El Ayuntamiento 'se salta' su norma de ruido en las obras del Thyssen
El horario de trabajo hasta el 23 de diciembre es de 7:00 a 23:00 y cuenta con el informe favorable del área de Medio Ambiente · Los vecinos se quejan del ruido
Los vecinos del entorno del Palacio de Villalón llevan años soportando las obras de restauración del edificio que albergará el futuro Museo Thyssen, pero ahora denuncian que desde hace algo más de un mes el ruido se ha incrementado hasta hacerse "casi insoportable" y que el horario de trabajo se ha ampliado, por lo que los obreros permanecen allí hasta casi la media noche, lo que en principio incumpliría la ordenanza de ruido del Ayuntamiento, en la que se recoge que las obras no pueden realizarse desde las 22:00 a la 8:00.
Antonio Guirado vive en un piso al lado de las obras y asegura que a las siete de la mañana los obreros ya están trabajando. "Cuando me levanto para ir a trabajar ya están ahí y por la noche no se puede ni ver la tele con el ruido", explica. Además, añade que esta situación es bastante reciente, porque después de años de trabajos, "ahora parece que hay prisa para acabarlo; como las elecciones están a la vuelta a la esquina".
Otra vecina de la zona, que tiene instalada en un piso una consulta de psicología, afirma que desde el principio la obra ha sido muy molesta y que por lo menos "deberían controlar más el horario de trabajo, ya que no es nuestro problema que ahora las obras corran prisa". En este sentido, una mujer mayor, desde su ático con vistas al palacio, dice vivir las obras con resignación, dolores de cabeza y muchas pastillas, porque los obreros trabajan hasta tarde y ella no puede descansar bien.
A pesar de las quejas de los vecinos, desde el Instituto Municipal de la Vivienda afirman que la obra cuenta con los informes favorables del área del Medio Ambiente para poder realizar esos trabajos en horario de 7:00 a 23:00 hasta el próximo 23 de diciembre. No obstante, desde Medio Ambiente se hacen una serie de recomendaciones como que no se superen los límites de ruido en esas horas y que no se utilice maquinaria ruidosa de forma continuada. Además , aseguran que estas medidas se toman para poder cumplir los plazos de las obras y que no se alarguen más en el tiempo para evitar molestias.
Los trabajadores, por su parte, comprenden que los vecinos estén molestos con las obras y entienden sus reacciones, ya que incluso la semana pasada llegaron a lanzarles huevos por la noche. En cuanto al ruido, uno de los obreros, que prefiere no revelar su nombre, explica que está producido por la estructura de metal que están montando y que una vez que se termine, será mucho menor. Además, el hecho de que el Palacio de Villalón se encuentre en "una especie de cajón", entre calles muy estrechas, hace que el sonido se multiplique.
Entre los negocios de la zona, el más afectado por las obras está siendo el restaurante Bicoca, que hasta ahora no había tenido problemas. El bar instala su terraza en la plaza de la iglesia Sagrado Corazón y el ruido de la obra en las últimas semanas se ha incrementado de tal manera que la gente que se sienta en la terraza se acaba levantando para irse dentro del local. Carlos Rodríguez es el encargado del local y dice que "las comidas del mediodía nos las han destrozado, dentro no hay mucho espacio y la terraza queda descartada desde que empezaron los trabajos con la estructura de metal". Aun así, se resigna y prefiere pensar en la futura recuperación de la zona una vez que se acabe el museo.
Lo mismo ocurre con el resto de comercios de la zona, que prefieren pensar en el futuro, cuando el Museo Thyssen esté abierto y las calles recuperadas. En la joyería Ana Marina, reconocen que soportan los trabajos, pero que lo que tienen que hacer es "terminar ya de construirlo, que llevamos más de dos años sufriéndolos".
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