Absuelven al hombre que culparon de matar a un anciano para robarle en Torre del Mar

Toufik fue detenido hace tres años por su presunta responsabilidad en un robo con violencia en Torre del Mar. La víctima, un anciano que terminó falleciendo. No era la primera vez que los agentes arrestaban al sospechoso por delitos similares. Cuando se sentó en el banquillo de los acusados, un jurado popular lo declaró culpable y la Audiencia de Málaga lo condenó a 16 años de prisión. Si bien, ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha considerado insuficiente la prueba que se presentó para culparlo y lo ha absuelto.

Los hechos ocurrieron el 15 de febrero de 2020, sobre las 20:00. La víctimas y Toufik estaban en la terraza de una cafetería tomando unas bebidas. El tribunal del jurado que creyó en su culpabilidad determinó que ambos se dirigieron hacia el domicilio del anciano, de 75 años -que vívía solo-, y una vez allí el procesado propinó numerosos golpes en la cabeza y en la cara que le habrían causado un traumatismo cráneo-encefálico y facial. También consideraron probado que, antes de marcharse, se llevó consigo un reloj de pulsera, un anillo y medicamentos, valorados en unos 300 euros.

La víctima fue encontrada por un hermano y un sobrino al día siguiente. Le prestaron los primeros auxilios y llamaron a la Policía. Los servicios sanitarios se desplazaron al inmueble y trasladaron al herido al Hospital de la Axarquía, donde fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Ya estabilizado, fue trasladado al Hospital El Ángel -en la capital malgueña- y dos meses más tarde, el 25 de abril, el paciente sufrió una broncoaspiración alimenticia mientras comía gelatina. Aunque consiguieron estabilizarlo, el 2 de mayo empeoró y un día después falleció.

Tras el veredicto de culpabilidad y la condena de la Audiencia Provincial, la defensa de Toufik formuló recurso de apelación al considerar que se había producido una vulneración de la presunción de inocencia por "no existir prueba de cargo suficiente de la autoría ni de la comisión del robo" y la Sala de lo civil y penal del TSJA lo ha estimado.

El Alto Tribunal justifica que la única prueba que ha conducido a la condena del procesado ha sido la identificación visual por parte de dos testigos. Aparte de ello, "no existe ningún elemento probatorio adicional, ni directo, ni indirecto, ni indiciario, ni corroborador. No aparecieron vestigios del acusados en el lugar del crimen (ADN o huellas) ni de la víctima en las pertenencias del acusado", reza la sentencia -a la que ha tenido acceso este periódico-, que ordena su absolución.