El 8M visto por mujeres de Málaga: "Utilizo mi voz para romper el patriarcado"
Desde desafiar estereotipos de género hasta superar obstáculos en el mundo laboral, las historias de estas 16 féminas son un testimonio de resistencia, perseverancia y triunfo
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Mujeres de Málaga que hicieron historia
Málaga/Desde desafiar estereotipos de género hasta superar obstáculos en el mundo laboral, la historia de estas 16 mujeres es un testimonio de resistencia, perseverancia y triunfo. Sus trayectorias profesionales destacan las barreras que enfrentaron, las dificultades que superaron y cómo, a pesar de todo, están transformando el panorama laboral. Sus historias son un recordatorio poderoso del progreso que se está logrando y del camino hacia la igualdad de género que aún queda por recorrer. En el Día Internacional de la Mujer, se celebra su valentía y determinación.
María Torres, karateka
María Torres, una joven malagueña, comenzó su viaje en el mundo del kárate a la temprana edad de tres años. Su padre, quien también era su entrenador, la introdujo en este arte marcial que capturó su interés desde el principio. A pesar de probar otros deportes como el baloncesto y el baile, Torres encontró su pasión en el kárate.
Al principio, la deportista practicaba kárate solo tres horas a la semana, como cualquier niño. Sin embargo, a los 13 años, incursionó en la modalidad de combate, lo que marcó el inicio de su dedicación más seria al deporte. Se profesionalizó tanto como una niña de su edad podría hacerlo, participando en competiciones y desafiando sus límites.
A lo largo de su trayectoria en el mundo del kárate, María fue testigo de comentarios despectivos, como ser llamada "machorra" por practicar este deporte. "Incluso algunos llegaron a cuestionar a mis padres por permitir que una niña practicara un deporte considerado masculino", declara la karateka.
Estos estereotipos de género persistieron en la sociedad, aunque María reconoce que la situación ha mejorado con el tiempo. A pesar de que ahora, a sus 26 años, el hecho de que una mujer sea profesional en el kárate es más aceptado, "aún hay mucho trabajo por hacer para desafiar estos estereotipos arraigados".
María Torres, quien se convirtió en la primera mujer española en ganar el Campeonato Mundial de Kárate, sostiene firmemente la convicción de la igualdad de género en el ámbito deportivo. Su orgullo radica en formar parte de un deporte que promueve activamente esa equidad. Reconoce y defiende el derecho tanto de hombres como de mujeres a recibir las mismas oportunidades, visibilidad y apoyo económico en sus respectivas disciplinas deportivas. Para Torres, esta igualdad no solo es un ideal, sino un principio fundamental que debe prevalecer en todos los niveles del deporte, sin importar el género.
Teresa Vegas, albañil
Teresa Vegas, natural de Benalmádena, se ha dedicado a la música, ha sido camarera y, desde casi una década, es albañil. Iniciarse en este camino no fue una decisión fácil, especialmente si se tiene en cuenta los estigmas de género en su campo y que partía desde cero.
En este tiempo ha tenido que enfrentar situaciones de discriminación de todo tipo y a diario, sobre todo al principio cuando no conocía nada de la profesión: “La discriminación es una realidad muy presente en este trabajo, pasa todos los días, incluso a veces sin darnos cuenta. Al final el machismo es algo inculcado. A veces ni preguntan, directamente te quitan una herramienta más pesada o no te dejan picar un suelo y no se dan cuenta de que te pueden estar limitando”, explica.
Aunque tuvo momentos en los que “se vino abajo”, Teresa desafió los estereotipos y logró dominar el oficio, a pesar de que hubo personas que no quisieron que progresase: “Algunos querían que me quedase en lo que es ser peón, que no avanzase”.
Cristina Barón, estudiante de Ingeniería Informática
El mundo de la tecnología sigue siendo un terreno donde las mujeres son minoría. Según el informe "Científicas en Cifras" del Ministerio de Ciencia e Innovación de 2023, las mujeres apenas representan el 26,5% de los estudiantes en ramas como Ingeniería y Arquitectura, siendo la Informática la especialidad más afectada, con apenas un 14%. Cristina Barón (Benalmádena, 2001), estudiante de cuarto año de Ingeniería Informática en la Universidad de Málaga, quien comparte su experiencia y visión sobre este desafío.
