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Málaga/El amplio rechazo expresado por varios colectivos vecinales contra la intención de transformar la Tribuna de los Pobres no parece que vaya a hacer cambiar de planes al Ayuntamiento de Málaga. Si las asociaciones contrarias a esta intervención expresaron por escrito a finales del pasado mes de marzo su oposición a la medida, los jefes del Servicio de Programas Europeos, Pedro Marín, y del departamento de Arquitectura, Javier Pérez de la Fuente, han contestado por la misma vía. Y lo hacen para defender las bondades de la operación contemplada.
En la contestación, se admite que la Tribuna de los Pobres constituye "indudablemente un elemento de identidad y de referencia para Málaga", si bien se precisa que la actual configuración "se retrotrae a los años 60", incluyendo algunos elementos, caso de las jardineras, que fueron reformados "no hace mucho tiempo". "La Tribuna de los Pobres tiene un valor más identitario que material", esgrimen. En sus explicaciones, los técnicos destacan que el proyecto de actuación "mantiene la traza actual de la escalera", modificando levemente sus medidas para adaptarla a la normativa de accesibilidad, "de obligado cumplimiento".
Respecto a la propuesta de incluir un ascensor para mejorar la accesibilidad entre la calle Carretería y el Puente de la Aurora, informan de que surge "a partir de una propuesta vecinal", siendo "bien acogida y no ha tenido ningún tipo de propuesta en contra en las siguientes mesas de trabajo".
Otra de las cuestiones en las que el Ayuntamiento de Málaga asume las demandas de los vecinos y residentes del centro está relacionada con el tráfico rodado por el eje Carretería-Álamos. En el documento de respuesta a las quejas de los colectivos, los responsables municipales hablan a las claras de que la solución planteada pasa por la “restricción al tráfico desde el inicio de calle Carretería”, permitiendo el acceso a residentes, servicio público y vehículos autorizados. Incluso, se precisa que para controlar que esta medida se cumpla se contempla la instalación de una cámara “para acceso de comerciantes, distribución de carga y descarga y acceso de parking público”. Es decir, que se plantea un sistema semejante al que ya se usa en el área de circulación restringida de la ‘almendra’ del casco antiguo. Esto supone una variación respecto otras opciones analizadas por el equipo municipal, que en su última versión admitieron la posibilidad de mantener Carretería como eje de paso libre al tráfico.
Desde el punto de vista técnico, se defiende su instalación debido al desnivel existente, que obliga a recorridos de más de 200 metros tanto si se realiza a través de la calle Postigo de Arance o subiendo la rampa del Pasillo de Santa Isabel. "La solución mediante una conexión vertical es una clara apuesta por la accesibilidad y la conectividad entre la Trinidad y el Centro", insisten desde el Ayuntamiento, al tiempo que apuntan que el trazado curvo de las escaleras no se modifica, "pudiendo incluso recuperarse el material de cantería existente". En su respuesta sí se considera "inviable" trasladar el quiosco existente.
La otra gran preocupación que tienen los vecinos, relacionada con la ocupación de los nuevos espacios peatonales con terrazas, sí encuentra una respuesta clara. Al punto de que desde el Ayuntamiento se aclara que si en un principio el proyecto de reurbanización de eje Carretería-Álamos sí marcaba cuatro zonas para mesas y sillas, la propuesta "se ha modificado para no permitir la instalación de ningún tipo de terraza en todo el ámbito de actuación". Con ello, solo se prevé el mantenimiento de la autorización de la que ya existe, del hotel Tribuna. El compromiso afecta por igual a Trinidad Grund.
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