Terapias para hacer frente al olvido
La asociación malagueña AFA cuenta con un Centro de Día para los usuarios afectados por el Alzheimer u otras demencias y ofrece diferentes servicios para ayudar a sus familiares y cuidadores
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Málaga/En el Centro de Día de la Asociación de Familiares de personas con Alzheimer y otras demencias (AFA), las salas se organizan por colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado. "Antes teníamos números, pero claro, cuando a los familiares les decíamos que la persona enferma tenía que pasar del nivel uno al dos creían que estaba empeorando", aclara su presidenta, la psicóloga María José Domingo.
Comienza el recorrido por el centro. Cajas decoradas con diversos colores y diseños se amontonan en la pared de la sala roja bajo la frase: "Reminiscencia, la memoria del corazón". En ellas, cada persona guarda fotos, dibujos y otros recuerdos con los que trabajan cada día.
En la sala naranja realizan actividades relacionadas con la orientación. Leen periódicos y comentan las noticias, otros días hay talleres de manejo de dinero, de ocio... "También hay dinámicas grupales en las que trabajan la categorización, atención, memoria o lenguaje", explica Laura, que es la terapeuta ocupacional que ahora mismo se encarga de esta sala, aunque van rotando constantemente.
Llega Myriam, una de las fisioterapeutas, para trasladar a Teresa y María Teresa a la zona habilitada temporalmente -debido a las obras en el centro- para hacer ejercicio. Mientras Myriam sale a por una pelota de gimnasia, María Teresa afirma que le cuenta a sus nietos que está en el colegio, al igual que ellos: "cuando me preguntan que cómo puedo estar en el colegio todavía, con la edad que tengo, les digo que vengo a aprender, porque nunca es tarde para hacerlo".
"Nuestro objetivo principal es el mantenimiento de las capacidades físicas el mayor tiempo posible y favorecer su independencia funcional para las actividades básicas de la vida diaria", explica Myriam. Para ello, trabajan a nivel fisioterápico de forma individual y con actividades físicas grupales aspectos como la coordinación, la marcha o el equilibrio.
El ruido de las coloridas piezas chocando unas contra otras inundan la habitación amarilla. Hoy toca motricidad y utilizan los ensartados y encajables para trabajar la atención y la discriminación de colores y formas.
Lola, una de las mujeres que se encuentra en la sala, asegura que está muy cómoda en el centro. "Yo estoy aquí desde por la mañana, las niñas [auxiliares, terapeutas y fisios] son maravillosas y la comida que dan está más buena que la de mi casa", afirma. Cuando una de las auxiliares le pregunta si tiene ganas de hacer la próxima actividad, ella responde animada: "sí claro, yo estoy siempre en marcha".
En la sala azul ya están empezando a servir el almuerzo. "Los ejercicios que los pacientes realizan aquí consisten en identificar objetos, sopas de letras, revistas o actividades relacionadas con la gastronomía, con cómo se hacen las comidas", explica Luisa, una de las auxiliares.
La siguiente, de color verde, está dedicada a los que tienen trastornos de conducta. Las actividades que realizan con los terapeutas son jugar a la pelota o recortar, por ejemplo. Según María, otra auxiliar, "tienen que estar muy distraídos porque si no esto es una locura". Están en la parte superior del edificio, por lo que tienen más espacio para poder deambular, además de una televisión.
En la última sala, la morada, hay camas, sillas de ruedas y los sillones son más grandes, debido a que los pacientes que están aquí tienen mayor dependencia física. La auxiliar encargada, Luz, asegura que "prácticamente hay que ayudarlos a todos". Hay algunos que sí que pueden caminar, pero la mayoría no pueden hacerlo solos, otros que necesitan utilizar pañales y muchos a los que hay que darles de comer.
"Reciben terapia de deambulación para que no pierdan su movilidad, al que puede comer más o menos solo se le ayuda pero se le deja hacerlo para que no pierda su autonomía, que lo poco que les queda lo sigan estimulando", detalla Luz. También tienen terapias con música y con los fisios, que les realizan ejercicios de movimientos de manos y piernas.
Estar en esta sala puede resultar muy duro. "La que sufres eres tú [se refiere a la periodista], porque te parece que si tú estuvieses ahí estarías sufriendo", dice Domingo. Ella intenta enseñarle a los familiares que esto no es así: ellos son los que desean que no estén ahí y por eso sufren, pero ellos no pueden hacerlo. Ellos, al igual que los bebés, pueden sentir molestia o dolor si están sucios, si no les dan de comer, si tienen espasmos, pero nunca volverán a sufrir por sus propios pensamientos.
Explica que la demencia hace que vayas perdiendo las neuronas, que ya no puedas explorar, que tus sentidos no funcionen, que pierdas la flexibilidad en los tendones. Pero tampoco sufres, porque es un sentimiento relacionado con desear lo que uno no tiene y, con la pérdida de la capacidad de desear, desaparece también el sufrimiento.
Además de presidenta, Domingo fue la fundadora de AFA. Ella comenzó su tesis doctoral sobre neuropsicología en 1989 estudiando casos de pacientes con algún tipo de deterioro cerebral. Un día, mientras realizaba el test Mini-Mental a una paciente, la hija de esta comenzó a llorar desconsolada.
"En ese momento, me di cuenta de que estaba desenfocado, la que sufría era la hija. Paré el test y decidí cambiar mi tesis. Dejé de estudiar el cerebro para montar la asociación", detalla. Empezó con los primeros grupos de terapia y se dio cuenta de que "a través de los familiares podía ayudar a las personas afectadas".
Desde AFA, quieren ayudar a formar a los diferentes auxiliares y voluntarios: "tenemos que crear profesionales cualificados y ser el centro desde el que salgan las ideas y donde puedan venir a aprender. La innovación no está en que vengan aquí, sino que desde aquí integremos las soluciones y que estén en cada barrio".
Ioana Pickford ha estado trabajando como voluntaria en AFA y acaba de incorporarse como psicóloga. Terminó la carrera el año pasado y sostiene que en el grado de Psicología no se trata el tema del Alzheimer: "Se da muy poco de las demencias y de la tercera edad en general, solo en algunas asignaturas optativas".
Ella cree que esta es una de las razones por las que todavía está presente el estigma del Alzheimer. "Hasta que empecé como voluntaria aquí sabía muy poquito al respecto, hay muchos tipos y no se trata solo de pérdidas de memoria, cambia a la persona en su totalidad", afirma.
Sobre el nuevo proyecto de AFA, Pickford advierte de que se trata de una sala de prevención para personas que todavía no tienen ningún diagnóstico para, de manera no farmacológica, intentar frenarlo. "Los números son cada vez más mayores, hay detección precoz. Antes los casos existían, pero ahora como se detectan tan pronto parece que son más, pero siempre han existido tantos como ahora", detalla.
Su principal objetivo será, mediante diferentes ejercicios o actividades y orientaciones para el día a día, conseguir una estimulación cognitiva para poder ralentizar la aparición de los casos de Alzheimer y otras demencias.
Además del Centro de Día, AFA plantea otros muchos proyectos y servicios para los familiares y personas cuidadoras de los usuarios con Alzheimer y otras demencias, como terapias de grupo o ayuda a domicilio. Toda la información se puede encontrar en su página web www.alzheimermalaga.org.
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