Angel García Vidal: Un técnico al servicio de la sociedad
Humanista de acción y condición, la vida le colocó ante la mayor de las pruebas
Acude con nosotros al restaurante Casa Bellota, en Molina Lario
Málaga/La persona que traigo hoy a esta sesión, personaje por méritos propios, -aunque a él no le gusta esta denominación- es un hombre que caminaba de paso, sin hacer grandes aspavientos ni ruidos, por la vida, hasta que el destino quiso que se hiciese conocido en toda España, en todo el mundo. Una tragedia que nos atrapó a todos, que aún nos tendrá atrapados durante mucho tiempo: el caso de Julen. Creo que merece la pena que conozcamos más a fondo a Ángel García Vidal, un Ingeniero de Caminos que define su profesión como humanística. No se lo pierdan.
El restaurante: Casa Bellota
Mientras le doy forma a esta crónica en Casa Bellota, deben andar con la celebración de su primer aniversario en su establecimiento de Molina Lario. Para los que no lo conozcan les puedo decir que es de esos lugares que huelen a Málaga de los años sesenta, una mezcla de taberna y tienda de ultramarinos. Predominan las alacenas y madera añeja con veladores al modo de la época, lo que crea un contraste que parece medido con la cocina tradicional y de innovación que nos sorprendió gratamente. No pudo ser más cálida la recepción por parte de Rodrigo y Gregorio Carnevali, los dos hermanos y socios de este cálido restaurante, el primero además, chef de reconocido prestigio. Doce personas atienden el establecimiento, cuatro de ellos en los fogones, comandados por Rodrigo Carnevali y el resto en sala y terraza coordinados por Samuel Sánchez, todo un profesional pese a su juventud. Del recorrido gastronómico les doy cuenta más adelante. Toda una experiencia.
El invitado: Ángel García Vida
Malagueño, cofrade, ingeniero de caminos y aficionado al rugby, Ángel García Vidal es un claro exponente de la persona a la que la vida le pone en situaciones inverosímiles, a veces insuperable. Aunque pretendemos conocer otras facetas de su vida, irremediablemente tuvo que salir el caso de Julen, en el que él se convirtió de manera inesperada en el rostro de la noticia. Y le pregunté, después del tiempo transcurrido, como se lleva algo así. “(Silencio) Ocurren muchas cosas en el mundo, al mismo tiempo, y esta desgracia le tocó a esta familia. (Silencio) Yo hablo con Dios, le digo cosas, me peleo con Él. Después le pido perdón. Y así durante mucho tiempo. Todo fue muy duro. La realidad superó mil veces lo que esperábamos, cada día, los tiempos, las esperas. Es imposible desinhibirse de algo así. El desenlace no dependía de nosotros. (Silencio) Ojalá todo esto haya servido para algo.” Dicen que es usted un cofrade de tradición y de corazón. “Me viene de mi familia. Estamos muy vinculados a Pollinica, y además, y esto ya no es de familia, pertenezco a Estudiantes”.
“¿Qué me puede contar de una anécdota bastante especial que sucedió en Pollinica el sábado antes del Domingo de Ramos? “Sí, realmente fue algo muy especial. Me concedieron la posibilidad de encender una vela, de las que tiene justo delante la Virgen, en la candelería del trono. Lo hice en recuerdo de Julen, durante la misa de hermanos. Hizo toda la procesión junto a la Virgen”. Usted es un técnico y sin embargo respira humanismo por todos los poros de su piel. “Es que puedes ser un técnico y tu trabajo estar dirigido a mejorar la vida de los demás. Una infraestructura surge de una necesidad para favorecer el bienestar de las personas.
La ingeniera es una profesión para el ser humano. "Por ponerte un ejemplo y que lo veas claro, no hay nada que una más a los pueblos que un puente. En el propio caso de Julen ha quedado demostrado. Nuestra profesión es profundamente humanitaria”. Y ya que estamos con las infraestructuras, ¿Cómo ve las de nuestra ciudad? “Nuestras infraestructuras son muy dignas y están muy bien. Pero dicho esto, debo aclarar que no es suficiente.
