Adiós a las tiras de papel

Se acabó usar el bolígrafo. Al menos en el aeropuerto de Málaga, que se ha convertido en el primero del país en implantar un sistema de navegación con fichas electrónicas, algo que tradicionalmente se hacía con lápiz y papel. La ficha de progresión de vuelo es la herramienta que los controladores usan para anotar las instrucciones dadas a los pilotos y sus solicitudes. Hasta ahora estas fichas existían sólo en formato papel, siendo unas tarjetas con espacios en blanco para apuntar los datos que cada controlador pasaba al compañero a través de unos raíles instalados en la mesa de control. Desde el pasado jueves el equipo de controladores del aeropuerto cuenta con un nuevo sistema, pionero en España, por el que estas fichas pasan a ser en formato electrónico.

Con la integración de las fichas electrónicas los datos se actualizan automáticamente, la gestión de los planes de vuelo, de las autorizaciones y de la transferencias de los tráficos están accesibles a través de etiquetas que se presentan y visualizan en la pantalla del radar. Así, según Aena, el avance tecnológico permite reducir la carga de trabajo del controlador y mejorar la calidad del servicio. "Poner este sistema no solamente es una mejora para el control de la torre, sino también para toda la gestión del vuelo gracias a que este sistema de navegación respecto a su nivel de integración es único en el mundo" apuntaba José Luis Meler, director de Red de Navegación Aérea.

Málaga es la primera dependencia de control del país en incorporar esta nueva prestación. Para Aena, el aeropuerto de la capital es el idóneo por sus características, ya que cuenta con dos pistas de aterrizaje, una de ellas inaugurada hace algunas semanas, y una cantidad de tráfico adecuada.

En la primera semana de prueba, la ficha electrónica ha funcionado correctamente y los controladores se han adaptado de manera rápida al nuevo sistema, aunque han estado conviviendo con el método tradicional para facilitar la integración.

La plantilla de controladores del aeropuerto, que cuenta con unas 65 personas, ha estado asesorada por un personal de apoyo y por un equipo de soporte técnico, por lo que no han detectado ningún problema. "Estamos muy contentos de cómo se ha dado la evolución del sistema y la sencillez del mismo. Una vez que hemos superado el vértigo a las nuevas tecnologías, hemos comprobado que ha sido un éxito y estamos orgullosos de ser los primeros en lograr implantar esta ficha." comentó Arsenio Fernández, director de la región sur.

Han sido necesarios 10 años de trabajo para perfeccionar el sistema y una inversión en toda la red de control de 40 millones de euros. Sólo en Málaga el coste del equipamiento necesario para poner en marcha el servicio asciende a 750.000 euros. Está previsto que se implante hasta 2014 en Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, y, posteriormente, en el resto de aeropuertos españoles.