"Quise estudiar esta carrera porque la tecnología es algo vital en el mundo en el que vivimos. Me gustaba estudiar y tenía claro que quería trabajar en aquello en lo que me formase, pero cuando entré no sabía programar", explica Barón sobre su decisión de adentrarse en el campo de la Informática.
"Desde que somos pequeños se espera un cierto comportamiento de nosotros. Por lo general, a las chicas se nos incide un poco más en eso de ser responsables, ayudar, así que muchas acaban sintiendo que su sitio está en carreras sanitarias, magisterio, psicología, u otras", opina.
En su experiencia académica ha podido apreciar esa brecha de género. "Al principio del grado éramos, como mucho, 5 chicas y alrededor de 60 chicos. Conforme pasaron los cursos, hubo quien cambió de carrera y en algunas asignaturas he llegado a ser la única chica".
Conseguir revertir esta situación pasa, según Barón, por poner el foco en la educación temprana: “Incluir la Informática en colegios e institutos como asignatura obligatoria motivaría a más mujeres a entrar en carreras tecnológicas. Yo participo activamente en iniciativas como el Campus Tech Chicas de la UMA y hemos podido ver cómo varias de las chicas que asistieron se han matriculado posteriormente en alguna ingeniería, lo que nos llena de orgullo”.
Lucía Cámara, sanitaria
La historia de Lucía Cámara, de La Cala del Moral, es un testimonio de lucha y resistencia en el ámbito laboral. Como madre soltera, ha enfrentado numerosos desafíos para sacar adelante a su hijo, trabajando en la sanidad como ayuda a domicilio. Sin embargo, a pesar de su dedicación, se ha encontrado con la realidad de un sistema que "no valora adecuadamente" su trabajo ni proporciona el apoyo necesario. Con un salario insuficiente de 500 euros al mes, Cámara se ve obligada a trabajar largas horas en condiciones difíciles, enfrentándose incluso a situaciones de agresión y acoso en su trabajo.
Además de las dificultades económicas, Lucía ha experimentado discriminación de género en varios trabajos. En su experiencia como comercial vendiendo alarmas de seguridad, se vio presionada para cumplir con estándares de apariencia física que no requerían a los hombres. "Me exigían ir maquillada y vestida de manera provocativa", cuenta la sanitaria.
Esta situación la llevó a sentirse "usada y menospreciada", consciente de que su valía como profesional iba más allá de su aspecto físico. Esta discriminación se reflejaba también en el trato desigual hacia las mujeres en comparación con los hombres en el ámbito laboral, con prácticas injustas y sexistas que minaban su dignidad y su autoestima.
A pesar de las dificultades y las injusticias que ha enfrentado, Cámara sigue luchando por su derecho a ser valorada y tratada con dignidad en el trabajo.
Nuria Céspedes, representante de jugadoras de fútbol
Nuria Céspedes, originaria de El Palo, ingresó al mundo de la representación hace aproximadamente ocho años después de su participación en el fútbol. Inicialmente involucrada en el deporte como jugadora, decidió cambiar de rumbo al darse cuenta de que no era su mejor habilidad. Fue entonces cuando se unió a la agencia de representación RS Woman Soccer, una empresa familiar que ha representado a jugadoras de renombre como Atenea del Castillo, Esther Suárez y María Pérez, quienes han obtenido reconocimiento internacional y han contribuido al éxito en campeonatos mundiales.
Cuando Céspedes se sumergió en el mundo de la representación, notó que era un campo poco conocido, especialmente para las mujeres. Aunque la agencia RS Woman Soccer "es familiar y no tan mediática como otras", ha tenido que enfrentar desafíos para llegar a donde está hoy.
A pesar de ser la responsable completa de la agencia, la representante trabaja en colaboración con su compañero Juan Corrales, quien es también padre de una jugadora internacional del FC Barcelona. Sin embargo, todavía enfrenta desafíos en las negociaciones, "ya que algunos clubes prefieren tratar con mi compañero en vez de conmigo".
