Antequera, tierra de mantecados

Contenido ofrecido por Ayuntamiento de Antequera

Una docena de productores combinan tradición y modernidad industrial en una de las grandes zonas productoras

Los turistas realizan recorridos por tiendas y fábricas

Responsables de Sancho Melero en la salida de horno de su fábrica.
Responsables de Sancho Melero en la salida de horno de su fábrica. / M.H.

04 de noviembre 2022 - 01:00

Pasear por algunas calles de Antequera o de su polígono industrial va asociado en estos días a un intenso e inconfundible olor a Navidad, más concretamente, a repostería tradicional navideña con los mantecados como seña de identidad. Y es que la ciudad del Torcal es uno de los referentes en Andalucía de estos dulces, con una producción de más de 5 millones de kilos de un pujante sector en el que se combina desde las recetas ancestrales de los conventos, las elaboraciones totalmente manuales y cocción con horno de leña de La Perla con la potencia industrial que representa una firma como Sancho Melero con una producción de 2,8 millones de kilos y una previsión de facturar 11 millones de euros. Todo un referente del sector con sus productos presentes en los lineales de grandes superficies comerciales de España y estando presentes sus productos en Portugal, Francia, Países Bajos, Alemania, Polonia, Marruecos, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Corea del Sur y Japón, llevando el nombre de Antequera y sus mantecados al gran público.

En mitad de estos dos casos encontramos un docena de empresas medianas, pequeñas empresas y obradores que también mantienen la tradición de elaborar este dulce que se inició en el siglo XVI a causa de un exceso de producción de manteca y cereales. Unas recetas que se mantuvieron gracias a los conventos a lo largo de la historia hasta que en el siglo XIX surgieron las primeras fábricas. De aquellos primeros obradores todavía se mantienen la firma La Antequera, una empresa que combina la industrialización del proceso con mantener su hacer tradicional y materias de primera calidad. En su caso cuenta elaboraciones a base de pistacho o piñones procedentes de Doñana, además de diferentes referencias en las que se utiliza el aceite de oliva para la elaboración de sus productos.

Elaboración manual en La Perla
Elaboración manual en La Perla / Javier Flores

“Aquí prima la calidad del producto sobre cualquier otro aspecto, si por algo vemos que no tiene el punto de cocción que nosotros buscamos o cualquier otro aspecto que no nos convenza, se descarta ese producto”, explica Guillermo Ramos.

Por su parte, en La Perla las expertas manos de una plantilla compuesta mayoritariamente por mujeres, algunas con 40 años de experiencia, son las que se encargan cada año de dar origen a un producto que desde su elaboración hasta su empaquetado de hace de forma manual. “Todo lo hacemos a mano”, explica una de las trabajadoras mientras no deja de dar forma a los roscos que pronto serán introducidos en el horno que todavía se alimenta mediante leña. Junto a ella se pueden ver a sus compañeras espolvoreando manualmente o sacando una nueva hornada mientras resuena el ruido de la leña al arder en la distancia.

Salida del horno en La Antequerana.
Salida del horno en La Antequerana. / Javier Flores

Y es que los productores antequeranos se caracterizan por un proceso en el que prima la materia prima y conservar la tradición artesanal para la elaboración de los mismos, como lo demuestra la utilización de limones naturales a la hora de elaborar este sabor tan tradicional, al igual que ocurre con la canela, que se llega a comprar en rama y se muele en las fábricas, y es que el doble de canela es una de las señas de identidad del sector en la ciudad del Torcal.

Mantecados, polvorones, alfajores, mantecadas, roscos de vino o bienmesabe, además de un sinfín de productos propios de cada uno de los obradores, cuentan con una variedad tan amplia y han tomado un renombre que se ha creado un turismo que busca comprar estos dulces que se han hecho famosos por su calidad.

Los conventos mantienen la elaboración tradicional.
Los conventos mantienen la elaboración tradicional. / Javier Flores

Un crecimiento del mercado que también hace que las fábricas introduzcan nuevos sabores con frecuencia, contando con combinaciones para casi todos los gustos, desde los habituales sabores a base de canela y almendras o alfajores, pasando por aquellos que ya cuentan con cubiertas de chocolate blanco o negro. Tampoco falta un guiño a aquellos que padecen diabetes, ya que existen una amplia gama de sabores de mantecados sin azúcar. Además, almendra, avellanas y cacahuetes, también son productos habituales a la hora de realizar combinaciones, incluso existe un mantecado de mantequilla.

Además, el turismo internacional se ha convertido en un habitual de las diferentes tiendas que se encuentran en el centro de la ciudad o en las diferentes fábricas que existen en el polígono industrial, en las que algunas incluso ofrecen la posibilidad de poder observar el proceso para la elaboración de estos típicos dulces navideños. Unos puntos de venta que se mantendrán abiertos hasta el próximo 31 de diciembre y en los que se encuentra una inmensa variedad entre la que poder elegir y llevarse un trocito de Antequera a casa.

Y es que Antequera, convertida en uno de los referentes turísticos del interior, en especial, desde la declaración como Patrimonio Mundial de los Dólmenes, La Peña de los Enamorados y El Torcal, ofrece también a los visitantes la opción de realizar un recorrido por las diferentes tiendas, muchas de ellas con presencia en el centro de la ciudad, y así poder elegir aquellos que más le gusten para confeccionar su particular surtido de sabores. Una combinación de patrimonio y gastronomía que encaja a la perfección para complementar una visita a la ciudad.

La tienda de Delicias del Horno es una de las situadas en el centro de la ciudad.
La tienda de Delicias del Horno es una de las situadas en el centro de la ciudad. / Javier Flores

Un turismo del mantecado que en Antequera está ya muy presente, sumando a aquellos que los conocen los visitantes que llegan atraídos por la monumentalidad de la ciudad y que descubren este atractivo especial de su gastronomía.

Una de las empresas que tiene tienda en el centro de la ciudad es Delicias del Horno, local en el que ya han comprobado la llegada de turistas como clientes, además de los propios antequeranos. “Estamos vendiendo mucho a pensar del calor”, explican, al tiempo que insisten en la importancia de asesorar a los clientes para que se lleven los productos que realmente le gustan y puedan repetir.

Una llegada de los turistas como clientes que también confirman en la tienda de Los Primitivos Aguilera, en la que han detectado mucha presencia de franceses. Además, muchos de ellos aseguran que ya saben qué tipo de producto es y lo buscan específicamente.

Unos productos que no solo se puedan obtener mediante la visita de la propia ciudad y algunas de las tiendas en las que se ofrecen, ya que también los productores han incorporado los envíos a toda España mediante las compras a través de internet.

Tienda de Los Primitivos Aguilera también en el centro de la ciudad.
Tienda de Los Primitivos Aguilera también en el centro de la ciudad. / Javier Flores

Además, con el inicio de cada temporada, allá por el mes de agosto, también se convierte en un importante fuente de creación de empleo que se va incrementando conforme se acercan las fechas navideñas y la demanda se incrementa, por lo que también tiene que hacerlo la producción y eso conlleva una mayor mano de obra.

Y es que cada año que pasa la repostería tradicional navideña de Antequera adquiere un mayor renombre.

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