El 2023 en Málaga pasa a la historia por ser el año más seco y cálido desde 1961

El director de la Aemet, Jesús Riesco, asegura que para que los problemas hídricos en la provincia no sean tan graves debería llover “lo normal” entre enero y abril

2023, el gran año de la sequía en Málaga

El año 2023 acabará siendo el más seco y cálido en la provincia de Málaga desde 1961

Puente de la carretera de acceso al inundado pueblo de Peñarrubia, que se encuentra al descubierto tras la bajada del nivel del pantano de Guadalteba. / Javier Flores

En los últimos días del 2023 ya se empezaba a hablar del título que podría a llegar a tener el pasado año: el más seco y cálido de Málaga desde que hay registros, concretamente desde 1961. En este sentido, al pensar en los próximos meses, el director de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jesús Riesco, asegura que para que los problemas derivados de la sequía no sean tan graves, debería llover al menos “lo normal” entre enero y abril.

El pasar de los meses iba dejando ver los retazos de un año que podría pasar a la historia y quedarse en el recuerdo de los malagueños como uno de los más secos y más calurosos de toda su vida. En noviembre ya se observó como los efectos del cambio climático habían llegado para quedarse en Málaga al no haber llovido nada durante todo ese mes.

Ahora, al pensar en las precipitaciones de los próximos meses, Riesco sostiene que para que la situación mejore y los problemas hídricos no sean tan graves, en los próximos cuatro meses “deberíamos llegar a los valores normales de lluvias para la época”. En este sentido, en enero la acumulación habitual es de 62 litros por metro cuadrado, en febrero es de 59 litros, en marzo es de 66 litros y en abril unos 41 litros.

En este punto, Riesco incide en que en mayo la acumulación de precipitaciones normal cae, por tanto “en estos primeros cuatro meses debería de llover lo normal”. Además, remarca que el déficit hídrico es tan importante en Málaga que “si llueve lo normal tendríamos problemas, pero si no llueve lo normal, esos problemas serían más graves aún”.

Cabe recordar que el pasado otoño ha sido el décimo con menos precipitaciones recogidas desde 1961, ya que cayeron 71,8 litros por metro cuadrado entre septiembre y noviembre, esto quiere decir que solo llovió un 34% de lo habitual, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología en Málaga. Por tanto, llovió un 65% menos de lo habitual en este periodo otoñal. Eso sí, pese haber sido un otoño “muy seco”, en el que menos agua cayó fue el de 1981 con 19,7 litros por metro cuadrado.

Al hablar de esos tres últimos meses del 2023 en la ciudad de Málaga, las precipitaciones registradas en el aeropuerto malagueño fueron de 28 litros por metro cuadrado en total. En septiembre cayeron 4 litros, en octubre fueron 24 y en noviembre, 0 litros. En septiembre, las precipitaciones se redujeron en un 84% con respecto a la media, ya que lo normal es una acumulación de 25 litros por metro cuadrado. En octubre, el déficit superó el 60%, pasando de los 61 litros habituales a los 24 caídos, y en noviembre, cuando se suelen recoger unos 79 litros de media, el contador se quedó a cero.

Con respecto a las temperaturas, el 2024 ha empezado con unas máximas que rondan los 23 grados en la capital, siendo así un reflejo de las temperaturas poco habituales que se han dado a lo largo del 2023. Asimismo, según los datos de la Aemet, la temperatura media del pasado otoño fue de 19,1 grados, lo que supone 1,6 grados por encima de la temperatura media normal en el periodo de referencia, es decir, entre 1991-2020.

Los embalses empiezan el 2024 al 16% con 101 hectómetros

La falta de precipitaciones sigue haciendo de las suyas y los embalses de Málaga han comenzado el 2024 con 101,2 hectómetros, es decir, al 16,5% de su capacidad total. A día de hoy, siguen siendo Casasola y Limonero los dos embalses que tienen menos agua, concretamente en cada uno de ellos quedan 6,2 y 4,8 hectómetros. De cerca le sigue el pantano del Conde del Guadalhorce con 11,2 hectómetros y al 16,8% de su capacidad total. Una situación similar atraviesa el pantano de la Viñuela al 7,4% de su capacidad y con 12,2 hectómetros. En el pantano de la Concepción quedan tan solo 13,3 hectómetros y se encuentra al 23,2% de su capacidad. Por otro lado, el segundo embalse con más agua de la provincia es el pantano del Guadalhorce con 18,5 hectómetros al 14,7%. En cambio, la situación, aunque preocupante, es totalmente diferente en el pantano de Guadalteba. Actualmente, continúa siendo el embalse con más agua de toda la provincia, ya que de momento alberga 34,8 hectómetros y está al 22,7% de su capacidad total.

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