La negación hacia las mujeres en el fútbol aún es una realidad, pero Céspedes ha notado un cambio gradual en la aceptación y la igualdad de oportunidades. "Antes, las negociaciones con clubes solían realizarse con hombres, pero ahora, cada vez más, las mujeres están ocupando roles de liderazgo en la industria".
Sin embargo, Nuria se siente contenta por el reconocimiento que ha logrado en Málaga, donde es conocida tanto por su trabajo en la agencia como por su participación en equipos locales como el Torremolinos.
Jennifer Rey, taxista de Marbella
Jennifer Rey es natural de Marbella, tiene 35 años y es madre de dos niños pequeños. Tras haberse dedicado al sector de la hostelería y al campo, en 2010 y con tan solo 21 años le surgió la oportunidad de ejercer como taxista, un ámbito laboral que históricamente ha sido operado por hombres y en el que, a pesar de su incremento progresivo, las mujeres siguen siendo una clara minoría.
“Cuando empecé éramos solo nueve y casi todas teníamos algún enchufe, porque los hombres no querían meter a mujeres”, cuenta, aunque destaca que esta situación ha ido cambiando con los años.
Con respecto a las dificultades de ser taxista mujer, Rey considera que se trata de una combinación de factores como la conciliación laboral y familiar: “Es muy difícil, sobre todo en verano cuando tengo que trabajar más horas y hacerme cargo de mis hijos. Si no tuviera el apoyo de mi suegra directamente no podría trabajar”, reconoce.
A esto se le suma la inseguridad, que considera el principal problema: “Trabajo solo por el día, porque por la noche se supone que es más peligroso para nosotras y a mí me da susto. Conozco una mujer que lo hace, y lo admiro, pero yo no puedo”.
Según FreeNow, 7 de cada 10 taxistas mujeres afirman haber vivido situaciones de acoso mientras trabajaban: “He sufrido varios casos. Me ha pasado con algún cliente que no me quería pagar y me ha hecho insinuaciones. También hay mucho humor sexista, de montarse en el coche y decirte “mujer y encima taxista”, lamenta Rey, quien señala que, siempre que ha sido necesario, ha contado con el apoyo e intervención de sus compañeros.
A pesar de las dificultades y la dedicación que requiere el taxi, para Jennifer es un trabajo donde hace lo que le gusta, conducir, algo que le resulta ameno y le permite ganarse la vida, que “es lo que realmente todos buscamos”.
Ana Ortiz, directora de integración
Ana Ortiz, residente en Málaga, tiene una destacada trayectoria profesional que la llevó desde estudiar economía y francés en Londres hasta ocupar puestos directivos en multinacionales en diferentes partes del mundo, incluyendo Nueva York, Singapur y España. Tras su experiencia en el ámbito empresarial, se unió a la gestión de un colegio británico en Córdoba, donde fue directora general durante cuatro años. Recientemente, se unió a Orbita Educativa, un grupo internacional de educación, como directora de integración.
A pesar de su exitosa carrera, Ortiz ha enfrentado situaciones de exclusión. Recientemente, "durante una reunión con colegas empresariales, fui ignorada y excluida por un hombre que repartió sus tarjetas de visita solo a mis compañeros masculinos", a pesar de que Ana lideraba el proyecto.
Esta experiencia refleja la persistencia del machismo en el mundo empresarial, donde "detalles como estos pueden pasar desapercibidos para algunos", pero tienen un impacto significativo en la percepción y el tratamiento de las mujeres en el lugar de trabajo. Ortiz, consciente de estos desafíos, sigue promoviendo la igualdad de género en su industria.
Daniela Esteban, matemática
Daniela Esteban es de Manilva y tiene 25 años. Desde que concluyó bachillerato supo que quería estudiar Matemáticas, a pesar de que desde la escuela siempre le propusieron otro tipo de salidas: ““Decidí estudiar Matemáticas porque era la asignatura que más me gustaba y se me daba bien en el instituto. Sin embargo, siempre se me había animado a hacer carreras más teóricas que técnicas, lo contrario que a algunos de los compañeros de mi clase, a los que se les daban incluso peor”.
