Alfredo Guerisoli: La vida como un gran evento

Innovador y visionario desde su llegada a España no ha dejado un instante de generar grandes proyectos

Comparte mesa con nosotros en la Taberna de Monroy

De derecha a izquierda, Alejandro Fernández, Alfredo Guerisoli, Carmen Pozo y Juan Luis Pinto.
De derecha a izquierda, Alejandro Fernández, Alfredo Guerisoli, Carmen Pozo y Juan Luis Pinto. / Paco Menjivar
Juan Luis Pinto Doblas

18 de julio 2019 - 06:43

Málaga/El título de esta crónica nos desvela de antemano el perfil de nuestro invitado de hoy. Un hombre que cruzó el Atlántico por razones políticas desde su Argentina natal, y desembarcó en Málaga con la ilusión puesta en el futuro y el baúl cargado de ideas, unas geniales y otras a priori de verdadera locura, pero que marcaron una época en nuestra ciudad, en nuestro país. Nunca dio un proyecto por perdido sin antes batirse el cobre contra propios y extraños, que enseñó a muchos lo que es salirse de las zonas de confort que nos presenta la vida con tal de desarrollar un proyecto, un sueño. ¿Un loco? ¿Un visionario? Les presento a Alfredo Guerisoli. No se lo pierdan.

El restaurante: la Taberna Monroy y vinoteca Moreno

Nos vino que ni pintado el lugar donde realizamos nuestro encuentro: la Taberna Monroy y vinoteca Moreno en la céntrica calle Moreno Monroy. Un establecimiento regentado por un joven matrimonio, cordobeses de raíz milenaria y malagueños de adopción, que llevan a gala mostrarnos lo mejor de la gastronomía de su tierra, Córdoba. Sin temblarles el pulso en innovar con cocina de vanguardia nos sorprendieron con sus magníficamente elaborados y presentados platos.

Carmen Pozo, como jefa de cocina y su marido Alejandro Fernández son los propietarios del establecimiento. A pesar de su juventud ya han pasado por Inglaterra antes desembarcar hace unos años en nuestra ciudad. Cuatro personas en cocina y seis para atender salones y terraza conforman la plantilla del restaurante. De lo que se cocinó durante nuestra visita más adelante les narro.

El invitado: Alfredo Guerisoli

Alfredo Guerisoli durante el almuerzo.
Alfredo Guerisoli durante el almuerzo. / Paco Menjivar

Puntual apareció Alfredo Guerisoli desde su residencia actual en Benalmádena a nuestra cita en la Taberna de Monroy. Un hombre que desembarcó en nuestra ciudad en el año 1983 y que durante casi cuarenta años ha desarrollado, y aún continúa haciéndolo, una intensa actividad profesional y empresarial. ¿Por qué viene a Málaga precisamente? “Tengo que decir de antemano que no vine a España como un emigrante en busca de un futuro, sin más. Tuve que abandonar mi país por un tema puramente político. Cuando el conflicto de las Malvinas de mi país con Inglaterra. Yo era preparador físico y estaba al cargo del batallón 7. Tuve unas diferencias con un oficial, un capitán. A partir del día siguiente tenía un camión de la policía militar en la puerta de mi casa. A cada lugar donde iba me seguían. Estaba siempre vigilado. Fui sometido a un juicio militar, y no fue de guerra porque el conflicto por suerte ya había finalizado.

En vista de todo ello, en cuanto pude salí del país vía Montevideo. Yo había visto unas fotos de Málaga, la típica desde el mirador de Gibralfaro. Ya sabes la que se ve la plaza de toros y el parque con el mar de fondo. Me encantó. Y aquí me vine”. Interesante historia.

¿Qué Málaga se encontró? “Llegué un día a las siete de la mañana. Me di cuenta enseguida que la ciudad vivía de espaldas al mar, ese que me atrajo nada más verlo. En aquel momento se estaban construyendo los paseos marítimos. La ciudad estaba bastante atrasada”. Pero rápidamente se integró en la vida de la ciudad. “Bueno, lo has dicho muy rápido. Nada me resultó fácil, todo me costó mucho esfuerzo. Me he caído y me he levantado muchas veces. Yo era licenciado en Educación Física en mi país y lo primero que hice fue convalidar mi titulación, pero tenía que trabajar, y comencé de monitor de natación. Aquí en Málaga no existía esa figura. Trabajo no me faltó. Al poco trabajaba de profesor de Educación Física en el colegio Unamuno”.

