendero que asciende a la derecha, marcado con una tablilla del PR-A 253 Ronda-Benaoján y del GR-7 E4 Tarifa-Atenas. Continúa la ascensión, con el pinar a un lado y el cortado al otro. La curva del 113 en la carretera A-374 Ronda-Sevilla indica la cercanía del final del sendero al llegar a la barriada de La Dehesa. Desde los miradores, se obtiene una vista aérea de casi todo el recorrido, que abarca 4,6 kilómetros de distancia con dificultad baja.
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