Mari Carmen Aguayo, la ingeniera cuyo reto es telecomunicar en femenino
8M | Día de la Mujer
La investigadora de la UMA ha puesto en marcha una cátedra para acercar el mundo de la tecnología a niñas y mujeres
Una brecha que se mantiene en el tiempo
Málaga/“A veces tengo la sensación de que no sé si estoy en un sitio porque soy buena o porque soy mujer”. Así lo declara la catedrática en Ingeniería de Telecomunicaciones Mari Carmen Aguayo, quien dedicó sus tesis al 4G en 2001, mucho antes de que llegara dicha tecnología. La profesora de la UMA es la directora de su departamento y lleva más de 20 años investigando en 5G y 6G. Forma parte del Instituto de Comunicación de la Universidad de Málaga en la unidad de procesado de señal y comunicaciones, desde la que lidera varios proyectos.
Además, es la directora de la Cátedra Mujer y Tecnología 'Hedy Lamarr' que desarrolla la universidad en colaboración con empresas como Ericsson o Google. El proyecto surgió porque las empresas sienten la necesidad de incorporar mujeres a sus plantillas, ya que consideran que aumenta la productividad, pero no encuentran a ingenieras formadas en telecomunicación. Aguayo trabaja para reducir esta brecha de género acercando el sector a las niñas en los colegios o formando a profesoras en materia de telecomunicación y nuevas tecnologías.
“La proporción de representación de mujeres en mi campo profesional sigue siendo del 20%”, declara Aguayo, quien añade que “las que estamos es porque tenemos una verdadera vocación”. “Por norma se determina que en todas las comisiones haya una mujer. Esto es necesario porque sino se toman las decisiones sin que estemos representadas, pero produce un efecto desagradable. Dudas de tu valía”, indica. La ingeniera afirma que es cierto que “cuando hablas te escuchan menos” y “que tienes que tener carácter fuerte para ponerte en tu sitio”. “Considero que lo peor en el mundo de la investigación es la maternidad. Yo tuve que realizar mis méritos del sexenio en cinco años, porque uno estuve de baja porque di a luz y no hubo ninguna flexibilidad. Además, de pronto dejan de contar contigo porque creen que vas a estar volcada en tu hijo, se asume que no vas a querer aceptar ciertos retos o puestos por entregarte a tu familia”, concluye.
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