Aguas de Torremolinos: eficiencia e innovación para hacer frente a la sequía

La situación hidrológica actual en la provincia de Málaga es muy delicada debido a la ausencia de lluvias. Nos enfrentamos a uno de los años más secos del último cuarto de siglo y a un estrés hídrico estructural, que afecta no solo a nuestra región, sino a todo el ámbito mediterráneo, por lo que este asunto es motivo de máxima preocupación.

Hay datos tan preocupantes como el que arroja el embalse de La Viñuela, que se encuentra por debajo del 8% de su capacidad. En total, el agua embalsada en toda la provincia se encuentra ya por debajo del 20%. No en vano, el Comité de Gestión de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica de la Costa del Sol Occidental ha decidido que la comarca ha superado el umbral de escasez grave, procediendo a la declaración de excepcional sequía, y activando todos los protocolos de ahorro de agua con el objetivo de alcanzar al menos un 20% de reducción en el uso de abastecimiento urbano.

Es por eso que las empresas que gestionan el ciclo integral del agua deben dar un paso al frente. Aguas de Torremolinos, en su ámbito de actuación, está comprometida en maximizar la eficiencia en la gestión del recurso. O lo que es lo mismo: que cada gota de agua que se extraiga llegue al grifo de los consumidores.

La empresa, que gestiona 195 kilómetros de redes de abastecimiento, 120 de alcantarillado y 57 de pluviales, suministra anualmente nueve millones de metros cúbicos de agua para dar servicio a cerca de 70.000 vecinos y vecinas de Torremolinos. Sin embargo, esta cifra de habitantes se llega a triplicar con facilidad durante el verano, debido a la intensa actividad turística del municipio, uno de sus principales motores económicos. Este reto, además, coincide con los meses más secos del año, por lo que los acuíferos se encuentran aún más vacíos que de costumbre.

Torremolinos se abastece de sus siete captaciones de agua subterránea del acuífero de la Sierra de Mijas, por lo que comparte recursos con otros municipios de la zona como Benalmádena o Alhaurín de la Torre. El nivel del agua de este acuífero ha ido descendiendo de forma vertiginosa en los últimos años por la ausencia de lluvias y ya se encuentra a más de 230 metros de profundidad. Por eso, en los últimos dos años, Aguas de Torremolinos ha tenido la necesidad de realizar diversas actuaciones en sus sondeos para garantizar el pleno suministro a la población. Un problema que acarrea, además, un gran impacto económico, dado que conforme se incrementa la profundidad a la que se encuentra el agua, se necesita un mayor consumo energético para poder bombearla a la superficie.

Como el agua es un recurso tan escaso, lo principal es hacer el uso más eficiente posible de aquella de la que se dispone. Por ello, Aguas de Torremolinos ha estado trabajando intensamente durante los últimos años para reducir al mínimo las pérdidas que se producen una vez que el agua entra en la red de distribución, gracias a su apuesta por la transformación digital del servicio, que permite optimizar de forma notable la gestión y mejorar el mantenimiento y la conservación de las infraestructuras. De este modo, el rendimiento técnico de la red se sitúa por encima del 80%, una cifra muy superior a la media nacional, que está en torno al 60%.

A través de su sala de telecontrol es posible monitorizar en tiempo real los 195 kilómetros de longitud con los que cuenta la red de abastecimiento, en la que se ha realizado un meticuloso trabajo para dividirla en 18 sectores que permitan identificar lo antes posible y de forma precisa cualquier fuga que pueda producirse. Además, desde aquí también se controla de forma continúa todos los parámetros relacionados con la calidad del agua suministrada.

Pero la eficiencia no sólo debe darse una vez que el agua entra en las tuberías, sino que comienza en los mismos puntos de captación del preciado recurso. Gracias a la implantación de tecnología innovadora, Aguas de Torremolinos puede conocer y medir en tiempo real las condiciones de las captaciones de agua a través de indicadores clave de la cantidad y la calidad del acuífero, el estado de los equipos de bombeo y otros parámetros como la profundidad del nivel de agua, la cantidad de agua que se está bombeando o el consumo energético. Estos datos permiten hacer un uso racional, más sostenible y respetuoso con el entorno del acuífero, garantizando no extraer ni una sola gota más de la necesaria.

Todas estas innovaciones técnicas que Aguas de Torremolinos ha implementado en el servicio en los últimos años han permitido que se hayan podido ahorrar 458.272.000 litros de agua en el último trienio.

