El ‘Ratibor’ atracado en el muelle de la desembocadura del río.
El ‘Ratibor’ atracado en el muelle de la desembocadura del río. / Juan Carlos Cilveti
Juan Carlos Cilveti

02 de agosto 2022 - 09:43

Málaga/Hace unos días, en concreto el pasado 19 de julio, el puerto se despedía un barco que ya forma parte de la historia de los muelles malagueños. Remolcado por el Mercurio, un remolcador de bandera portuguesa de 28 metros de eslora, el Ratibor, nuestra protagonista de hoy, tras siete años de estancia en aguas malacitanas salía con rumbo a Bilbao.

Y aunque en alguna que otra ocasión les he referido las vicisitudes de este barco, hoy, a modo de despedida les contaré la completa historia malagueña de este buque. Construido en 1965 en los astilleros noruegos Storvik Mekaniske Verksted, este buque clasificado como Standby Safety Vessel, un barco de salvamento y asistencia, comenzaba su biografía con el nombre Donn Myre. Tras navegar con dos nombres más, en 2015, este buque de 48 metros de eslora era renombrado como Ratibor y abanderado en las Islas Cook. Gestionado por una compañía rusa, nuestro protagonista de hoy, el 30 de julio de 2015 llegaba al puerto de Málaga quedando atracado en el muelle número seis. Procedente de Algeciras, el Ratibor amarraba en lo que se suponía que sería una escala técnica; una estancia en la que incluso se planificaron unas reparaciones tanto a flote como en seco.

Después de verse obligado a cambiar varias veces de atraque por necesidades de tráfico interno, saltaba la noticia de que el Ratibor había sido abandonado por su armador; una circunstancia que llevó a que toda su tripulación dejara el barco. Convertido ya en un problema para el Puerto, tras algunos nuevos cambios de amarre este buque en mayo de 2016 era posicionado en la margen izquierda del Guadalmedina. Arrumbado con pocas expectativas de fututo, en noviembre de 2019 el Boletín Oficial del Estado anuncia la subasta pública del barco con un precio de salida de 180.000 euros, IVA excluido. Tras ser visitado por algunos posibles compradores y después de ser desinsectado y sellado, una subasta fallida daba paso a un segundo procedimiento en julio de 2001 con un precio base de enajenación de 0 euros.

Comprado y con unas expectativas que muy probablemente pase por el desguace, el Ratibor dejaba las aguas malagueñas tras haber pasado en ellas siete largos años. Toda una aventura.

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