Muy personal

Nacido en Luján, perteneciente a Buenos Aires, desde niño amó el deporte. Criado en una familia obrera, sus padres quisieron que estudiase en el mejor colegio de su ciudad: los Maristas. Aunque comprende que esa etapa de su vida marcó el hombre que ha sido más adelante, nos cuenta la experiencia: “Mis padres hicieron un gran esfuerzo para que estudiase ahí, pero yo era un niño pobre en Maristas. Cada día me peleaba con algún compañero del colegio. Yo no era de los suyos. Y cuando llegaba a mi barrio, mis vecinos me señalaban como el niño de Maristas, y de nuevo más peleas, ahora por todo lo contrario. [Risas] Me las tuve que ver con unos y con otros”. Con algo más de treinta años se viene para España y se nacionaliza. Después de casi cuarenta años en nuestra ciudad, se considera un malagueño de los pies a la cabeza. Toda su familia se trasladó con el tiempo a Benalmádena. En la actualidad vive con su esposa, Lourdes, para la que tiene palabras de verdadero agradecimiento. “Lourdes ha sido el descubrimiento de mi vida. Estuve casado en cuatro ocasiones anteriores, pero con ella es distinto. La conocí accidentalmente en la cola de embarque de un aeropuerto y el destino ha querido que estemos juntos desde hace ocho años. Lamento realmente no haberla conocido antes, es el equilibrio de mi vida. Hay muchas maneras de amar, y el que me ha demostrado Lourdes no tiene límites. Le estoy muy agradecido”. Pues dicho queda. Guarda para sí la distinción recibida en su país, hace cuatro años, del premio Baron de Coubertin al deporte, la máxima distinción al deporte que existe en su país. Nunca es tarde para reconocer el esfuerzo de una persona. Y de esta manera nos despedimos de Alfredo Guerisoli, el niño que cada día tenía una pelea en el colegio como premonición a la que la vida le ha planteado a diario. Unas ganando, otras perdiendo, pero siempre sobreviviendo. Hasta siempre.

Y de ahí al mundo del atletismo profesional. “Sí, así fue. En unos años ocupé la presidencia de la Federación Malagueña de Atletismo y después la de la Federación Andaluza. Cuando yo llegué existían apenas dos mil quinientas licencias. Hoy en día se superan las doce mil”. Y de ahí surge la primera empresa de eventos que creo.

“Una vez pasé una larga etapa al frente de la federación de atletismo, sentí deseos de crear una empresa de grandes eventos deportivos. Organicé cinco años el trofeo Colombino. Con el Málaga en tercera traje dos partidos, uno del Real Madrid y otro del Barcelona a Málaga. Debo decir que Fernando Puche me ayudó mucho. La empresa se llamó Eurodeportes. Comenzamos a contratar publicidad estática en partidos de la entonces copa de Europa y de la UEFA, pero solo duró un año. Las multinacionales copiaron la idea y, claro, son muy fuertes. Se quedaron con todo.”

Total que una vez más sus ideas se fueron al traste. “No, eso hizo que me reciclase y, con la experiencia de la organización de esos eventos, comencé a organizar grandes conciertos musicales. Creé la empresa G2 Producciones”. ¿Cuáles destacaría? “Uf, fueron más de cien, pero por su gran impacto en la ciudad destacaría los Rolling Stones, Supertramp, Sting, Tom Jones, Chayanne, a quien le organicé toda la gira por España, muchos más, todos los más importantes”.

Aquella fue una época dorada en nuestra ciudad. “Y organicé, en coordinación con Salomón Castiel, las noches de la Costa del Sol. Otro formato de grandes conciertos. Y después los festivales étnicos en el Peñón del Cuervo”·. Imagino que tendría buenas relaciones con nuestras instituciones. “En general han sido muy buenas, aunque ha habido de todo un poco. Mi relación con Celia Villalobos, cuando era alcaldesa, y luego con Francisco de la Torre, fue de cooperación. De la Torre es un gran negociador. Hay que saber tratarlo”. ¿Se considera usted un innovador? “[Silencio] No, la clave está en la información. La información es poder, y yo siempre he estado pendiente de todo lo que se movía, dentro y fuera de España”.

