Una ruta de senderismo refrescante con Estepona y el río Padrón como protagonistas
Málaga siempre esconde alguna ruta de senderismo que aún no conocemos, quizá por su lejanía o quizá por lo poco frecuentada que es. Hoy no paramos en una de esas refrescantes, que bebe de uno de nuestros ríos y que, según cómo se plantea, puede ofrecer múltiples travesías. Así es el nivel de desafío de la ruta del río Padrón, en Estepona, varía según las opciones que elijas, ya que ofrece varias alternativas. Algunas de ellas presentan una dificultad media, lo que las hace adecuadas para senderistas con cierta experiencia en este tipo de actividades. Estas rutas tienen una duración de aproximadamente dos horas y media a cuatro horas, dependiendo del ritmo de avance y del grado de exploración que deseemos realizar. Además, hay una tercera ruta más exigente que puede llevar alrededor de siete horas completar. Estas tres versiones pueden combinarse según las preferencias y la energía con la que nos levantemos ese día.
El nacimiento del río Padrón se encuentra en la vertiente meridional de Sierra Bermeja, cerca de las laderas del Alto Porrejón, a unos 13 kilómetros de la costa mediterránea. Aunque no hay un punto exacto de origen definido, la ruta del río Padrón comienza con un pequeño desafío: atravesar a nado una poza cristalina, tan clara como una botella de vidrio verde. La parte más preservada es su origen, donde el río se desliza en un curso rápido, formando pequeñas cataratas y pozas, rodeado de densos bosques de pinos y alcornoques. A medida que avanzamos hacia la parte media y baja del río, la vegetación de ribera disminuye, en parte debido a la intervención humana.
En lo que respecta a la fauna, si somos afortunados, podemos avistar una peculiar especie de pez llamada boga del Guadiana, endémica de la Península Ibérica, así como el bordallo del Genal, que solo habita en los ríos de Málaga, el barbo gitano y la anguila, esta última en escasas cantidades. Los anfibios, una variedad de reptiles y aves rapaces complementan un ecosistema perfectamente equilibrado que, lamentablemente, también sufre la influencia humana en demasiadas ocasiones.
Las dificultades de las rutas también varían dependiendo de la época del año, y no necesariamente por la climatología o el terreno en sí. En los meses de verano, es recomendable comenzar temprano, ya que muchos visitantes comparten la idea de refrescarse en las pozas del río Padrón. Por otro lado, durante los meses invernales y especialmente después de fuertes lluvias, no se deben realizar tramos por el río por razones evidentes: el Padrón puede tener un caudal considerable y la temperatura puede ser muy baja.
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