Angel García Vidal
"No hay nada más perverso que politizar las infraestructuras. No se puede paralizar por un cambio político”
“Una infraestructura es como una casa, como nuestra propia casa, que debemos arreglar, modificar a veces, en una palabra, mantenerla”. Usted ha estado mucho tiempo fuera de Málaga y después regresó para instalarse definitivamente en nuestra ciudad. ¿Cómo ve nuestra ciudad alguien que ha hecho varios viajes de ida y vuelta? “En mi época juvenil, ir a Torremolinos era ir a otro mundo, y estaba a 14 kilómetros. Entonces los turistas venían, veían la catedral o Gibralfaro y se marchaban. Ahí me marché. Más tarde regresé y me encontré una ciudad muy cambiada. Y cuando regresé definitivamente para hacer el proyecto del Muelle Uno del puerto la ciudad ya estaba transformada”. O sea, que se habían hecho bien los deberes. “Pero no debemos caer en la autocomplacencia".
Como malagueño tengo derecho y la obligación de ser crítico, y el hecho de haber vivido en otras ciudades me hace ver las cosas desde distintas perspectivas. Hay muchas cosas que mejorar. Hubo un momento, durante la crisis, que los partidos políticos decían, ante la falta de presupuestos, que estaba todo hecho, pero no era así”. La realidad es que hay determinados proyectos que nunca se terminan de hacer porque imagino que serán muy caros. “No, rotundamente. No existen proyectos caros.
Escatimar en infraestructuras debería estar penado. Porque no haya dinero para hacer determinada actuación en un momento concreto no se debe sustituir por apaños. Si no hay dinero no se hace hasta que haya, pero nunca chapuzas. No se puede hacer una infraestructura escasa o mal dotada por escatimar recursos”. Bueno, los que mandan son ustedes. “Los técnicos diseñamos y planificamos nuestra competencias, el político debe pensar con amplitud de miras. No se puede modificar o paralizar una infraestructura porque haya un cambio político. No hay nada más perverso que politizar las infraestructuras ”. Pues eso, por desgracia ocurre mucho. “¿Y quién se para a valorar lo que cuesta eso?”. Pues ahí tenemos el cacareado Plan Integral de la Costa. “Se han hecho cosas en el Plan de Saneamiento lo que ocurre es que la demanda de servicio aumenta año tras año. Más viviendas, más turistas, todo se queda corto. Lo que se hizo no es suficiente. Tenemos colectores a nivel de orilla del mar. Hay muchas cosas por hacer. Los niveles de calidad y la demanda nos obligan a renovar y mejorar las infraestructuras. Lo que hay se ha quedado obsoleto”.
Y antes de pasar a la comida quise saber que gran infraestructura le gustaría hacer en nuestra ciudad. “(Silencio) Me gustaría hacer la transformación del Muelle Heredia y la plaza de la Marina. Ahí está el futuro más inmediato de Málaga”.
La comida
Enseguida se puso manos a la obra Samuel García y ya no pararía. Para comenzar y tras descorchar una botella de Javier Sanz blanco, nos presentó unos entrantes marca de la casa que nos sirvieron para ir vislumbrando lo que nos tenía preparado Rodrigo y su equipo de cocina: una ensalada rusa, plato especial del chef, una polenta frita con salsa de trufas picante, extraordinaria y una mini hamburguesa de salchichón de Málaga con mayonesa de encurtidos y nido de patatas paja. Tres bocados sencillamente espectaculares.