Me ha dicho que se cayó y levantó en numerosas ocasiones. “Sí, así ha sido siempre. En el año 2006 vi venir la crisis pero no pude evitar que me afectase. Casi nadie pudo. Ahora se está hablando de una nueva crisis y puede que esta se acabe produciendo si estamos todo el día anunciándola. En cualquier caso, la inestabilidad política actual no ayuda demasiado”. De todas las cosas que ha hecho, ¿cuál le gratifica más? “[Silencio] Participar en la creación del estadio de Atletismo. Nos juntamos una serie de instituciones, Federación de Atletismo, Joaquín Ramírez, Luciano Alonso, Elías Bendodo, Paco Guti y otras personalidades relevantes. Me comprometí en traer el campeonato de Europa de Atletismo, entonces yo era vicepresidente de la Federación española y de la Iberoamericana, aparte de presidente de la andaluza. Y ahí tenemos el estadio”. Continuamos nuestra charla durante la comida, pero al margen de todo lo mencionado anteriormente, Alfredo Guerisoli fue parte importantísima en la creación de la Asociación de Empresarios de Alhaurin el Grande y de Álora entre otras.

La comida

Como es la vocación de Alejandro Fernández mostrar lo mejor de la gastronomía de su tierra, inmediatamente nos abrió mesa con una tabla de jamón de bellota de los Pedroches y de queso de reserva. Para acompañar a tan exquisito entrante nos sirvió una copa de fino en rama.

Unos de los platos.
Unos de los platos.

Mientras, entre sorbo y sorbo, entre bocado y bocado, nosotros continuábamos con nuestra charla. ¿Hay algo que le haya marcado especialmente en su vida? “[Silencio] Sin lugar a dudas mi salida desesperada de Argentina. Si pudiese cambiaría no haber tenido que salir nunca de allí. Haber desarrollado mi vida en mi tierra, en Mar del Plata”.

Pero se siente malagueño, español ¿no? “Soy argentino, pero también soy español y muy malagueño porque así lo quise siempre. Emigrar fue muy duro, la sociedad española es diferente a la argentina. Aquí es bastante complicado encontrar amigos de verdad. Cuando los encuentras ya están para siempre, pero hasta entonces…es muy difícil”.

Uno de los platos.
Uno de los platos.

Nos vimos interrumpidos por la presentación de dos platos de la casa: alcachofas Córdoba y Málaga la Bella, un plato extraordinario que no deben dejar de probar, con toques de vino de pasas y salmorejo. A continuación un salmorejo de quitar el sentido por su textura y sabor. Exquisitos.

Para estos platos tomamos una copa de blanco Habla del Mar, selección de bodegas Lara. ¿Nunca ha tenido interés o al menos algún ofrecimiento para entrar en política? “No, nunca. Es cierto que siendo presidente de la Federación Andaluza, siendo alcalde de Marbella Jesús Gil, este me ofreció integrarme en su equipo. Lo agradecí pero lo rechacé”. Algún político que le haya gustado por su gestión. “Creo que Elías Bendodo ha sabido sacar a la luz los recursos tanto en turismo como en deporte”. De jubilarse no hablamos. “[Risas] Para nada. Siempre hay cosas que hacer. Tengo muchos proyectos por realizar. Si me quedo quieto me da la amargura”.

Uno de los platos.
Uno de los platos.

Alejandro nos presentó a continuación unas croquetas de rabo de toro, otra de las especialidades de la casa, como antesala al plato de secreto ibérico de bellota acompañado de jamón deshidratado, pimientos y patatas, todo ellos maridado con un Beronia reserva de verdadera categoría. Para finalizar tomamos tarta de queso y flan con nata, ambos caseros, acompañados de una copa de vino de sacristía. Felicitaciones a todo el equipo de Taberna Monroy y mi agradecimiento tanto a Carmen como a Alejandro por su magnifico trabajo. Córdoba y Málaga fusionadas en una cocina sin complejos. Para finalizar le pregunte a nuestro invitado si cambiaría algo del presente.

“Ya lo hago con mi trabajo cada día. Mira, las cosas se pueden cambiar, pero hay que luchar para cambiarlas. La sociedad es a veces demasiado acomodada”. Con esta reflexión finalizamos el encuentro con un hombre que luchó sin descanso toda su vida y que nunca tuvo tiempo de disfrutar ni murió de éxito: siempre le aguardaba un nuevo reto.

Los vinos

BLANCO: Habla del Mar

Magnífico vino extremeño de la factoría Habla. Un vino potente y equilibrado con suaves notas marinas. Un punto de acidez justo le hace un vino muy apreciado.

FINO: Tío Pepe en rama

Vino de las bodegas Tío Pepe extraído del centro de la bota cuando la flor está en su esplendor. Una selección casi exclusiva para un vino especial.

TINTO: Beronia reserva

Extraordinario vino de la D.O. Rioja. Un vino muy fresco y estructurado que maridó perfectamente con las carnes ibéricas.

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Bodegas Lara
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