Agricultores de Málaga: "No sabemos cómo va a salir adelante la cosecha de este verano”

Sequía

La situación del campo es "desesperada", los trabajadores aseguran que la sequía les hace perder cultivos, pero también toda la inversión que han hecho, las infraestructuras y puestos de trabajo

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Los agricultores observan los terrenos de naranjos.
Los agricultores observan los terrenos de naranjos. / Mercedes Bryan
Paula Tejada

16 de abril 2023 - 07:04

Málaga/La falta de precipitaciones tiene a todos los trabajadores del campo en una situación desesperada. Con los cielos totalmente azules y sin pronóstico de lluvia cercano, los agricultores no saben cómo saldrán adelante los cultivos de este verano. Utilizando la poca agua que les llega desde los embalses en la zona del Valle del Guadalhorce y aprovechando el agua de sus pozos y la regenerada que les puede llegar en la Axarquía, intentan mantener todos sus cultivos, los cuales llevan sin recibir agua “en condiciones” desde las lluvias que se dieron en diciembre.

Los agricultores de ambas zonas están muy preocupados porque algunos desconocen cómo van a salvar la cosecha de esta temporada e incluso hay quien a día de hoy todavía no han comenzado a plantar porque al no tener garantías de agua, no quieren arriesgarse a perder más dinero si finalmente no van a poder regar sus cultivos.

Agricultores Axarquía

En la zona de la Axarquía, las comunidades de regantes llevan sin tener acceso al agua de la Viñuela desde octubre. El embalse actualmente está al 10,15% de su capacidad total con 16,69 hectómetros cúbicos.

Vítor Martín tiene una parcela de cuatro hectáreas en el sector del Real Alto en la Axarquía. Con cultivos de aguacate y mango asegura que desde hace unos años cada vez tiene menos producción y desconoce de qué forma va a poder sacar adelante los cultivos de este año. Para él, el trabajo en el campo es un hobbie, pero ha invertido mucho dinero en sacar adelante los cultivos de esta parcela y la falta de agua “nos lleva a perder inversión, infraestructuras y puestos de trabajo”.

En su caso, hasta ahora ha perdido una hectárea de aguacate. En cambio los mangos están floreciendo porque “necesitan menos agua y aún así le estamos echando menos de la que realmente necesita”. Esta poca agua que tiene es gracias a los pozos con los que cuenta, pero estos “se surten del agua que llueve y si no llueve tampoco hay agua para los pozos”.

En otra parcela de una hectárea en el sector del Real Alto, un agricultor lleva trabajando en el campo desde los años 80. Actualmente, además de árboles de mango, también tiene olivos y almendros. Su situación es muy parecida a la de Martín. Sin poder regar bien sus cultivos desde que le quitaron el acceso al agua de la Viñuela, también desconoce de qué forma van a salir adelante sus mangos. Para salir adelante, tanto este malagueño, como muchos otros agricultores están “esmochando” el árbol del mango. “Le estamos dejando el tronco y en las ramas principales lo dejamos sin hojas y sin nada”, señala. De esta forma, al cortar las ramas así le evitan un exceso hídrico largo y también los van a pintar de blanco para que el sol no los ataque demasiado. Con esto quieren aguantarlo hasta julio que es cuando le han dicho que cabe la posibilidad de que les proporcionen agua regeneradas.

En este punto, los agricultores están “preocupados” porque estas aguas regeneradas les supondría una inversión y a día de hoy desconocen cuánto sería ese precio, ni cuánta agua van a poder tener las comunidades de regantes. Con respecto a los pozos, sostiene que “conozco a agricultores que tenían buenos pozos y les están dando mucho menos rendimiento de lo que daban”, todo consecuencia de la falta de precipitaciones y también que el agua de algunos de estos se ha salinizado.

Cabe destacar que estos dos regantes de la Axarquía coinciden en que la mejor solución para poder salvar los cultivos de esta temporada es que llueva para que se rieguen los cultivos y también se recupere el embalse.

Agricultores del Valle de Guadalhorce

Mirando al cielo pidiendo que caiga agua están también los regantes del Valle del Guadalhorce. En esta zona son tres los embalses que hay: Guadalteba, Guadalhorce y Conde del Guadalhorce. El primero se encuentra al 52% de su capacidad total con 79,74 hectómetros; el del Guadalhorce está al 34% con 42,82 hectómetros y el del Conde del Guadalhorce cuenta con 19,31 hectómetros y está al 29% de su capacidad total.