Sobre su experiencia en la universidad cuenta que solo tuvo una profesora: “Que esa relación de superioridad casi siempre haya sido con un hombre te hace pensar que no es posible. Lo mismo ocurre con llegar a ser matemática y publicar, porque en toda la teoría de la carrera no hay un teorema que sea de una mujer”.
Daniela, que actualmente se prepara para ser profesora, pone como ejemplo de esta disparidad la “Medalla Fields”, la mayor distinción de la comunidad matemática internacional que solo se ha concedido a tres mujeres en la historia. Todas ellas, además, son casos recientes: “Es importante visibilizar, porque claro que ha habido mujeres matemáticas, solo que no se les ha hecho caso”, concluye.
Rocío Calderón, concejala de Rincón de la Victoria
Rocío Calderón, concejala en el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, sobresale por su incansable compromiso en la promoción de la visibilidad y la inclusión, tanto en el ámbito político como cultural.
Como madre de dos niños, uno de ellos con autismo, Calderón encontró en su experiencia personal la motivación para fundar la Asociación Autismo en Positivo. A través de esta asociación, ha logrado llevar su voz hasta instancias tan relevantes como el Parlamento Europeo en Bruselas.
Además de su compromiso político y cultural, la concejala desempeña un papel clave como secretaria de la Casa del Artista y las Bellas Artes de Málaga, donde trabaja en pro del apoyo y la visibilidad del autismo "a menudo marginado".
Con respecto a los desafíos, la edil recuerda con claridad los comentarios de alguien cercano que cuestionaba su capacidad para trabajar de concejala, argumentando que "no podía ejercer este cargo por ser madre de un niño con autismo".
A pesar de enfrentar discriminación en su camino político debido a su género, Calderón no se acobarda. Desde su plataforma personal, escribe artículos y participa activamente en eventos solidarios, abogando por un mayor apoyo a las mujeres en la política y por la conciliación familiar y laboral en la administración pública.
Elia Sánchez, diseñadora de moda
Elia Sánchez, de Chilches (Vélez-Málaga), se ha destacado por su versatilidad y éxito en diferentes ámbitos profesionales. Tras estudiar periodismo y diseño de moda, incursionó en el mundo de la radio y la dirección de tiendas antes de decidir emprender como autónoma. Especializándose en sombrerería, bordado y organizadora de eventos, se convirtió en una reconocida wedding planner y fundó una revista de novias, actividad que dejó justo antes de la pandemia.
Con el tiempo, se formó como platera y se especializó en joyería, tocados y complementos, convirtiéndose en una referente en el ámbito nacional e internacional. Además de su exitosa firma, Sánchez imparte cursos a otras empresas y ha sido elegida entre las firmas más destacadas de joyería en Andalucía. Recientemente, colaboró con diseñadores de renombre como Juana Martín, presentando una serie de diseños de joyería en la alta costura de París.
A pesar de sus logros profesionales, Elia enfrenta el desafío de conciliar su carrera con la crianza de sus dos hijas. Un episodio que dejó una profunda impresión en la diseñadora fue durante su tiempo como directora de zona en una reconocida marca de bolsos. En aquel momento, se vio enfrentada a una situación sorprendente y desalentadora que la marcó profundamente. "Mi anterior jefe me despidió porque se acostó con una que quería mi puesto".
Sin embargo, esta situación también sirvió como un punto de inflexión en su carrera. En lugar de dejarse abrumar por la adversidad, utilizó esta experiencia como una oportunidad para crecer y aprender.
Superando los obstáculos, Sánchez continúa dedicada a su pasión por la joyería y la formación, demostrando una determinación inquebrantable en su camino hacia el éxito profesional y personal.
Patricia De Haro, odontóloga
Patricia De Haro, originaria de Vélez-Málaga, se embarcó en una carrera de cinco años en Odontología, una travesía "desafiante pero gratificante". Tras graduarse, decidió buscar oportunidades laborales en el extranjero debido a las limitadas opciones en su país natal. Experiencias previas en clínicas dentales donde no se sentía "valorada como mujer" y era tratada con condescendencia reforzaron su determinación de buscar su lugar fuera de España.
