La Academia de Bellas Artes se opone a la torre "privada" y pide que la parcela tenga uso público
Los académicos advierten de su "irreversible" impacto visual y rechazan un proyecto "especulativo" propuesto por la Autoridad Portuaria
La construcción de un hotel de 135 metros en el dique de Levante y el procedimiento seguido por la Autoridad Portuaria para adjudicar este suelo a un fondo de inversión árabe encuentran una nueva voz discrepante. La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo hizo pública ayer su posición institucional contraria al proyecto. A través de una carta abierta, el organismo, cuyos orígenes se remontan al año 1849, alerta del "impacto visual irreversible" que una edificación de estas dimensiones generaría sobre el frente litoral del casco histórico, subrayando la necesidad de que un terreno "único y singular" como el elegido sea destinado a una iniciativa de carácter público.
Grosso modo, la Academia reitera parte de los argumentos que ya en marzo de 2016 trasladó al Puerto por medio de una alegación durante el procedimiento de concurrencia competitiva abierto para conceder esta parcela del morro a un promotor privado por un periodo de cincuenta años. Una observación que no recibió respuesta de la administración portuaria.
Ahora, una vez formalizada la concesión condicionada a la empresa Andalusian Hospitality II por parte del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria y tras conocerse el diseño del proyecto que se pretende materializar, firmado por el arquitecto José Seguí, la Academia da el paso y se pronuncia de manera taxativa. Entre los argumentos que pone sobre la mesa está la naturaleza "pública" de la parcela elegida, circunstancia por la que, a su juicio, debería ser destinada a un equipamiento público, "a ser posible cultural", contribuyendo "al más adecuado desarrollo urbanístico y arquitectónico de la ciudad".
En el escrito, precisa que el pronunciamiento no va en contra de actividades económicas y empresariales que permitan el desarrollo de la capital, aunque aboga por que dichas actividades se lleven a cabo conforme a las previsiones urbanísticas recogidas en el Plan General de Ordenación Urbanística. Esta afirmación contrasta con el procedimiento seguido por el Puerto para ir adelante con la iniciativa, que para los académicos se ha realizado "con precipitación".
Los autores del documento, que lleva la firma del presidente de la Academia, José Manuel Cabra de Luna, analizan las posibilidades urbanísticas de la parcela. Frente a las tesis defendidas en las últimas semanas por el arquitecto promotor y por el presidente del Puerto, Paulino Plata, que insisten en que es factible la construcción del hotel, el ente precisa que en este momento se está operando sobre una parcela "destinada a los usos de aparcamientos públicos y zonas verdes". Y añade que de acuerdo con las determinaciones en vigor del Plan Especial del Puerto, este suelo "no puede ser destinado al uso propuesto hasta que la tramitación de una modificación urbanística sea aprobada por los responsables de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento y en consecuencia pueda ser destinada al uso hotelero". La citada modificación urbanística sigue pendiente de ser solicitada por el Puerto a la Gerencia de Urbanismo, dada la necesidad, previamente, de que Puertos del Estado apruebe de manera definitiva la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (Deup).
La Academia de Bellas Artes, a modo de alternativa, recuerda la existencia de un importante desarrollo urbanístico para edificios en altura en la zona del litoral oeste, entre la sede de la Diputación provincial y la desembocadura del río Guadalhorce. Localización "donde se podría construir la torre del hotel de lujo propuesta" conforme a unos criterios urbanísticos "validados por todos los malagueños". Ello, además, sostienen, iría en favor del desarrollo de esta nueva centralidad urbana. La operación dibujada en el planeamiento general para esta zona incorpora la construcción de edificios en altura en la zona de Torre del Río.
Con este escrito, la institución "se propone defender el patrimonio público de la ciudad y preservar esta privilegiada parcela del morro de Levante del puerto, de titularidad pública, para destinarla al uso público que se estime necesario, sin precipitación, en el momento en que la ciudad lo requiera, mediante una edificación de altura moderada, que no impacte y que, en todo caso, complemente la fachada del frente litoral del casco histórico". Todo ello, en lugar de la implantación privada "y en cierto modo especulativa" que ahora ha propuesto la Autoridad Portuaria.
Muestra del valor de la opinión de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo es el listado de profesionales que la integran, caso de los arquitectos Ángel Asenjo, Javier Boned y Rafael Martín Delgado; del pintor Jorge Lindell; de la historiadora María Josefa Lara; de la catedrática de Historia del Arte Rosario Camacho, y del artista Suso de Marcos, entre otros. Entre sus académicos de honor figuran el Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa y el barítono Carlos Álvarez.
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