Un viaje al espacio para derrotar al cáncer

Málaga/Un niño que hace dos años estuvo en una de las casas de acogida de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Málaga para familias que vienen de otras provincias a tratarse de la enfermedad en el Materno le dijo a un voluntario que aquel piso era “muy aburrido”. La frase no cayó en saco roto. Este viernes, la AECC ha inaugurado una residencia para estos pacientes pediátricos decorada como una nave espacial para que vivan la enfermedad como un juego. “Seguid las instrucciones de médicos y enfermeros. Ellos pilotarán la nave. Vuestra misión es curaros y volver a casa”, les ha dicho en un vídeo proyectado en el acto el ministro de Ciencia y astronauta, Pedro Duque.

Personajes de la Guerra de las Galaxias y la banda de la película han amenizado el acto. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha agradecido la “audacia e inteligencia” de la asociación al poner en marcha la iniciativa. El gerente del Hospital Regional, Víctor Baena, ha destacado:“Desde el punto de vista técnico, hacemos las cosas bien; pero iniciativas como estas humanizan nuestra asistencia”. Porque ese ha sido el objetivo de decorar una casa de acogida para niños oncológicos como si fuera una nave espacial.

Antonio Abril es el otro responsable indirecto de la iniciativa. Él cedió el piso que luego la empresa malagueña Brace ha transformado para que los niños echen a volar su imaginación mientras afrontan la enfermedad. El presidente de la AECC, Francisco Aguilar, ha agradecido la “generosidad” de esta familia y la de los patrocinadores que han aportado fondos para el proyecto.

Ha recordado que en los dos últimos años no han parado de trabajar para hacer realidad el proyecto y que buscaron empresas para decorar el piso por toda España encontrándola finalmente en Málaga. Tras avanzar que también el baño y la cocina se ambientarán con motivos espaciales, Aguilar ha explicado que la singular residencia y los premios que este viernes ha entregado la asociación a profesionales del hospital, voluntarios y patrocinadores, eran “nuestra humilde forma de reconocer su esfuerzo diario y su complicidad” con los niños que luchan contra el cáncer.

Por su parte, el presidente de la Junta destacó que los Presupuestos autonómicos de sanidad se incrementarán en 750 millones y que se contratarán a 14 oncólogos más en Andalucía. “Son pasitos cortos, pero firmes”, ha dicho a la vez que ha prometido “mejorar la sanidad pública”. También ha destacado que la Administración andaluza está impulsando el cribado contra el cáncer de colon y ha defendido la colaboración privada en la guerra contra las patologías oncológicas.“Nosotros no nos negamos a ninguna donación tecnológica. Todo el que quiera ayudar tiene las puertas abiertas de par en par”.

Moreno ha resaltado además el cambio radical que han supuesto los nuevos tratamientos oncológicos que han multiplicado los índices de supervivencia. El presidente andaluz ha dicho que la Junta tenía “una deuda” con los profesionales sanitarios “por el esfuerzo” con que desempeñan su trabajo, “no con todos los medios materiales que nos gustaría tener” y con algunas “carencias” de especialistas. Por eso les ha agradecido que todos los días pongan “mucho corazón y mucha cabeza”.

El alcalde Málaga, Francisco de la Torre, ha felicitado a la AECC por un acto “aparentemente pequeño”, pero que gracias a la colaboración público-privada contribuirá a “humanizar la asistencia”. El regidor ha mostrado su satisfacción porque la sociedad civil se esfuerce en complementar la sanidad pública. “No todo tiene que hacerlo la estructura pública”, ha opinado.

Además de presentar la singular casa de acogida, la AECC ha entregado premios a médicos, enfermeros, celadores, administrativos y trabajadores sociales del hospital. También a patrocinadores, voluntarios y, como no, a Antonio Abril.

Desde que abrió su primer casa de acogida en Málaga –y ya tiene 11–, la asociación ha alojado a 167 niños acompañados de un familiar. Sólo en 2018 acogió a 31 menores en tratamiento oncológico. Y la AECC no sólo les ofrece alojamiento. También les da manutención, atención psicológica, traducción si la necesitan y actividades de ocio. A los que les toque viajar en esta nave espacial porque un cáncer se les cruce en el camino, también les obsequiará una mochila que contiene un kit de astronauta. Un detalle más para que los niños vuelen con su imaginación y vivan el cáncer como una aventura espacial.