Hace dos años, De Haro se mudó a Francia y comenzó a trabajar como dentista. A pesar de ser empleada por una clínica, se siente empoderada y como su propia jefa. El reconocimiento y la remuneración que recibe en Francia superan con creces lo que hubiera obtenido en España, lo que le brinda una sensación de realización y éxito profesional. Con el apoyo de su madre y la determinación de alcanzar sus metas, Patricia ha encontrado un ambiente laboral donde se siente valorada y capaz de enfrentar cada nuevo desafío con confianza.
Mónica Moves, cantante
Mónica Moves, de Torrox, ha enfrentado una trayectoria marcada por la adversidad y la resiliencia "en un mundo donde la igualdad entre lo masculino y lo femenino a menudo está desequilibrada". Desde sobrevivir al trauma del abuso infantil hasta luchar contra la explotación y la manipulación en diferentes aspectos de su vida, ha desafiado la creencia de que "no era suficiente", esforzándose constantemente por demostrar su valía en un entorno que a menudo subestimaba su capacidad.
A través de diferentes roles, desde comenzar como bailarina hasta adentrarse en la enfermería y en la música, Moves ha enfrentado desafíos en cada paso. A pesar de las cicatrices de un matrimonio violento que la llevó a perder la custodia de sus hijos debido a "leyes arcaicas", ha encontrado la fortaleza para reconstruirse. Se niega a ser silenciada, incluso cuando ha sido amenazada y despedida por alzar la voz contra la desigualdad.
En la actualidad, Mónica se desempeña en una empresa farmacéutica suiza donde ha encontrado un entorno propicio para crecer y contribuir. En este rol, no solo ha logrado avanzar en su carrera, sino que también ha descubierto una plataforma para respaldar a otras mujeres que enfrentan desafíos similares a los que ella enfrentó en el pasado. Además, Moves no solo se dedica a su trabajo en la empresa, sino que también canaliza su pasión por la música como cantante. En este aspecto, ella sostiene firmemente: "Utilizo mi voz para desafiar las normas sociales y empoderar a otras a romper el patriarcado".
Marta Sisi, directora de Recursos Humanos
Marta Sisi, una profesional residente en Rincón, ha dedicado su carrera al mundo de la gestión de personas con un enfoque centrado en la igualdad de oportunidades y la diversidad en el lugar de trabajo. Con una sólida formación académica que incluye una diplomatura en Relaciones Laborales y un Máster en Gestión y Dirección de Recursos Humanos obtenidos en la Universidad de Málaga, Sisi ha demostrado su compromiso con esta disciplina desde sus primeros pasos en el ámbito laboral.
Su experiencia laboral incluye roles destacados en empresas reconocidas como Adecco y TDK, donde ha contribuido significativamente a la gestión eficaz de los recursos humanos y ha fortalecido su comprensión de las dinámicas organizacionales. Sin embargo, fue su llegada a Freepik en 2019 lo que marcó un hito importante en su carrera, asumiendo el cargo de head de Recursos Humanos y liderando el equipo de atracción, retención y fidelización del talento.
En Freepik, Marta se ha destacado por su enfoque en la creación de un entorno laboral inclusivo, "donde la diversidad es valorada y respetada". Su visión va más allá de la mera implementación de políticas; se centra en la promoción de una cultura organizacional que inspire y motive a todos los empleados, independientemente de su género, origen o características personales. Además, Sisi considera que "la igualdad de género no solo es una causa noble, sino también una estrategia empresarial inteligente". Integra políticas que promueven la equidad en todas las facetas del empleo, desde la atracción del talento hasta la gestión de conflictos, reconociendo que la diversidad es un activo fundamental para el éxito sostenible de cualquier organización.
Alicia Jiménez, bióloga
Alicia Jiménez, de Casares, es bióloga y actualmente estudia un máster de Biodiversidad en la Universitat de Barcelona. Aunque solo tiene 26 años, tiene experiencia como técnica de laboratorio y actualmente realiza prácticas en el Instituto de Biología Evolutiva del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas): “La biología es un campo bastante igualitario. Al inicio de la carrera científica, incluso en los puestos de técnico, encuentras a muchas mujeres. No se puede decir que no tengamos oportunidad de entrar, cada vez hay más igualdad”.