“Si de repente llueve, sería agua bendita”, asegura Mariló Jiménez, una agricultora que tiene la parcela en Cortijo Costilla. Ella tiene dos hectáreas de cultivos ecológicos. Actualmente, en sus tierras tiene un invernadero con 800 plantas de pitayas, también mantiene sus olivos y dependiendo de la temporada tienen diferentes verduras. La falta de agua le lleva pasando factura a esta malagueña desde hace meses. Su cultivo de invierno, cebollas y habas, tuvo que dejarlo secar para poder reservar agua para la temporada. Ahora con los cultivos de verano no sabe que pasará, puesto que todavía no ha plantado nada.

Mariló Jiménez, agricultora del Valle del Guadalhorce.
Mariló Jiménez, agricultora del Valle del Guadalhorce. / M. H.

“No podemos plantar nada porque no hay agua”, incide. Estos meses ha estado regando sus cultivos gracias a un aljibe de 60.000 litros de agua que tiene y a un pozo familiar, pero si no llueve no recupera esa agua. Por tanto, ya se está quedando sin este recurso. Además, desde hace unos meses no le llega agua de los embalses porque “hay una avería que está sin arreglar”. Una alternativa que se está planteando es comprar agua, pero “tampoco me garantizan que me la vayan a traer”.

En estos momentos, en su parcela solo hay plantadas 1.000 plantas de pimientos y Jiménez asegura que “se van a perder porque no tengo agua”. Con una temporada muy incierta porque no sabe que pasara en estos meses y si finalmente se arriesgará a sembrar tomates y chiles, la agricultora incide en que “es una lástima ver cómo está todo y observar la tierra tan seca”.

Por la zona de la Gragea de Alhaurín de la Torre, Agustín García tiene una parcela de 4.000 metros cuadrados, donde el 90% de sus cultivos son naranjos. Su situación es tal que ha decidido no renovar los árboles que tenía previsto cambiar para esta temporada y tampoco ha sembrado nada. “Tenía previsto reponer algunos árboles, pero para tener que regarlos trayendo agua de donde pueda, ya lo haré otro año”, asegura.

Agustín García, agricultor del Valle del Guadalhorce.
Agustín García, agricultor del Valle del Guadalhorce. / M. H.

“La sequía es una ruina, están los árboles que da pena verlos”, se lamenta el agricultor. Asimismo, también añade que el agua que tendrá para esta temporada es la que le den en la temporada de riego y que “el árbol que se salve se salvará y el que no pues si este año tenía que reponer 8, el año que viene puede que sean 12”.

Quien sí se está arriesgando a sembrar en esta temporada es Rafael Márquez que tiene cinco hectáreas en el Valle del Guadalhorce. Actualmente, tiene alcachofas y está sembrando tomates y sandías. Esa avería que ha comentado Mariló Jiménez también le afecta a él y vive en una constante incertidumbre porque no sabe cómo va a salir adelante tanto él como toda su familia, ya que todos dependen de lo que ganan con sus cultivos. En este sentido, para que sus plantas salgan adelante necesitaría un caudal de entre 10 y 15 litros por segundos, pero actualmente “no nos llega ninguna”.

Se han perdido más del 50% de los cereales de invierno

Por otra parte, Baldomero Bellido, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), asegura que la situación actual del campo malagueño es “desesperada”. En este sentido, también sostiene que “el primer cultivo que ha caído en combate ha sido el de los cereales de invierno de secano pues ya damos por perdido más del 50% y va creciendo”. En cuanto a los cultivos leñosos y tropicales señala que los primeros se han retrasado por las heladas que ha habido y que la floración se ha dado aunque tardía, pero “si no viene un agua pronto esa flor no va a tener ningún futuro. Esta misma situación la viven los cultivos tropicales que no pueden sobrevivir con tan solo las aguas regeneradas.

De esta forma, Bellido vuelve a insistir en que ese decreto de sequía que se está elaborando “tenga un presupuesto suficiente que pueda paliar esta situación”. Además, también reincide en que “se piensen cuestiones laborales porque va a ser muy difícil mantener a los trabajadores del campo”, debido a la poca producción que va a haber este año.

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