Nosotros continuamos con nuestra animada charla. ¿A qué le daría prioridad en Málaga? “Hay que hacer tres o cuatro actuaciones hidráulicas en la provincia para garantizar el abastecimiento de agua durante todo el año”. ¿Cuál ha sido el reto más difícil que ha tenido que superar”. “(Silencio) El mayor reto de mi vida ha sido sobrevivir. Si me lo preguntabas por el caso Julen, ese no ha sido un reto, ha sido un deber”. Tengo entendido que es aficionado el rugby. Un deporte noble pero un tanto agresivo. “Sin duda los golpes de la vida son mucho más duros que los del rugby. Mi vida ha sido una superación continua. Tengo un master en resiliencia (risas)”.
Como un master como mínimo requiere la preparación del gazpachuelo con que nos sorprendió Rodrigo. No se lo pueden perder. El descorche de una botella de El Lero, vino tinto de producción propia de bodegas Lara, sirvió para maridar con los platos, porque fueron tres, que nos presentó a continuación: pulpo a la brasa sobre crema de calabaza y col lombarda, bacalao confitado con puré de patatas y presa ibérica de angus. Tres platos excepcionales.
Continuamos con nuestra charla y me interesé por lo que cambiaría si estuviese en su mano. “Pues cambiaría la sensación que tenemos los españoles del país en el que vivimos. España es extraordinaria y no nos lo creemos. Estamos en una dinámica de autodestrucción que como no la cambiemos nos llevará inevitablemente a ella”. Es cuestión de cultura, ¿no le parece? “Culturalmente hemos avanzado, pero nos faltan dos cosas: leer y viajar más. A partir de ahí valoras de verdad donde vivimos”.
Y como el número tres se había convertido en el de platos que nos presentaba Samuel, para terminar fuimos sorprendidos por un original postre de “brigadeiros” de tres tipos de chocolate. Espectacular. Quien no haya disfrutado aún de la cocina y, como no, del servicio, de Casa Bellota no debe dejar pasar más tiempo. Nuestra enhorabuena a todo el equipo y en especial a Gregorio y Rodrigo Carnevali por su acogida y su trabajo. Y de esta manera finalizamos este encuentro con un hombre que el destino ha querido que quede marcado, que se pelea con Dios y transforma su trabajo en el servicio a los demás. Hasta siempre Ángel.
Los vinos
Blanco: Javier Sanz
Vino de la D.O. Rueda, variedad Sauvignon blanc, sus notas frutales y su acidez medida le hacen un vino fresco con recuerdo floral y mineral. Excelente.
Tinto: El Lero
Vino producción y elaboración de bodegas Lara en Ronda, de la D.O. Sierras de Málaga. Sus notas de fruta roja y la sensación balsámica que le aporta frescor, le hacen un vino rico y muy interesante. Muy recomendable.
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Muy personal
Malagueño, con cuatro hijos, tres chicas y un chico, a la hora de escribir esta crónica está a punto de ser abuelo algo que le hace especialmente feliz. De sus idas y venidas por su profesión, ha desarrollado un pragmatismo y un conocer objetivo de la vida y del mundo. Un hombre que no soporta la mentira y que lo perdona casi todo. “Me perdono a mí mismo cada día. A partir de ahí…”. Confiesa que de no haber sido ingeniero le habría gustado dedicar su vida al teatro o al cine. Está enormemente agradecido al esfuerzo que hicieron sus padres para que pudiese realizar sus estudios en Madrid algo que siempre tiene presente. Defensor a ultranza de la justicia, inculca a sus hijos la necesidad de vivir en igualdad, especialmente a su hijo. “Que una hija mía tuviese un problema por el hecho de ser mujer no me lo perdonaría nunca”. A su hija Marta, ingeniera de caminos, que siguió los pasos de su padre, y a los otros, más pequeños, Beatriz y Reyes – de 10 y 8 años - y Ángel – 5 años, les envía su mensaje: “ Les digo que sean honestos y se esfuercen por trabajar en la vida, que amen su entorno, a su familia, a sus amigos, a su país. Que sean personas completas y proyecten todo hacia los demás”. Extraordinarias palabras y reflexiones de un hombre que vive la vida planificando el bienestar de los demás. Muchas gracias.
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