'Batalla' a las despedidas de soltero en Málaga: el alcalde plantea poner medidores de ruido en los pisos turísticos
De la Torre asegura que están estudiando instalar medidores de ruido en los pisos turísticos
Vecinos y hosteleros de Málaga rechazan el "escándalo" de las despedidas de soltero
Málaga/Con el buen tiempo y la normalidad de tras la pandemia también vuelven las despedidas de soltero. Normalmente, grupos ruidosos, disfrazados o vestidos de forma estrafalaria y sin eludir objetos fálicos y sexuales, lo que no es del gusto de vecinos del centro ni de hosteleros, es un "escándalo", aseguran. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tampoco es del gusto de este turismo festivo y afirma que desde el Ayuntamiento están luchando contra él: "No vamos a tolerar que haya una ciudad descontrolada".
Siempre en la búsqueda del turismo de calidad, De la Torre está preocupado, pero se mantiene firme, "el que venga tiene que cumplir las normas de convivencia de la ciudad, la ordenanza de convivencia", ha subrayado, al tiempo que ha insistido en aplicar las ordenanzas con "el rigor y con la firmeza necesaria, en definitiva, el control de sonido y las sanciones correspondientes".
Ha insistido el alcalde en la necesidad de trabajar para "que no exista la sensación de que a Málaga se puede venir sin problemas". En ese trabajo para que la imagen sea más restrictiva que la que puede ser hasta el momento, el alcalde ha asegurado que desde el Ayuntamiento están estudiando "la posibilidad de instalar medidores de ruidos en las viviendas que tengan la vocación o estén autorizadas como viviendas turísticas".
Al respecto, De la Torre ha aludido al pasado verano donde "se había producido en ciertos espacios de la ciudad un incremento de quejas, como unas cinco diarias, en el entorno del centro, y ese tema nos preocupa y había algunas con lo que llamamos despedidas de solteros".
Despedidas de solteros que sólo gustan a quiénes vienen con plan festivo, los vecinos consideran que Málaga "se está consolidando como un destino de este turismo de borrachera” y los hosteleros que no se pueden consentir "escándalos" que manchan la buena imagen del destino; la patronal de hosteleros rechaza “todo tipo de escándalos públicos poco edificantes para la ciudad”.
Mientras tanto, Nieves, una de las novias que celebraba su próximo paso por el altar, destacaba la acogida de la ciudad y el ambiente festivo: “Hace unos años estuvimos de despedida en Granada y la gente nos miraba raro”. Precisamente esa es la naturalidad y aceptación contra la que quiere luchar el alcalde.
Los vecinos dudan de su aplicación
Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, aplaude que desde el Consistorio se vea como un problema y que anuncien que están pensando en tomar medidas, pero pone en cuestión que se vaya a aplicar en la práctica. "¿Si ponen los medidores quién va a consultarlos? ¿Si no pueden mantener los niveles de ruido bajos en las 101 calles del centro y Teatinos con ZAS –Zona Acústicamente Saturada–, cómo van a controlar los pisos turísticos?", se pregunta.
Carrera apunta a que el problema de las despedidas es estructural y se debe a que la ciudad tiene todas las características necesarias "para atraer a este turismo de borrachera tipo Magaluf". En primer lugar, el representante de los vecinos del centro a la proliferación de los vecinos del centro apunta a los pisos turísticos, "el ayuntamiento no ha regulado los alojamientos turísticos pudiendo hacerlo en el Plan General de Ordenación Urbana". En segundo lugar apunta a los locales destinados al ocio, "han aumentado las terrazas, el número de bares, locales de música y discotecas, entonces pueden hacer lo que hacen en la calle". Por último, habla de permisividad con respecto a la casuística, "si no se cambia la permisividad es un brindis al sol, hace más de cinco años se pusieron en marcha las mesas de trabajo para tratar el tema y el tema no ha remitido, sino que ha empeorado".
Pese a ello, aplaude la medida de los medidores de ruido en los pisos turísticos, "puede ser una buena idea, el problema es quién los va a controlar, el Ayuntamiento ya ha perdido la credibilidad que tenía".
Pone como ejemplo a otras ciudades turísticas que han puesto medidas sancionadoras económicas contra estas prácticas para luchar contra ellas, pero recuerda que en el ordenamiento sancionador ya existe la prohibición de "ir con megáfono o hacer más ruido del permitido por la calle, pero hace falta que las hagan cumplir".
Mojácar, Logroño, Madrid, Tarifa, Salamanca o Tossa de Mar son las ciudades que han puesto freno a las despedidas de soltero con distintas medidas como el aumento de la presión policial o multas que pueden rondar de los 300 a los 3.000 euros a aquellos que usen megáfonos o disfraces inadecuados en sus calles. Celebrar que te casas sí, pero lejos.
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