El Ayuntamiento de Casares solicita la declaración de zona catastrófica a la Junta y pide ayudas
Los desbordamientos han producido graves perjuicios en los cultivos agrícolas y estiman que se ha perdido un 80 por ciento de la cosecha
El Ayuntamiento del municipio malagueño de Casares ha enviado un escrito a la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía para pedir que se declare zona catastrófica el término municipal y que se habiliten las ayudas correspondientes para compensar la pérdida de rentas de los agricultores, así como la mejora y arreglo de las infraestructuras dañadas como consecuencia del temporal de lluvia.
Según explicó la alcaldesa, Antonia Morera, en los últimos 10 días de diciembre Casares sufrió una serie de temporales, "con escaso tiempo de diferencia, que provocó que los ríos y arroyos que atraviesan el municipio sufrieron crecidas notables, produciendo localmente daños sobre la infraestructura viaria, carriles y carreteras".
Dichos desbordamientos "también han producido graves perjuicios en los cultivos agrícolas", de hecho al Ayuntamiento de Casares se han dirigido agricultores afectados pidiendo la declaración de zona catastrófica "ante la enorme pérdida en la producción, que se estimaría en un 80 por ciento de la misma".
Según los informes emitidos por los técnicos municipales de Medio Ambiente "tras una visita de comprobación verificaron que realmente se produjo una fuerte perdida por caída de la fruta al suelo, siendo esta fruta desechada por su afección de pudrición y las abolladuras". Además, el resto que permanece en árbol "está afectado parcialmente por hongos a causa de la excesiva humedad y a la posible pérdida de pies arbóreos por la muerte radicular por la prolongada inundación".
Desde el Ayuntamiento de Casares informaron de que las pérdidas se concentran principalmente en las explotaciones agrícolas de los valles del río Guadiaro y Genal, donde se localizan 65 fincas agrícolas de regadío, siendo de estas 50 las dedicadas a cítricos con una superficie de 2.692 hectáreas.
En cuanto a los daños causados a la red de caminos rurales, los informes municipales señalan que las principales infraestructuras dañadas son el camino de los Pescadores, desde la población de El Secadero hasta su unión con la carretera de Manilva (A-377) con socavones en una longitud aproximada de cinco kilómetros; El Camino de los Molinos con roturas de firme, cuneta, desprendimiento de taludes y deslizamiento de tierras además de múltiples destrozos en el Camino de Jimena, Camino de Loma Matutes y Camino de las Hoyas, afectando "gravemente a la transitabilidad y seguridad para el paso de vehículos".
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