Acusada de asesinar a su bebé en Málaga admite que la dejó morir sola en la casa
La menor, de 17 meses, estuvo más de un mes únicamente con un biberón y unas galletas y sin nadie más en el domicilio
La Fiscalía le pide 21 años de cárcel por asesinato y abandono de la menor
Málaga/La mujer acusada de asesinar en Málaga a su bebé de 17 meses, tras dejarla en el domicilio familiar durante un mes con un biberón y unas galletas, ha reconocido que la dejó morir sola en la habitación de la casa a oscuras, con la persiana bajada y la puerta cerrada.
El juicio popular ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Málaga y durante la vista oral la procesada ha reconocido todo el relato acusatorio del fiscal entre sollozos y ha permanecido toda la sesión con la cabeza bajada, mirando al suelo.
La procesada ha admitido que cuando dejó a la niña en la casa sola era consciente de que moriría, ha señalado que nunca enseñó su hija ni a los amigos ni a su nueva pareja sentimental y ha asegurado que está muy arrepentida.
Durante su declaración, la acusada ha reconocido todo el relato acusatorio sin contar lo sucedido, solo admitiendo con la cabeza, por lo que la presidenta del Jurado le ha pedido en varias ocasiones que además de admitir los hechos tenía que decirlo para que constara en la grabación.
No ha relatado nada de lo sucedido, aunque en todo momento ha admitido con numerosos "sí" a todo lo relatado por el ministerio público.
La mujer quedó embarazada en su país, Marruecos, y se trasladó a España a finales de marzo de 2017 con su madre y hermanos mayores, que vivían en Vélez-Málaga en una posición económica desahogada, y así poder ocultar por motivos culturales y sociales su estado al padre.
La joven dio a luz en dicho municipio el 4 de mayo de 2017 y se quedó a vivir en la casa de su hermana y su cuñado, que iban y venían de Marruecos y durante ese tiempo ella tuvo servicio gratuito de guardería para que pudiera continuar sus estudios, que abandonó y fue dada de baja por su absentismo.
Además, durante ese tiempo también tuvo la ayuda de una amiga que cuidada al bebé y la recogía y llevaba a la guardería, percibiendo por ello una remuneración económica.
A finales del curso escolar 2017/18 la acusada decidió trasladar su residencia a Málaga y alquiló un apartamento con el dinero que le enviaba su familia.
La procesada ha reconocido que en agosto de 2018 comenzó a trabajar de camarera en una discoteca en horario nocturno y para ello dejaba sola al bebé con quince meses.
La mujer cuando terminaba su jornada laboral no regresaba a su casa sino que se dirigía a casa de una amiga, por lo que dejaba prácticamente sola a diario en la casa a su hija.
También ha admitido que desde mediados de septiembre de 2018, pasó a dormir de forma habitual en el domicilio de un amigo y para ello dejaba sola la bebé toda la noche hasta la tarde del día siguiente y esta situación se mantuvo incluso cuando dejó de trabajar.
En octubre del mismo año abandonó definitivamente el apartamento y dejó a su hija en el dormitorio, sobre la cama, con la puerta cerrada y la ventana con la persiana bajada, en condiciones de oscuridad, tan solo con un biberón y unas galletas.
Esta mañana también han declarado cuatro policías que han relatado cómo se encontraron al bebé al llegar al domicilio, semidesnuda y en avanzado estado de descomposición.
El fiscal le pide 21 años de cárcel por un delito de abandono temporal y asesinato, mientras que su defensa, José Luis Rodríguez, ha asegurado que ella quiere pagar por lo que ha hecho, pero entiende que se debe rebajar la pena a 16 años.
Este letrado ha pedido comprender que era una mujer que había sufrido malos tratos, que se había intentado suicidar y que sufría exclusión social "por lo que hay valorar una serie de circunstancias sociales, personales y familiares"
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