Sin agua, la vida se complica

Pero todas estas medidas innovadoras que está llevando a cabo la compañía caerían en saco roto si la ciudadanía no tomase conciencia del papel fundamental que juega en el ahorro de agua. Para combatir la escasez de agua es necesaria la implicación de la ciudadanía en pleno. Por ello, Aguas de Torremolinos tiene en marcha una campaña de concienciación que sirve de refuerzo al trabajo que está realizando la empresa. Y es que, en una situación tan delicada como la actual, cada pequeño gesto marca la diferencia.

Con imágenes muy ilustrativas se muestran labores cotidianas que serían prácticamente imposibles de realizar ante la falta de agua. Es el caso de cocinar un plato de pasta, poner la lavadora, ducharse o tomar un baño en una piscina y siempre acompañados del eslogan de la campaña, Sin agua, la vida se complica, que refuerza la idea de lo verdaderamente complicado que sería nuestro día a día sin este preciado recurso.

Estos mensajes directos están acompañados por una serie de consejos concretos para ahorrar agua, que se dividen en diferentes estancias y situaciones muy habituales. Así, en la cocina, se recogen recomendaciones como cerrar el grifo mientras se enjabona los platos, poner el lavavajillas cuando esté en plena carga o enjuagar la fruta en un recipiente. Para el baño, se señala no tener el grifo abierto mientras se lavan los dientes, recoger agua en un recipiente mientras se calienta el agua, con el fin de usarla para riego o bien instalar sistemas economizadores. En el jardín, se recomienda revisar posibles fugas, evitar el uso de la manguera para limpiar, optando por barrer, o evitar regar en las horas de más sol para reducir la evaporación. Por último, en relación con las piscinas, se expone la necesidad de taparla para evitar la evaporación, asegurar un mantenimiento adecuado para reducir sus pérdidas o instalar pulsadores automáticos si se cuenta con duchas en el exterior.

Esta campaña, que la empresa difunde principalmente por redes sociales y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, recoge el testigo de El Valor del Agua, realizada por la Compañía en los últimos años, en la que se intentaba cuantificar en botellas el gasto de agua que supone tirar de la cadena o lavarse las manos. Ahora, los mensajes son más directos, con consejos concretos, para entre todos ayudar a hacer frente a la situación de escasez.

Además, la empresa desarrolla cada año su programa educativo Aqualogía, que tiene como objetivo concienciar a los escolares sobre la importancia del agua y el medio ambiente, así como dar a conocer el ciclo natural y urbano del agua a través de juego y actividades interactivas. El programa, dirigido a alumnos de Tercero de Primaria, acogió el pasado curso a casi 600 alumnos y alumnas de once centros educativos del municipio.

Comprometidos en la lucha contra el cambio climático

La lucha contra el cambio climático es una de las premisas fundamentales de Aguas de Torremolinos. Por eso, lleva años realizando diferentes proyectos y acciones encaminadas a preservar el entorno natural y reducir su huella de carbono. En este sentido, la empresa está adherida al Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE) desde 2018 y presenta anualmente el resultado del cálculo de sus emisiones. Además, ha tramitado la compensación de la huella de 2020 en el registro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y actualmente trabaja en la compensación también de las de los años 2021 y 2022 para continuar manteniendo así la neutralidad en cuanto a emisiones de carbono a la atmósfera.

La empresa también trabaja para promocionar la movilidad sostenible y reducir al mínimo las emisiones derivadas de los desplazamientos. Así, el 76% de su flota ya es eléctrica o híbrida, pues cuenta con ocho coches y una moto eléctricos, y diez vehículos híbridos.

Por otro lado, la compañía quiere aproximarse lo máximo posible a la autosuficiencia energética, por lo que está desarrollando varios proyectos encaminados al autoconsumo en todas sus instalaciones. La planta de generación fotovoltaica de sus oficinas cuenta con una capacidad de 15 kWp, que se suman a la instalación realizada en 2021 en la cubierta del depósito de San Miguel, con una capacidad de 460 kWp. Ahora, esta iniciativa se pretende replicar en el resto de depósitos con los que cuenta Aguas de Torremolinos: ya se ha puesto en marcha en la cubierta del depósito de San José y está previsto que en el de Pinillo se realice a lo largo de 2024.

En materia de biodiversidad, la empresa está comprometida con la preservación del entorno natural de Torremolinos, y cuenta con zonas arboladas y ajardinadas dentro de sus instalaciones en las que no se usan productos fitosanitarios para su mantenimiento. Además, dispone de protocolos de actuación en el caso de incidentes con fauna y de localización de especies invasoras. Como iniciativa a destacar, en las cercanías del depósito de San Miguel, cuenta con un hotel de insectos para favorecer la proliferación de insectos polinizadores, así como el respeto al medio ambiente.