Según datos de EDUCAbase, en 2020-2021 las mujeres representaban en torno 60% de los estudiantes universitarios en el ámbito “Ciencias de la Vida” en España. Para Jiménez el problema de la mujer en la ciencia es “prosperar”: “A partir del doctorado se invierte la tendencia y ahí los investigadores principales son normalmente hombres”.
Para Jiménez esto tiene una explicación: “Este tipo de carrera es muy difícil para la mujer, ya que el ámbito de la investigación es una salida importante y requiere de una dedicación completa”, lo que impide en ocasiones la conciliación laboral y familiar a muchas de ellas. Y plantea: “Se está haciendo una importante labor, con talleres para mostrar a las niñas desde las escuelas todas las ramas posibles, y poco a poco, aunque depende de la rama, se está consiguiendo. La pregunta que tenemos que hacernos es: si estudiamos las mismas mujeres, ¿por qué no prosperamos?”
Gema Montes, farmacéutica
Gema Montes, residente en Rincón, vivió una infancia marcada por cambios drásticos. Después de asistir a un colegio exclusivamente femenino, se enfrentó a un entorno completamente diferente al ingresar a un instituto mixto, donde sufrió acoso escolar por parte de compañeros mayores. Esta transición fue difícil para ella, ya que las burlas y la falta de apoyo la llevaron a abandonar el instituto y buscar una alternativa. Optó por estudiar Educación Infantil en un centro de formación profesional, donde encontró un ambiente más acogedor y afín a sus intereses.
A pesar de que su sueño inicial era convertirse en matrona, las exigentes notas de corte la llevaron a explorar otras opciones. Decidió estudiar Magisterio de Educación Infantil en la Universidad, lo cual coincidió con su incursión en el mundo laboral. Desde los 16 años, trabajó cuidando niños, primero de manera informal y luego en una guardería, mientras continuaba con sus estudios universitarios.
Después de completar la carrera universitaria, Montes se enfrentó al desafío de preparar oposiciones mientras trabajaba a tiempo completo en la guardería. Este periodo fue agotador y estresante, ya que debía equilibrar largas horas de trabajo con las exigencias de estudiar para las oposiciones. A pesar de su arduo esfuerzo, se sintió decepcionada al descubrir "la falta de transparencia y la corrupción" que prevalecían en el sistema de oposiciones.
A medida que pasaba el tiempo, Gema se encontró luchando contra diversas dificultades, desde la crianza de sus hijos hasta la búsqueda de estabilidad laboral. Trabajó en diferentes guarderías, enfrentándose a la realidad laboral del sector, donde "la falta de contratos y el escaso reconocimiento" a menudo generaban frustración. Sin embargo, encontró un rayo de esperanza al iniciar su carrera en una farmacia, donde descubrió una pasión por el trabajo en el ámbito sanitario.
A pesar de las adversidades, Montes perseveró y continuó estudiando para avanzar en su carrera profesional. A través de su capacidad para superar los desafíos, ha encontrado satisfacción en su trabajo actual, "las dificultades no me detuvieron en mi búsqueda de realización profesional".
Luisa María V.A., sanitaria jubilada
La vida de Luisa María V.A. ha sido una travesía marcada por la superación y la lucha desde una edad temprana. Comenzó a trabajar a los 12 años en Torre del Mar, donde los problemas familiares la llevaron a tomar decisiones difíciles y a independizarse. Su travesía la llevó desde la venta de libros hasta el cuidado de ancianos en una residencia. Sin embargo, su carrera tomó un giro significativo cuando comenzó a trabajar en un hospital, donde permaneció durante 43 años hasta su prejubilación.
A lo largo de su vida laboral, Luisa enfrentó numerosos desafíos, incluido el corporativismo y la discriminación de género. A pesar de encontrarse con la hostilidad de algunos colegas, nunca dudó en denunciar actos de violencia y luchar por la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
"Formé un comité de empresa junto a cuatro compañeros para abordar las disparidades salariales y enfrenté represalias". En su vida personal, también enfrentó dificultades, como el rechazo y la responsabilidad de criar a sus hijas sola, pero encontró consuelo y apoyo en un compañero de vida que fue un verdadero padre para sus hijas.
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