El Ayuntamiento de Málaga culmina la creación de la nueva Limasa municipal

Málaga/Málaga empieza a decir adiós a Limasa III para dar la bienvenida a Limpieza de Málaga. Casi diecinueve años después de que echase a andar la sociedad mixta de limpieza y recogida de basura en la capital de la Costa del Sol, el Ayuntamiento ha culminado este jueves el procedimiento administrativo que sienta las bases del nuevo modelo de gestión municipal.

A través de un Pleno doblemente extraordinario (por la convocatoria en sí y por celebrarse en un escenario de crisis provocada por el coronavirus), todos los grupos con representación en la Corporación han validado por unanimidad los acuerdos que permiten constituir la nueva sociedad anónima municipal (SAM). Superado este trámite, arranca la etapa de registro de la mercantil.

Con todo, las previsiones manejadas por el equipo de gobierno fijan la posibilidad de que la nueva entidad esté operativa y funcionando en las calles de la ciudad a principios del mes de mayo. Ello siempre que por parte de los socios privados no se ejerza el “derecho al pataleo” al que hizo alusión hace algunas semanas la concejala del ramo, Teresa Porras.

Cabe recordar que la empresa que aún a día de hoy tienen la mayoría del capital social de Limasa III, Servicios Urbanos de Málaga (con FCC, Unicaja, Sando y Urbaser) trata desde hace algunas semanas de frenar el proceso de municipalización. Suyas han sido la mayoría de las alegaciones formuladas al mismo, siendo todas ellas rechazadas de plano por el Consistorio.

Entre los argumentos empleados por la parte privada destaca la posible afección sobre las arcas municipales. El estudio que utilizaron de base para sustanciar esta posición, elaborado por el Instut Cerdà, apuntaba que a medio plazo los costes de la nueva empresa alcanzarán los 89 millones, un 17% más que el cálculo realizado por la comisión técnica encargada de estudiar la municipalización.

Frente a estas tesis, el Ayuntamiento ha seguido adelante con el planteamiento liderado por el alcalde, Francisco de la Torre, quien desde hace años viene defendiendo la necesidad de modificar radicalmente el actual modelo. En la sesión extraordinaria, que apenas se ha alargado unos minutos y que ha contado con la presencia de solo 16 ediles (repartidos de forma proporcional entre los cuatro grupos políticos), el regidor ha defendido el paso dado.

"Hay que dejar constancia de la ilusión y la esperanza que tenemos en que habiendo mejorado mucho el tema de la limpieza, esto suponga una mejora importante y un marco de colaboración vecinal y ciudadana para que tengamos cada vez mayor calidad en todos estos servicios", ha expuesto.

Entre los informes que han servicio de base al Ayuntamiento para ir adelante con el nuevo sistema destacó el elaborado por Intervención, que subrayó que la gestión pública supone "la fórmula más económica" para las arcas del Consistorio, estimándose un abaratamiento de unos 7,7 millones respecto a la factura que en la actualidad representa una Limasa mixta. Asimismo, se concluye que en ningún caso traerá consigo un gasto superior al que actualmente supone la sociedad o una potencial empresa privada.

Conforme a estas estimaciones económicas frente al coste actual de Limasa III, de unos 100,3 millones se bajaría a unos 92,6 millones en el supuesto de que la explotación de los servicios esté en manos de una sociedad mercantil de capital 100% público, como es el caso.

Tras la aprobación definitiva del nuevo modelo de gestión y de la nueva ordenanza reguladora de los servicios, quedará pendiente la liquidación de la actual entidad mixta, acción que incluirá el reparto del capital social desembolsado entre los socios, ascendente a 6 millones de euros, así como de otros 2,7 millones de dividendos de los ejercicios 2016 y 2017. Conforme a estos parámetros, los actores privados recibirán algo más de 4,4 millones. El contrato que vincula al Ayuntamiento con Limasa expiró en abril de 2017, momento a partir del cual se inició una prórroga que va a sumar ahora tres años, con la posibilidad de extenderse hasta un máximo de ocho años.