Los Asperones empezarán a desmantelarse este mismo año

J. A. Navarro / Málaga

01 de julio 2009 - 01:00

El mayor gueto de chabolas de la capital ya tiene fecha para su disolución. Otra más, pues se trata de una promesa política que se arrastra desde hace décadas. El coordinador del área de rehabilitación de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), Juan Alcaraz, aseguró ayer que antes de final del presente año las primeras familias de Los Asperones se integrarán en distintos barrios de la capital. 2014 es la nueva fecha fijada para disolver el gueto.

Tras las experiencias fallidas de barrios como La Corta o García Grana, las administraciones plantean una integración de las familias de Los Asperones de forma heterogénea. Es decir, el objetivo es disolver la zona marginal, no trasladarla. En este sentido, es clave el trabajo que están realizando los agentes sociales de los distintos colectivos que trabajan en el barrio. Éstos ya evalúan a las 52 primeras familias que saldrán de Los Asperones. Aunque se trata de un barrio de chabolas, hay ciudadanos que no quieren salir de allí. Por ello, antes de hacerlo, se realizará un estudio social a cada familia para valorar su capacidad y deseo de integración en la sociedad.

El proyecto de la delegación de Vivienda de la Junta de Andalucía supera los 20 millones de euros, según afirmó ayer Alcaraz, aunque está pendiente de cerrar la colaboración con el Ayuntamiento de Málaga. La misma fuente espera que el acuerdo se anuncie antes del verano. Según el censo realizado por la propia administración autonómica, a fecha de 30 de septiembre de 2008, en Los Asperones viven 966 personas repartidas en 264 familias.

Al tratarse de estudios sociales independientes, los plazos son lentos. "Las 52 primeras familias ya están seleccionadas y estamos trabajando con ellos, a partir de ahí el proyecto no se parará e irán saliendo progresivamente", explicó Alcaraz, que reconoce que la experiencia es una incógnita y que durante el proceso habrá que aprender de los errores que puedan surgir. Así, mientras la ciudad crece y ya casi absorber a Los Asperones, la Junta trabaja a marchas forzadas para su disolución.

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