El Ayuntamiento aparca el proyecto de las nuevas caballerizas
Aboga por que sean los cocheros los que en grupos encuentren localizaciones alternativas fuera de la zona de Teatinos
Málaga/Uno de los proyectos de mayor envergadura económica de cuantos ha puesto sobre la mesa el Ayuntamiento de Málaga en los últimos años, el de las nuevas caballerizas en el polígono Guadalhorce, queda definitivamente aparcado. La decisión del equipo de gobierno del PP es la de no mover un solo euro municipal para impulsar estas instalaciones, valoradas en 1,3 millones de euros, ante la indefinición en la que se mueve el sector y la decisión del área de Movilidad de rescatar otras 12 licencias en los próximos meses, lo que dejaría en 25 el número total de coches de caballos que prestarían sus servicios en la capital de la Costa del Sol. Una cifra que, según los estudios realizados, sería el adecuado para el normal funcionamiento del sector y compatibilizarlo con la movilidad urbana.
La concejala de Movilidad, Elvira Maeso, confirmó el interés del Consistorio por reducir el número de permisos con el fin de garantizar un nivel de facturación más adecuado para los cocheros y la sostenibilidad del sector, al tiempo que ello supondría una "dignificación" de la labor que prestan. Esta compra de licencias, que cuenta ya con una partida de 420.000 euros, vendría a sumarse a la realizada a mediados de 2016, cuando fueron adquiridos 20 permisos.
Sea como fuere, la realidad es que hoy por hoy sigue sin existir un acuerdo cerrado para que 12 de los cocheros renuncien a sus licencias. "El tema está aún verde; se les ha explicado que se trabaja en esa línea, han visto que hay una partida para eso, pero todavía no están convencidos muchos, no tenemos una demanda en la puerta de que quieren vender", explicó la concejala, quien, no obstante, lanzó un mensaje claro: "Lo que queremos es que lo que se queden cumplan toda la normativa, estén asegurados, estén con su uniforme, que los que se queden sepan que tienen que estar en condiciones, dando un servicio de calidad, a la altura de la ciudad".
Conforme a lo expuesto por Maeso, se va a extremar el control sobre el sector de los coches de caballo con el fin de que incremente su calidad, lo que podría obligar a los cocheros a realizar inversiones en su material. "A lo mejor eso hace que algunos digan que no quieren hacer eso y deciden pedir el rescate de la licencia", agregó, al tiempo que apostilló: "Si alguno dice que no quiere que le estén todo el día mirando que si la hora de entrada y de salida, que si el caballo, tiene que saber que tiene una salida, que es el rescate de la licencia".
Esta circunstancia deja en el aire la apuesta por unas nuevas caballerizas en la zona del Guadalhorce, ubicación seleccionada por Urbanismo pero fue rechazada por los cocheros. Maeso sí dejó claro que los coches de caballos "tienen que salir de Teatinos y van a salir de Teatinos". ¿Adónde? Esa es la duda. Desde el Ayuntamiento se apunta una solución alternativa que podría satisfacer los deseos de los cocheros, dejando en sus manos la gestión de encontrar emplazamientos adecuados para sus animales. La solución, objeto también de análisis, pasaría por que los cocheros, bien de manera individual o en grupos, puedan encontrar instalaciones que cumplan la normativa autonómica para dejar sus caballos más cerca de sus viviendas.
La norma prohíbe a los cocheros fumar y hablar por el móvil
El Ayuntamiento dio luz verde en marzo de 2015 a una modificación de la ordenanza que regula el servicio de transporte de viajeros en coches de caballo, fijando una serie de prohibiciones como que el cochero fume o hable por teléfono móvil mientras desempeña su labor. Asimismo, se exigía "una atención exquisita respecto a los usuarios, debiendo cuidar que su indumentaria esté en perfecto estado y su aseo personal sea el correcto". Sobre ello, el texto marca que la ropa que deben vestir pantalón gris perla o azul marino, camisa celeste o blanca, chaleco o rebeca azul marino, ropa de abrigo o de agua en el mismo color, mientras que para el calzado se permite el uso de zapatos o botas, pudiendo en periodo estival llevarse sandalias "siempre que permanezcan atadas por el talón". Lo que queda prohibido es el uso de calzado deportivo o de chanclas. Otra corrección marcaba la necesidad de disponer de póliza de seguros, "por un importe mínimo de 300.000 euros". El incumplimiento de estos otros dos nuevos preceptos pasaron a ser penalizados como infracción grave, con hasta los 1.500 euros.
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