Los sueños también señalan el camino
Antonio Méndez | Premios Malagueños de Hoy
Creer en un proyecto aunque no suene el teléfono, competir hasta alcanzar la meta, talento para superar cualquier adversidad, constancia y humanidad si la vida está en juego
Málaga/Los premios Malagueños de Hoy nacieron hace 14 años. Al principio los entregábamos en el propio periódico y luego hemos sido un poco itinerantes. El hotel Málaga Palacio ha sido muchos años nuestra casa, pero en esta edición, de la mano de la Fundación Unicaja, los hemos celebrado en el Vincci Selección Posada del Patio. Pero siempre procuramos conservar aquel espíritu inicial de la redacción. En realidad sólo se trata de publicar la imagen de portada del último día del año con nuestros galardonados porque con sus gestos, con su trabajo, han conseguido que Málaga haya sido mejor este año y podemos brindar con esperanza por el futuro.
La actualidad ofrece pocos días de calma y muchos de marejada. Pero por encima de cualquier tempestad surgen pequeñas y grandes historias, se cumplen deseos o se imparten lecciones de vida. Como las de los protagonistas que hemos elegido en 2018.
La vida es puro teatro. O al menos veinte años de teatro. No sé si Josemi Rodríguez y Macarena Pérez Bravo piensan, como Calderón, que la vida es sueños pero desde luego han hecho soñar a miles y miles de personas y convertido el verano en un lugar para tomar la sombra de Málaga con los clásicos. Pata Teatro es una de las compañías más demandadas en toda España, especialmente en lo que a la escena familiar se refiere. Y desde Málaga que no es fácil. Pero como resume Macarena decidieron ser sus propios jefes y por eso se volcaron en su empresa sin esperar a que nadie les llamara. Pero el teléfono ahora sí que les suene casi constantemente. Llevamos veinte años asomándonos con ellos al teatro de la vida.
Isidro Prats, el director del Centro de Transfusiones, es una persona con gran capacidad de gestión, organización y planificación, según sus colaboradores más cercanos. Hizo posible que a las transfusiones se le sumaran los tejidos y células. Fichó a María del Carmen Hernández, la capitana. Miles de pacientes de todo el mundo y la sanidad andaluza le deben mucho a los dos. “Por su actitud humilde, nadie diría que es una pieza clave en el sistema sanitario”, así comenzaba su crónica el pasado mes de julio Leonor García sobre la doctora Hernández. Ella comenzó a trabajar en el centro en 1989, en una unidad móvil sacando sangre a los donantes. Pero con su tesón terminó por crear un almacén biológico logístico imprescindible para el funcionamiento de los hospitales. Banco de cordón umbilical, congelación de esperma, banco de ojos, pero, sobre todo, su gran contribución fue con los tejidos. Los dos se han jubilado este año con el deber cumplido y, además, la doctora Hernández con la autorización para que el Centro de Transfusiones, Tejidos y Células puede congelar tejido ovárico para que niñas enfermas de cáncer puedan ser madres en el futuro. Su último gran objetivo. Gracias a ellos, sin duda, tenemos una vida mejor.
El Rincón Fertilidad Club Balonmano Femenino Málaga Costa del Sol cumplirá un cuarto de siglo el próximo año. Al principio, se nutrió de jugadoras malagueñas, de clubes como el Fuengirola, Estepona, Mijas, Puertosol, Los Olivos, Málaga Norte... Tras Fernando Irigoyen, su primer presidente, tomó el relevo Carmen Morales en 1995. Una dirigente pionera en el mundo del Deporte. Pepa Moreno la relevó en 2016.
Manolo Rincón es su figura clave. En un momento en que encontrar patrocinios era muy difícil, surgió Rincón Fertilidad de su mano. Llevan cinco temporadas en la elite y en la 2017-2018 fueron el primer equipo andaluz de balonmano en alcanzar una competición europea. Van líderes –en el día en que se celebró la gala– y en octavos en Europa. Malagueñas como Noelia Oncina y Marta López han sido olímpicas y medallistas con la selección. El último eslabón es Sole López, mejor extremo izquierdo de la liga pasada, también en la selección a la que el club ha llegado a aportar hasta cuatro jugadoras. Ya no es un equipo de jugadoras de Málaga, han llegado del resto de España, pero también de Brasil, Argentina y Uruguay. Rincón Fertilidad es uno de los conjuntos punteros del deporte español. Un ejemplo de la pujanza de los equipos femeninos y de las deportistas en Málaga.
Casi 400 litros en veinticuatro horas. La madrugada del 21 de octubre no la olvidarán fácilmente cientos de vecinos de Campillos, Teba, Carratraca, Ardales... La mayor tromba que se recuerda. En una carretera cercana vuelca un camión de bomberos que acudía en auxilio de los damnificados. José Gil, un funcionario del Consorcio desaparece. La riada arrastra su cuerpo varios kilómetros. Sus dos compañeros corren mejor suerte. Y aguantan sobre el vehículo hasta su rescate.
Decenas de tractoristas y maquinistas de diversos pueblos se ponen en marcha. Un grupo de héroes anónimos, al frente de un diluvio de solidaridad. Como José Carlos Vázquez y Jaime Gallego. El primero tiene 36 años y un tractor que se compró en agosto y le costó 80.000 euros. Su amigo Jaime, de 34, le llamó para que le prestara el tractor o la máquina. Cuando vieron la situación no lo dudaron. José Carlos rescató a los dos bomberos que estaban en el techo del camión accidentado. Luego a unos niños que estaban atrapados en un coche. Jaime consiguió salvar a su abuela de 84 que vive sola. Sacó a una familia que se iba a subir al tejado porque los muros de la casa habían reventado. Luego consiguieron apartar de la carretera a un autobús embarrancado. Más tarde evacuaron a diez o doce personas de varios coches y también a sus perros. La gente incomunicada, desesperada pidiendo ayuda por whatsapp. La luz que iba y venía. Un río de barro. Ninguno de los dos olvidarán esa noche.
Ganar tres estrellas Michelin está al alcance de muy pocos. Conseguir por segunda vez ser Malagueño de Hoy sólo lo ha logrado él. El 21 de noviembre de 2018 siempre le quedará grabado en su memoria. Lograba colocar en el cielo gastronómico su tercer astro. 18 años después del primero. Todo el mundo conoce que Dani García fue alumno de La Cónsula. Una escuela a la que entró con 17 años y que le ha dejado un sello imborrable, con la sapiencia que le transmitieron su madre y su abuela.
Es referente internacional y su cocina poco a poco fue desvistiéndose de ciertos matices costumbristas para competir y hacerse apetecible en cualquier liga en la que quiera participar. Su trabajo es cada vez más reposado, más a fuego lento y ahí es donde refulge un talento que le permite probar nuevas fórmulas y ensayar experiencias. Después de llevar toda la vida en la alta cocina, quiere ayudar a subir el nivel de los restaurantes medios. Su talento siempre estuvo ahí para rescatarlo, también en los malos momentos.
Los deseos y los sueños se cumplen, decía Dani García en su cuenta de Twitter. Los de Pata Teatro, los de Isidro Prat y Mari Carmen Hernández, los de unas jugadoras de balonmano. Los de decenas de personas incomunicadas, que rogaban ayuda y no esperaban que sus vecinos, tractoristas y maquinistas, se jugaran la vida y desafiaran la naturaleza para atender sus súplicas. Gracias a ellos somos un poco mejores.
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