El Aula del Mar de Málaga cierra sus puertas para siempre
El Museo de la Alborania y el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas también quedan clausurados
Aula del Mar de Málaga, 33 años trabajando por el cuidado del medio marino
Málaga/El Aula del Mar de Málaga, que se creó hace 33 años para sensibilizar a la población sobre el medio marino y la recuperación de especies a través de la educación ambiental, cierra sus puertas de forma definitiva. Asimismo, el Museo de la Alborania y el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (Crema) también quedan clausurados.
La asociación abrió sus puertas en julio de 1989 y a partir del 31 de diciembre de 2022, según adelantó Sur y confirmaron fuentes consultadas por Málaga Hoy, dejará de realizar las actividades que venían desarrollando hasta el momento. Esta decisión se tomó en una asamblea de socios que se realizó el pasado mes de mayo, en la que se pactó que iban llevar a cabo todas las actividades planificadas con las administraciones públicas y con las entidades privadas que tenían programadas hasta finales de 2022.
Se decidió el cierre del Aula del Mar debido a la situación económica derivada de la pandemia que tuvo que cerrar sus puertas en marzo de 2020, lo que supuso el cese de todas sus actividades y un ERTE para sus 18 trabajadores. Después del confinamiento y para que la asociación pudiera seguir desarrollando sus actividades, Aula del Mar firmó dos convenios, uno con Promálaga y otro con el Colegio de Abogados para que les hicieran una auditoría interna económica y de estructura. De este modo, les comunicaron que tenían problemas serios de rentabilidad a largo plazo y debían cambiar la estructura.
El informe les indicaba que era necesario que llevaran a cabo un acuerdo entre los socios, cambiar los estatutos y contratar agentes externos para que realizaran este proceso. Tras una reunión, la mayoría de los socios decidió que no estaban de acuerdo con esta propuesta y el 18 de mayo de 2022 en esa asamblea acordaron la disolución del Aula del Mar. Desde entonces, se han ido cerrando los proyectos en las que ya estaban comprometidos, sin firmar ninguno nuevo.
Hasta ahora, los trabajadores del Aula del Mar han ido dejando sus puestos de trabajo, una parte lo hizo en agosto y el resto este mes de noviembre. A finales de este año todos los proyectos se darán por finalizados. Por otro lado, algunos de los socios de la cooperativa ya están trabajando en otras iniciativas ambientales.
En cuanto al Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (CREMA), que surgió en 1994, y era gestionado por el Aula del Mar junto a la Consejería de Medio Ambiente, permanecerá cerrado y su evolución está en el aire. Además, el Museo Alborania, que también está clausurado, volverá a manos de su propietaria, la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Especies Marinas Amenazadas (Crema).
A lo largo de más de tres décadas, el Aula del Mar ha persistido en dar a conocer el Mar de Alborán, la importancia del cuidado de los océanos y de la biodiversidad que habita en ellos. En el CREMA han centrado su labor en rescatar e intentar liberar con vida especies marinas que se encuentran en peligro de extinción. Así pues, el Centro ha liberado más de 400 tortugas marinas desde que se creó en 1994. Entre ellas está la liberación de la tortuga de aproximadamente un kilo y 100 gramos, que se encontró en enero en la localidad de Estepona (Málaga) con principios de hipotermia, lesiones en la cabeza, la cara y el ojo y que se liberó este pasado mes de agosto.
Asimismo, este año el Aula del Mar lanzó una campaña de sensibilización dirigida a los colegios, especialmente a los municipios de menos de 20.000 habitantes situados en el interior. Con el programa Vive el Mar se organizaron 40 talleres para que los estudiantes, sobre todo aquellos que se encuentran lejos del mar, pudieran conocer la importancia del ecosistema marino.
Además, durante los últimos diez años, el Aula del Mar y la Diputación de Málaga han puesto a disposición de los malagueños la aplicación Infomedusa. A través de esta los ciudadanos podían conocer el estado de sus playas, si había medusas en las aguas, qué tipo de ellas son las que se encuentran, si están en fase de retirada y el nivel de presencia de estas.
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