“Málaga no está en unos niveles de sobrecarga turística excesiva"
Antonio Guevara | Decano de Turismo de la Universidad de Málaga
Subraya la necesidad de trabajar ya en la planificación turística para los próximos veinte años
Aclara que hoy por hoy el Ayuntamiento no tiene competencias para aplicar un impuesto a los turistas
Málaga/–¿Málaga reúne las condiciones para aplicar una tasa al turismo, como se ha puesto sobre la mesa?
–Claro. Málaga reúne las condiciones porque tiene más un millón de pernoctaciones. Lo que hemos hecho es un análisis de lo que es una tasa de este tipo, aunque para ser precisos no se puede llamar como tal. Una tasa grava el uso del espacio público, tenemos que hablar de un impuesto. Se aconseja que cuando recibes más de un millón o millón y medio de pernoctaciones se aplique este impuesto. Tiene su lógica porque al recibir más turistas se incrementan los gastos de limpieza, de seguridad... Pero no es obligatorio. Hay que ver cómo están los niveles de sobrecarga para poder aplicarlo. Y creemos que Málaga no está en unos niveles de sobrecarga excesiva. Está sobrecargada en determinados lugares del Centro. Por ejemplo, lo sucedido en Navidad con el alumbrado no es una saturación turística, sino ocasionada por una gestión de flujos en un evento que hay que hacer de otra manera. Todos los que fueron a ver las luces no estaban durmiendo. ¿Málaga es candidata? Está claro que lo es, porque está en los límites.
–De lo que se habla es de que este impuesto se impusiese sobre las pernoctaciones...
–Esa es una segunda cuestión. ¿Por qué siempre se tiene que gravar las pernoctaciones? Quizás hay que ser más imaginativos, más valientes y que se puedan gravar a los visitantes que se pueda ver, como los de los cruceros o los de los autobuses de touroperadores.
–Pero parece que es un debate que nace muerto.
–Nace muerto porque el alcalde no tiene competencias para poder hacer eso. El Ayuntamiento no las tiene y por eso el alcalde dice que se zanja el tema. Lo que hace el foro de turismo es poner en situación todo esto. Aunque el Ayuntamiento dijera que va a aplicar ese impuesto, no lo puede hacer. Son dos vías distintas, una la de la Junta y otra la del Gobierno central, que tendría que reformar la Ley de Haciendas Locales, incorporando este nuevo impuesto. Si se mete ese impuesto entonce el debate se abre y el alcalde podría decir si le place o no.
–Podría el Ayuntamiento solicitarlo a las administraciones que sí tienen esa competencia...
–Como lleva haciéndolo el Ayuntamiento de Sevilla desde hace tres años. Tiene que haber una voluntad global de los ayuntamientos. ¿Por qué la Junta no la puede o no quiere poner? Tiene su lógica, porque si lo fija sería de aplicación en toda la región. A lo mejor a un ayuntamiento pequeño no le interesa. El Gobierno catalán lo ha regulado de manera que en Barcelona se paga más que en los demás, pero en todos se paga.
–¿De dónde sale ea cifra de 4 millones que se podrían obtener mediante ese impuesto?
–Ese cálculo es porque en 2019 hubo en Málaga 2,7 millones de pernoctaciones y si lo multiplicas por 1,5 euros... Pero hay que aclarar que no es el sector hotelero el que lo paga, sino el turismo. ¿Donde está demostrado que pueda repercutir al sector hotelero? Lo único que haría sería cobrarlo. En ningún lugar en el que se aplica el impuesto ha bajado el turismo. Lo que no quiere el sector es recaudar ese impuesto, porque eso implica un trabajo añadido. No es lo mismo hacer una que dos facturas, por ejemplo. Nadie ha demostrado que cobrar eso implique pérdida de pernoctaciones.
–Usted habla de la necesidad de planificar los flujos turísticos.
–Todas las cosas no hay que hacerlas en la calle Larios, porque eso al final puede provocar un colapso. Hay que organizar los flujos de otro modo. No se trata de que no se hagan los eventos, pero sí analizar todos los efectos positivos y negativos. Este año se ha tratado de hacer con el alumbrado, con espectáculos en Larios y la Alcazaba. Hay que trabajar más todo eso. No siento que no pueda ir al Centro como ha ocurrido en Navidad. Eso ocurre en Venecia, pero es todos los días así. Hay que tener en cuenta que ahora estamos en un momento en que hay que planificar los próximos veinte años desde el punto de vista turístico.
–¿Si fuese el alcalde de Málaga y tuviese las competencias para hacerlo, aplicaría el impuesto?
–Soy partidario de aplicarlo siempre que tenga un carácter finalista y los ingresos se dediquen a seguridad, a limpieza... O para que la propia privada pueda disponer de campañas de promoción... Si se pone un impuesto sin carácter finalista, que vaya al fondo común del Ayuntamiento, no estaría de acuerdo. El turista está cada vez más concienciado de aportar a la sostenibilidad.
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